Juan Carlos Burbano es una voz autorizada para hablar de la Selección Ecuatoriana de Fútbol. Fue parte de la plantilla que clasificó al Mundial de Corea-Japón 2002, el primero para la Tricolor. Jugó 19 partidos internacionales con el combinado nacional. 

Burbano lamenta que la Ecuafútbol se haya demorado en designar al entrenador de la “Tri”. Su lectura del escenario futuro del equipo es clara: Ecuador tiene que irse olvidando del Mundial Catar 2022, aunque nunca está de más intentarlo. 

Su recomendación es que ejecute y consolide un proyecto a mediano y largo plazo, con la idea de trascender en la cita de 2026, en Estados Unidos, Canadá y México.  

Considera que la contratación de un entrenador europeo aportará disciplina, orden y el profesionalismo que a los futbolistas ecuatorianos —no a todos— les falta.  

Burbano advierte que el nuevo estratega de la Tricolor no podrá prescindir de los jugadores experimentados, pero para ello se debería analizar bien con cuáles se cuenta. Para él, imprescindibles serían los que sean un ejemplo para sus compañeros más jóvenes, dentro y fuera de la cancha.  

Faltan 75 días para el primer partido de las Eliminatorias Sudamericanas ante Argentina, ¿se puede armar una selección en tan poco tiempo?

La demora de la Ecuafútbol ha sido perjudicial. Un entrenador no puede implantar de la noche a la mañana su filosofía de juego, reglas y disciplina.

Para eso se requiere un proceso. En la selección lo que menos tienen los entrenadores es tiempo para trabajar porque es difícil reunir a todos los jugadores.

Se necesita convivencia para conocer el material humano y saber cómo piensa cada uno. Hemos perdido el tiempo y estamos dando ventajas a los rivales.

¿Cuál es el tiempo apropiado para observar y armar una selección?

Lo ideal habría sido tener director técnico en la última Copa América. Hubo tiempo para hacer un planteamiento táctico y tener una idea.

Con “Bolillo” Gómez se tenía algo encaminado, pero se cortó el proceso y lo lógico habría sido nombrar enseguida al adiestrador para que trabaje los últimos seis meses.

Célico, en los amistosos que dirigió, ya pudo plantear una idea. Hay que apurarse, porque tres meses es poco tiempo para desarrollar la idea en la parte táctica.

¿Qué debe convocar el DT que venga: jugadores experimentados y juntarlos con los más jóvenes o empezar un proceso desde cero con elementos nuevos?

Es difícil que en estas Eliminatorias lleguemos muy lejos. Eso no significa que se deba abandonar el objetivo de clasificar. Hay que luchar. Hay que trabajar a mediano y largo plazo. Mediano plazo sería el Mundial de 2026, allá se debería apuntar como un proceso y para eso, con los chicos de la sub-23 y sub-20, para ahí sí trascender, no solo clasificar.  

¿Son imprescindibles los jugadores experimentados, considerando que se trabaja con el tiempo en contra?

Habría que analizar bien qué experimentados. Ellos son los llamados a ser el ejemplo, llevar de la mano a los más jóvenes. Darles confianza dentro de la cancha, que aprendan a no dar ninguna pelota por perdida. Deben ser imprescindibles, pero si es que son totalmente ejemplares para los más jóvenes.   

¿Qué le puede dar un técnico europeo a la Tricolor a diferencia de uno cercano al entorno ecuatoriano?

Hay una frase que Francisco Maturana dijo una vez: “como se vive, se juega”. Un europeo nos puede dar mucha educación, disciplina, orden, profesionalismo. Todavía vemos que en algunos casos falta.

Como aprenderíamos a vivir, así también jugaríamos: mucho más responsables, ordenados, profesionales dentro de la cancha. El europeo lo tiene en su mentalidad. Otra cosa es la puntualidad. En la cancha eso también se refleja, la vida se aplica al fútbol.  

¿En qué se basan los entrenadores para hacer una convocatoria?

Lo más importante es ver el rendimiento deportivo. Un jugador con buenas condiciones técnicas, también la parte física, la rapidez, la velocidad, su resistencia, fuerza.

En lo táctico, se necesitan jugadores inteligentes, que comprendan rápidamente la idea del DT. Otro factor también son las condiciones mentales, el DT debe entrevistar, saber cómo piensa y así saber quién es seleccionable.  

¿Cuál debería ser el papel de Jorge Célico en este proceso?

Debería ser la mano derecha del nuevo DT. Él los ha tenido (a los seleccionados) en los últimos meses y más aún para el proceso al que me refiero. Seguro presentará informes individuales de cada uno e informes generales del equipo.

¿Cuál es el estilo de juego que se debe adoptar en la selección, sobre la base de los jugadores que hay actualmente?

Me gusta la idea de Célico, por el hecho de buscar jugadores muy técnicos, jugar a ras de piso, con posesión de juego y siendo más verticales. Él en sus equipos siempre buscó el arco rival, con buen juego.

En Católica lo hizo, en un momento determinado, por ser tan ofensivo lo golearon, pero en la selección sería más equilibrado. Me gusta la filosofía de tener una selección atrevida, que busque el arco rival.  

¿Qué debe hacer el nuevo DT para manejar el grupo y hacer frente a la indisciplina?

Tiene que poner las reglas claras desde el principio. El jugador debe responder de forma profesional a las convocatorias. En el equipo deben estar los jugadores que amen a la selección.

No debe haber perdón para los indisciplinados. Porque ya hubo muchos casos últimamente y ya es hora de dar también ese salto a nivel profesional.  

El discurso de la FEF apunta a una reestructuración a largo plazo, ¿qué debe pasar entonces con el Mundial 2022 y la Copa América?

El proyecto a largo plazo es interesante pero hay objetivos a corto plazo. El Mundial y la Copa América no son objetivos pequeños, son gigantes que no hay que dejarlos pasar. Son cuentas pendientes. Hay que jugar todos los partidos pese a que hemos dado ventaja y nos hemos demorado. (I)