Ecuador, 06 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Esperanza y Silvano allanaron el camino de Fernando Gaibor

Fernando Gaibor con la camiseta de Independiente de Avellaneda. El exvolante de Emelec se convirtió en el fichaje más caro de la historia del club.
Fernando Gaibor con la camiseta de Independiente de Avellaneda. El exvolante de Emelec se convirtió en el fichaje más caro de la historia del club.
Foto: Cortesía Independiente de Avellaneda
05 de marzo de 2018 - 00:00 - Augusto Itúrburu

Esperanza Almeida (exprofesora) fue la responsable de que Fernando Vicente Gaibor Orellana haya tenido su primera oportunidad en un equipo de fútbol.

Carlos Ortega, quien formó y dirigió a Gaibor por 10 años, recuerda que fue la profesora Almeida (hoy jubilada) quien le insistió para que le permita a ‘Fernandito’ -que en ese entonces tenía 5 años- formar parte del equipo de fútbol de la Escuela Juan León Mera, de Montalvo en 1997.

“La profesora me pidió, casi que me rogó, que le dé una oportunidad a Fernando. Yo al comienzo no estaba de acuerdo porque el niño tenía 5 añitos y el equipo era un sub-10. Pero ante el pedido de la maestra acepté y Fernandito comenzó a entrenar y a jugar con nosotros”.

Con 4 años, junto a su amigo, Geancarlos Onofre, cuando era mascota del equipo de su padre Chicos Buenos. Un año después fue descubierto por Carlos Ortega. Foto: Cortesía

Ya en los entrenamientos, ‘Chenan’, como es conocido en Montalvo, demostró característas distintas a la de sus compañeros de equipo que eran mayores a él. El profesor Ortega recuerda que Gaibor siempre tenía puesta la atención en la pelota y que jamás la perdía de vista.

Su debut en esa categoría fue ante la escuela Juan Celio Secaira, en un campeonato entre unidades educativas. En ese mismo partido, que terminó 5-0, Fernandito convirtió su primer gol, que fue el quinto de su escuela. “Le tiraron un centro y él se corrió, así chiquito como era; y lo que hizo fue barrerse para meter la pelota”.

Ese debut y su primer gol sucedió en el estadio Nelson Valdez (también conocida como Cancha América), donde hoy el profesor  Ortega entrena a cerca de 50 niños y jóvenes que desean seguir los pasos de Gaibor. Incluso su imagen forma parte de la promoción de los cursos.

Inmediatamente Fernando pasó al equipo de Semillitas, que también era dirigido por Ortega. Con el número 15 en la camiseta -en homenaje al exjugador José Gavica- en sus  inicios, Gaibor fue delantero y en varios torneos terminó como goleador del equipo.

Con 12 años en el equipo de Semillitas, antes de uno de los torneos que se disputaron en el estadio Nelson Valdez de Montalvo. Siempre jugó de delantero. Foto: Cortesía

Su padre, Fernando Gaibor Sánchez, fue fundamental en su desarrollo futbolístico. Siempre estuvo pendiente de su formación, a tal punto que, en alguna ocasión, ‘Chenan’ se molestó porque su papá le daba órdenes desde la grada.

“Fernandito a veces se molestaba con el papá, porque desde las mallas le llamaba la atención. Una vez en el estadio Ramón Unamuno en Guayaquil lo cogí y le dije que, aunque él sea su papá, yo era el técnico y era a mí a quien tenía que escuchar”.

Arturo Tenelema, quien fue su compañero de ataque en Semillitas hasta los 15 años de edad, recuerda el día en el que ‘Chenan’ se molestó porque tuvo que compartir el puesto de delantero con él, durante una de las prácticas dirigidas por Ortega.

“Yo en ese tiempo jugaba de volante y el profesor me puso como delantero. Eso le molestó bastante a Fernando (Gaibor) porque al principio me iba bien, se me estaban dando las cosas y marcaba más goles que él”.

Pero luego de un diálogo con el profesor, Fernando lo entendió y comenzó a hacer dupla con Arturo en cerca de 40 campeonatos infantiles y juveniles, durante los 10 años que duró su etapa formativa en el equipo Semillitas.

