Delfín, orgullo de Manabí
Delfín completó con éxito un proyecto deportivo que inició hace tres años con la llegada de Guillermo Sanguinetti al cuerpo técnico, y que un año después lo continuó el actual DT, Fabián Bustos.
En 2017 la intención de la dirigencia liderada por José Delgado era ubicar al equipo entre los primeros cuatro del campeonato nacional, pero al finalizar el año logró superar el objetivo: fue finalista.
La dirigencia -ese año- hizo un esfuerzo para reforzar la plantilla y contrató a 16 nuevos futbolistas. La idea de juego se consolidó y de forma rápida se creó una identidad táctica basada en solvencia defensiva y rapidez ofensiva.
En la primera fase de ese torneo (2017) Delfín registró un invicto de 21 partidos. Ganó 13 cotejos, empató ocho y perdió solo uno. En la segunda fase terminó cuarto.
En el certamen de 2018 y bajo la dirección de Bustos, terminó quinto en la primera etapa y cuarto en la segunda. Aunque no disputó el título, sí obtuvo un cupo para la Copa Libertadores de 2019.
En ese tiempo, el “cetáceo” disputó dos finales: una por campeonato nacional (2017) y otra por la naciente Copa Ecuador (2019). La primera la perdió ante Emelec y la segunda frente a Liga de Quito. Por esa razón, la final de la LigaPro fue una suerte de revancha para los dirigidos por Bustos.
Noveno campeón nacional
Delfín se convirtió este domingo 15 de diciembre de 2019, en el noveno equipo ecuatoriano que consigue un campeonato nacional de serie A, desde su inicio en 1957.
Los otros ocho clubes campeones fueron: Barcelona (15), Emelec (14), El Nacional (13), Liga de Quito (11), Deportivo Quito, Deportivo Cuenca, Olmedo y Everest, con uno cada uno.
Además, el cuadro “cetáceo” logró que Manabí entre al selecto grupo de provincias que cuentan con equipos campeones. Las otras son: Guayas (3), Pichincha (3), Azuay (1) y Chimborazo (1).
Los de Manta entran a la historia del fútbol nacional al ser el primer campeón de un torneo organizado por la Liga de Fútbol Profesional, más conocida como LigaPro.
El camino al título 2019 se inició con una victoria (2-0) en condición de visitante ante Fuerza Amarilla. Luego, en la fase regular, vinieron 14 triunfos, ocho empates y siete derrotas.
Para esta temporada, el DT y la dirigencia decidieron reforzar al equipo con ocho nuevos jugadores. Los refuerzos internacionales fueron Sergio López y Luis Vila, quien dejó el club. Ellos se sumaron a Bruno Piñatares y William Riveros, que ya estaban en el club.
La intención de Bustos fue mantener la misma base que venía jugando en las dos últimas temporadas y solo reforzar en algunos sectores de la cancha, es así que Delfín fue uno de los pocos equipos que realizaron contrataciones a inicios de 2019.
En las 30 jornadas que tuvo la fase regular (primera etapa) de la LigaPro, el equipo “cetáceo” nunca fue líder. Su mejor posición de 2019 fue el segundo lugar, que lo ocupó en dos ocasiones.
Durante la fase regular Delfín solo perdió siete partidos, tres de los cuales como local y cuatro de visitante. En el estadio Jocay, donde hace de local, empató en cuatro oportunidades.
En los playoffs -fase a la que llegó por terminar cuarto en la etapa regular- Delfín eliminó a Independiente del Valle (cuartos de final) y al Macará (semifinales). Superar a los “celestes” de Ambato tuvo más mérito, ya que habían sido los más regulares tras terminar la primera etapa como líderes.
En las finales, Delfín logró un empate importante en el encuentro de ida en el estadio Rodrigo Paz. La estrategia de Bustos fue defensiva y pudo neutralizar el sistema que quiso implementar el DT de Liga de Quito, Pablo Repetto.
Y este domingo 15 de diciembre, en el estadio Jocay de Manta, apoyado por su hinchada, Delfín logró el resultado para alcanzar su primera corona nacional.
El título nacional le da a los “cetáceos” la oportunidad de disputar la fase de grupos de la Copa Libertadores. Por llegar a esta etapa del torneo continental recibirá un total de $ 3’000.000.
