Miguel Ángel Ramírez, un profeta en una tierra muy lejana a la suya
Miguel Ángel Ramírez, DT campeón de la Copa Sudamericana con el Independiente del Valle, inició su carrera dentro del entrenamiento deportivo a los 20 años de edad siendo asistente primero y luego técnico del Unión Deportiva de Las Palmas (España).
Su visión inicial era la de triunfar en su ciudad y luego en el país. Pero el destino lo llevó por tierras que antes no tenía en mente visitar. Luego de ocho años (2012) dejó su ciudad natal -Las Palmas- para vincularse como entrenador del equipo juvenil del Deportivo Alavés, en la localidad de Vitoria.
En esa ciudad, además de trabajar como DT, terminó sus estudios en ciencias de la actividad física. Su trabajo rindió frutos de forma acelerada y pasó a dar una mano -por un año- como asistente técnico del equipo de mayores. Su experiencia y trabajo en el Deportivo Alavés fueron observados desde Catar por la Aspire Academy.
El instituto catarí invitó a Ramírez a trabajar con ellos y el oriundo de Las Palmas no dudó en dejar su país con la intención de ampliar su visión y adquirir nuevas experiencias. Con la Aspire Academy trabajó seis temporadas (2012-2018).
Incluso trabajó con las selecciones juveniles de Catar, de las categorías sub-17 y sub-19, como asistente. “La experiencia en Medio Oriente fue un doctorado, por el perfil de jugadores, porque tuve que romperme la cabeza para que los chicos mejoraran, pero sobre todo las personas que me ayudaron. Creo que después de salir de Catar estoy a años luz del entrenador que era en Las Palmas”.
Pedido por Olabe
Estando en Catar recibió la oferta del Independiente del Valle para el puesto de gerente de las formativas. Dejó atrás un proyecto importante que, entre otras cosas, tenía como misión formar las bases de la selección absoluta que disputará el Mundial de 2022.
“Me marcho porque entiendo que ya había finalizado una etapa, quería retos nuevos. Fueron seis años muy intensos, de muchos viajes, competiciones internacionales y más... Pero decidí volver a hacer la maleta, como un día al salir de Las Palmas y buscar otra aventura, otro país, otra cultura”, le confesó el DT a diario Marca de España.
Su vinculación al club del Valle era clave para seguir con la línea española, ya que llegó por pedido de Roberto Olabe, su compatriota. Fue Olabe -que luego de dos meses de trabajar en el Independiente regresó a su país- quien lo convenció de ir a Catar para ampliar sus conocimientos de técnico.
Ramírez mismo destaca la influencia de Olabe en su formación y le agradece por las oportunidades. Mientras estuvo gerenciando las formativas del club del Valle se dio la salida de Ismael Rescalvo, quien aceptó una propuesta de Emelec.
La dirigencia del Independiente inicialmente le pidió que se haga cargo de la formación del equipo. “Me piden que de manera interina y hasta que pueda llegar el nuevo cuerpo técnico, pero finalmente deciden que la mejor opción es que yo liderase la dirección técnica”.
Tras aceptar el reto inicia sus trabajos con su equipo de asistentes: Martín Anselmi (argentino), Feliz Sánchez (español). A los pocos días de estar en el país reconoce el talento de los futbolistas ecuatorianos, pero asimismo revela algunas falencias.
“El jugador ecuatoriano es talentoso, con un perfil físico impresionante, pero hay más talento que hábito (...) Creo que hay que ordenarles también sus vidas para que puedan exponenciar todas las cualidades físicas y técnicas que poseen”.
Desde que llegó trabaja de la mano con la tecnología. Camina y observa cada uno de los movimientos y los compara con los registros estadísticos (técnicos y físicos) que uno de sus asistentes le muestra en una tablet.
Además de los trabajos en cancha es un convencido de los análisis y para eso se acompaña de los videos de los rivales y los propios, tanto de los partidos como de los entrenamientos, la idea es corregir y mejorar. (I)
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