Ortega explica que la principal virtud de Gaibor era el control y manejo de la pelota, razón por la cual jugó siempre en una categoría superior, a pesar de su edad.

“Fernandito fue delantero, aunque alguna vez lo retrasé por necesidad, aprovechando su técnica. De lo que yo recuerde jamás lo vi ‘rifar’ o reventar una pelota, siempre ante cualquier circunstancia salía con el balón al pie y se lo pasaba al mejor ubicado”.

El último torneo que disputó bajo la dirección de Ortega fueron los Juegos Riosenses, en Vinces. Con 15 años, Gaibor jugó en la selección sub-17 del cantón Montalvo, aunque algunos de sus compañeros mayores no estuvieron de acuerdo.

Ortega recuerda que en el encuentro contra Puebloviejo iban perdiendo 1-0 y Fernando estaba en la banca. Unos trabajadores que estaban construyendo una casa cerca del estadio y habían visto el torneo le gritaron: “Oye ‘profe’, mete al 15 -que era Gaibor-. Yo les hice caso y lo metí y fue así que mejoró el juego y empatamos, logrando el bronce para Montalvo”.

Ortega y Tenelema creen que en algún momento de su juventud, Fernando tenía simpatía por Barcelona, pues aseguran haberlo visto con la camiseta del equipo ‘torero’ en alguna oportunidad.

“Yo (Tenelema) también pensaba, como dijo el ‘profe’, que era de Barcelona, yo creo que hasta con la camiseta de Barcelona lo vi una vez, por eso después fue la sorpresa para mí cuando lo vi que estaba jugando en Emelec”.

Carlos Ortega, entrenador del equipo Semillitas, sale del estadio Nelson Valdez de Montalvo. En este escenario Fernando Gaibor jugó su primer partido en un torneo escolar y marcó su primer gol. Foto: José Morán / El Telégrafo

Retrocedió varios metros
Joaquín López, exasistente técnico de Dusan Draskovic, fue el responsable del cambio futbolístico de Gaibor. Fue quien lo ubicó varios metros más abajo y le quitó algunas responsabilidades ofensivas.

El ahora entrenador de la Federación Deportiva de Los Ríos recuerda que Fernando llegó a la selección provincial con 15 años a entrenar en el estadio Rafael Vera Yépez de Babahoyo y fue en esa época cuando decidió que tenía que jugar varios metros atrás.

“Yo  lo llamé un día y le dije que no juego 10 clásico y le pedí que se baje algunos metros más, para que juegue de volante central (...). Tuve que explicarle que jugando de volante central será más importante que de espaldas al arco y también le recordé que el 80% de los técnicos no usa a jugadores parados”.

Al principio a Fernando no le gustó la idea e incluso llegó su padre a Babahoyo para reclamarle a López por el cambio. “En ese tiempo lo tradicional era usar un 4-4-2, pero yo jugaba distinto, con dos números 5 y uno de ellos era Fernando Gaibor”.

Al ver la firmeza de López, Fernando y su padre tuvieron que aceptar el cambio y con aquello modificar su forma de trabajo. Al tener mayor movilidad en la cancha -antes corría pocos metros de espalda al arco- su preparación física tenía que ser distinta.

Estacio llevó a Gaibor a Emelec
Silvano Estacio, que en ese tiempo era jugador de Emelec, fue la segunda persona que tras ver sus condiciones intercedió para que Fernando juegue en un equipo.

En esa época (2001-2002) los jugadores aprovechaban las vacaciones de diciembre para jugar certámenes cortos en las provincias. Fue así que Estacio llegó a Montalvo y conoció a la familia de Gaibor.

Tras ver su calidad y ante un pedido de su padre, Estacio decidió hablar con Humberto Pizarro -que en ese entonces era DT de las divisiones formativas de Emelec- para que haga una prueba.

“Tanta es la calidad de Fernando que en esa época, cuando tenía 14 años, su papá ya lo ponía a que juegue con nosotros, en algunos partidos unos minutos”.

Tal como sucedió hace 10 años, la primera respuesta fue negativa  por la misma razón: era muy joven, tenía 16 años. Pero Estacio insistió porque Fernando tenía mucha calidad y le dieron una oportunidad para probarse.

