El objetivo de generar mayores ingresos económicos impulsó a los presidentes y representantes de los clubes a considerar entre sus propuestas la reactivación de la lotería deportiva que funcionó hasta 2004. Así se estableció en el punto seis  del manifiesto del 16 de septiembre, firmado por 23 dirigentes.

“Luego del análisis de la problemática, consideramos que a través de una lotería deportiva podemos conseguir mejores recursos económicos”, aseguró el presidente de Liga de Loja, Jaime Villavicencio, uno de los principales impulsores de las propuestas de los clubes.

El tema no se ha profundizado durante las tres reuniones de trabajo que ha tenido la comisión de clubes, así lo aseguró Jaime Estrada, presidente del Manta FC.

El titular ‘atunero’ informó que por el momento recolectan información sobre la situación en que se encuentra la lotería.

“Pediremos que la Ecuafútbol nos entregue información sobre este tema porque conocemos que se   analizaba la reactivación de la lotería”, dijo Estrada.   

Dos experiencias en Ecuador, la última hace 10 años

La lotería deportiva ya existió en Ecuador en dos oportunidades. La primera, Golazo, fue manejada, en ese entonces, por la Empresa Nacional de Pronósticos Deportivos (Enprode). Luego de 17 años de funcionamiento cerró sus puertas por considerar que sus sistemas de sellado eran obsoletos.    

La mecánica del juego consistía en llenar una tarjeta con resultados del torneo local y algunos partidos internacionales, luego se procedía a sellar -manualmente- la cartilla, en centros autorizados ubicados en diferentes ciudades del país.

Luego de 7 años, en 2004, y tras un amplio proceso de concesión se escogió al Consorcio Compañía Rapa para el manejo de la nueva lotería, llamada Supergolazo; el convenio de concesión fue de 10 años.

La nueva lotería, impulsada  por el Congreso Nacional, tuvo como objetivo generar ingresos no solo para el fútbol (FEF), sino también para la desaparecida Secretaría Nacional del Deporte (Senader), ente gubernamental que recibía los dineros y hacía la distribución.

Las primeras proyecciones indicaron que generaría $ 2 millones  mensuales. De esa manera cada equipo de la serie A recibiría aproximadamente $ 150.000 y los de la serie B $ 40.000.

El primer sorteo de Supergolazo se realizó en octubre de 2004 con partidos de la selección ecuatoriana, pero luego de nueve jornadas dejó de funcionar.  

Luis Chiriboga, presidente de la Ecuafútbol, reconoció que el concurso no generó las ganancias esperadas; en las jornadas realizadas la FEF recibió apenas $29.716.

La lotería en otros países

Una experiencia similar se impulsó en el fútbol brasileño en 2006, luego de que el Congreso de ese país aprobara la nueva lotería deportiva llamada ‘Timemania’, para ayudar a   los clubes que cubran sus deudas ($ 500 millones) y puedan retener a sus jugadores estrellas.  

El proyecto no fue administrado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) sino por la Caja Económica Federal, por disposición del gobierno central. Al igual que en el fútbol ecuatoriano, los clubes brasileños tenían deudas con el fisco y la seguridad social. Durante esa temporada 807 futbolistas salieron de los equipos brasileños buscando mejores ingresos económicos.

Asimismo, en España existe la lotería llamada Quiniela, que es administrada por la Lotería de Apuestas del Estado. Esta entidad entrega el 22% de sus ingresos al Consejo Superior de Deportes que los distribuye entre la Liga Profesional de Fútbol (LPF) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

El secretario de Estado para el deporte, Miguel Cardenal, destacó el desarrollo de la Quiniela al afirmar que “es el motor que mueve el deporte español”.