Corinthians se fue con las manos vacías este miércoles 25 de septiembre de 2019 del Estadio Olímpico Atahualpa. El conjunto paulista empató a dos goles con Independiente del Valle en la semifinal de vuelta de la Copa Sudamericana, pese a contar con el respaldo de sus aficionados que viajaron hasta el Ecuador.

Apoyados por unos 60 hinchas, Corinthians intento remontar el 2-0 que registró en la semifinal de ida. A media hora de que inicie el partido, los hinchas del ‘Timao’ llegaron arropados con chompas y bufandas que identificaban a su equipo. Los visitantes soportaban el intenso frío en la general noroccidental donde estaban ubicados.

"Al menos no llovió como ayer", alcanzó a decir Caio, uno de los aficionados del "Timao" que alentó al elenco paulista. Entre tanto en la cancha los jugadores brasileños esperaron ordenados atrás la poca iniciativa inicial de los del Valle.

Y sus seguidores no dejaron de apoyar con cánticos como "Louco por ti Corinthians" o "Vamo, vamo meu timão, vamo meu Timão, não para de lutar". El premio a ese incansable aliento fue el gol del argentino Mauro Boselli. Tras el 1-0 la cercanía entre los suplentes y los aficionados dio la sensación de que se unieron en un solo abrazo.

Para evitar inconvenientes entre los seguidores visitantes y los "rayados", la Policía dispuso un cordón de seguridad. En la segunda mitad la esperanza seguía siendo de los hinchas paulistas pero en el campo de juego los jugadoras no sé contagiaron de ese ímpetu, quizás por el frío o porque veían lejos la clasificación.

El gol ecuatoriano enfrió aún más los ánimos de los barristas del "Timao", quienes dejaron de cantar, sin embargo el video arbitraje les dio una nueva esperanza. Con el 2-1 a favor, la fanaticada de la noroccidental se prendió de nuevo, aunque no les duro mucho la alegría porque casi de inmediato los "rayados" llegaron al empate.

En los instantes finales sólo se dedicaron a esperar el final del partido y despidieron con aplausos y lágrimas a su equipo por el esfuerzo entregado. (D)