Inicialmente, Gaibor tenía que viajar todos los días de Montalvo a Guayaquil, en bus por una hora y 40 minutos. Luego de pasar todas las pruebas y ser parte de la institución ‘eléctrica’ quedó a órdenes del profesor Rolando Sinisterra, que por esa época manejaba el equipo de la categoría sub-17 del ‘Bombillo’.

Sinisterra recuerda que cuando llegó Fernando a Emelec jugaba como 10 (volante de armado) y que tuvo la predisposición de ubicarse como doble 5.

“Una vez en un Clásico del Astillero yo lo tenía a Gaibor en el banco porque otro compañero estaba mejor. En el segundo tiempo lo meto y metió un gol de tiro libre que me lo vino a gritar a mí. Pero no pasó nada más, entendí que él quería jugar”.

El paso de las formativas al primer equipo de Emelec se dió en 2010. Fue el actual DT de la selección argentina, Jorge Sampaoli, que lo observó y decidió subirlo al equipo de mayores.

Su primer partido oficial fue el 28 de febrero de 2010 ante Liga de Quito. Luego de eso vinieron cuatro títulos de campeón nacional. (I)


En la gráfica aparece el exjugador de Emelec, Silvano Estacio (arriba). En esa época conoció a Fernando Gaibor (abajo); años después lo llevó a Emelec. Foto: Cortesía

Su formación
Semillitas, su primer equipo
Con apenas 5 años, su juego asombró al profesor Carlos Ortega, quien además de dirigir al equipo escolar era el DT de Semillitas de Montalvo. Por 10 años mostró su talento en varias canchas de la provincia de Los Ríos.

2 equipos profesionales ha defendido Gaibor en toda su carrera: Emelec y ahora Independiente.

Selección de Los Ríos
Su paso en la selección de fútbol de Los Ríos fue fundamental para madurar como jugador. Fue en ese lapso cuando, de la mano del profesor Joaquín López, encontró su puesto en la cancha. (I)


‘Chenan’ es un ejemplo de humildad en Montalvo

En Montalvo todos hablan bien de Fernando Gaibor o ‘Chenan’, como cariñosamente le dicen.

“A pesar de haberse convertido en un ídolo en Emelec, nunca se le subieron los humos”, cuenta Juan Macías, un vendedor de agua en el centro del cantón riosense, que afirma haberle vendido en más de una ocasión una fundita o botella con el líquido vital.

“Cuando viene él saluda a todos los que se cruzan en su camino, y si es de bajarse de su camioneta para abrazar a alguien, lo hace”.

Su abuelo, el agrónomo Vicente Gaibor Linch, destaca su disciplina y buen sentido del humor. Recuerda que aunque no fue un estudiante brillante -porque siempre se inclinó por el fútbol- se preocupó por terminar bien los cursos y demostrar respeto.

El orgullo de don Vicente, más allá de lo futbolístico, es saber que su nieto no ha estado envuelto en problemas o conflictos de ninguna índole, y recalca que eso se debe a la buena educación de valores que tuvo en su casa.

Incluso su rostro cambia y frunce el ceño cuando recuerda que Gaibor, dentro de los partidos, discute con los árbitros y sale a defender a compañeros del equipo en alguna pelea.

“Yo siempre le digo que esté tranquilo, que no reclame porque el juez no va a cambiar la decisión jamás. Y más aún defendiendo a otros compañeros, metiéndose en problemas ajenos”.

‘Chenan’ pasó prácticamente toda su niñez y parte importante de su juventud en la casa de su abuelo. Ahí, en un gran portal que a la vez sirve de parqueadero, le instalaron un pequeño arco, para que pase pateando el balón.

Arturo Tenelema, su compañero en el equipo Semillistas, recuerda una de las últimas veces que vio a Fernando en Montalvo, antes de su viaje a Buenos Aires.

“Yo estaba en el centro comprando algo para mi esposa y escucho que pita una camioneta y era Fernando. Se me hizo raro que no bajara. Me acerqué al carro porque me llamó y me dijo que suba, que estaba en pijama y que por eso no se bajaba. Ahí nos quedamos conversando”. (I)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media