Este 2019, además de disputar la LigaPro, Delfín jugó la Copa Libertadores y la Copa Ecuador, en esta última logró llegar a la final.
Trabajo dirigencial
El primer título de Delfín en serie A se respaldó en un excelente manejo financiero. A inicios de año, la dirigencia anunció que realizarían una inversión de $ 4’500.000.
Delgado explicó en 2017 que administrarían al club como una empresa privada para obtener resultados, no solo en lo deportivo sino en lo institucional. “Creo que la responsabilidad de los dirigentes es mirar a sus equipos como una empresa privada. Es decir: armar un presupuesto, hacer sus análisis de endeudamiento y capacidad de pago”.
Según Transfermarkt, sitio especializado en fichajes de futbolistas, la totalidad de la plantilla de Delfín se valora en $12’900.000. Esta cifra no considera el aumento que tendrán de los derechos deportivos de los jugadores del primer plantel del Delfín tras obtener el campeonato nacional.
De la plantilla 2019 los derechos deportivos más caros son los de Carlos Garcés, que cuestan $ 1’500.000. Aunque no se confirmaron salidas de jugadores, existe la posibilidad de que se realicen cambios en el cuerpo técnico.
Delgado reveló una semana antes de las finales que existe la posibilidad de que Bustos deje la institución tras el torneo de 2019. “Siempre vamos a ser agradecidos con él”.
El legado de Bustos
De darse su salida, Bustos deja un legado importante en el club “cetáceo”. Asumió el cargo de director deportivo en 2017, pero ante la salida de Sanguinetti aceptó dirigir al equipo principal en el torneo ecuatoriano de 2018.
Hasta antes de la final contra Liga de Quito dirigió un total de 85 encuentros. Ganó 42, empató 23 y perdió 20. Sus equipos marcaron 133 goles y recibieron 95 tantos.
Como futbolista, Bustos militó en cuatro equipos de Ecuador: Deportivo Quito, Macará, Manta y Deportivo Saquisilí, el último en 2003. Pasaron tres años, tras su retiro como futbolista (2006) para que retorne a Ecuador en calidad de DT. Su primer equipo fue el Manta en 2009, luego se encargó del Deportivo Quito, Imbabura, Técnico Universitario, Macará, Liga de Portoviejo y Delfín, en este último en dos etapas.
Bustos es considerado por sus dirigidos como un técnico enérgico y estricto, pero que los comprende dentro y fuera de la cancha. Así se evidenció en la final de la Copa Ecuador cuando convenció al equipo de salir a recibir la medalla por el segundo lugar a pesar de sentirse perjudicados por la terna arbitral.
“Los jugadores no querían entrar a recibir la medalla. Estaban noqueados. En Quito, cuando pasó la jugada de Antonio Valencia, se querían retirar del terreno de juego. Tuvimos que entrar con el cuerpo técnico para que no se vayan”.
Otra muestra de empatía con sus jugadores sucedió en la primera final de la LigaPro, el miércoles en Quito, cuando decidió sacar de la cancha al mediocampista argentino Sergio Daniel López. El volante de 30 años no ocultó su molestia al verse sustituido -en su lugar entró Francisco Mera-, pero al llegar a la zona técnica fue recibido por Bustos, quien lo abrazó y lo felicitó por el partido.
En lo futbolístico, Bustos es práctico y se adapta a las necesidades de los partidos sin empeñar su estilo de juego basado en la fuerza de su defensa y la rapidez de sus laterales y volantes para armar el juego ofensivo.
Un partido clave dentro de la obtención del título fue el empate sin goles, en el duelo de ida disputado en el estadio Rodrigo Paz. Ese día Bustos anuló el juego de Liga de Quito con un disciplinado sistema defensivo.
A pesar de las variantes que realizó Pablo Repetto (DT de Liga), los “cetáceos” no tuvieron problemas para sacar su arco en cero. Aunque tampoco lograron armar los contragolpes ofensivos.
Este domingo 15 de diciembre de 2019 en Manta, Bustos no especuló y esperó con orden a su rival. Pobló con más hombres la media cancha y cortó los circuitos de juego que los “albos” pretendieron diseñar en el centro del campo y por las dos bandas.
Al final, la disciplina táctica y el apoyo de la hinchada fueron las herramientas que diseñaron el título. (I)