Mañana, desde las 05:00, la final de la Copa Mundial sub-20 estrenará nuevos colores, con las primeras presencias de los seleccionados de Venezuela y de Inglaterra.

En sus respectivos encuentros continentales (semifinales), tanto la Mini-Vinotinto como los jóvenes Leones lograron superar un tanto de desventaja para llegar al partido 52º de Corea del Sur 2017.

Inglaterra lo hizo remontando con tres dianas y Venezuela gracias a un empate en el último minuto del tiempo reglamentario que lo llevó a una infartante tanda de penaltis.

Samuel Sosa y el arquero Wuilker Faríñez fueron los héroes del combinado sudamericano para imponerse a Uruguay, mientras que Dominic Solanke y Ademola Lookman orquestaron la reacción del último representante europeo.

Si en algo se parece el juego de ambas selecciones en su sistema ofensivo. Son dos equipos que van siempre adelante y atacan con varios hombres, ejerciendo presión en la cancha del rival.

Venezuela e Inglaterra son las dos selecciones con más goles en el certamen: 14 para la Mini-Vinotinto y 11 para los europeos, una muestra clara de su poderío ofensivo.

Otra coincidencia en su juego es la mentalidad ganadora a pesar de las situaciones adversas o de los marcadores en contra, como sucedió en las semifinales donde tuvieron que remontar.

Por otra parte, el compromiso por el tercer lugar, que se disputará a las 03:00 de mañana, enfrentará también a un sudamericano (Uruguay y una europea (Italia), dos selecciones fuertes y ordenadas.

El encuentro final se disputará en el Suwon World Cup Stadium. La incertidumbre traspasa lo deportivo y radica en la respuesta del hincha que durante el certamen no ha llenado ninguno de los estadios, ni cuando jugó su selección (Corea del Sur) se observó un escenario totalmente copado.

Por ejemplo, en la apasionante semifinal entre los sudamericanos solo había 3.486 personas en las tribunas del Estadio de Daejeon, con capacidad para 40.000. Para la que midió a Inglaterra con Italia la cifra fue solo un poco superior, 5.329. (I)