La final aguarda por el histórico Lanús
Lanús vive uno de los momentos más dulces de sus 102 años de historia, tras convertirse en el primer finalista de la Copa Libertadores de América 2017. Todo endulzado, además, con la gesta histórica alcanzada la noche del martes, cuando remontó un marcador adverso y dejó en el camino a River Plate.
Para el cuadro ‘granate’ será la cuarta final continental. En dos ocasiones alcanzó la instancia decisiva en la desaparecida Copa Conmebol; la ganó en 1996 y se quedó con el segundo puesto en 1997.
Su último título es más reciente, cuando levantó la Copa Sudamericana 2013. Justamente en ese torneo también dejó en el camino a River, en los cuartos de final.
Hoy vuelve a la palestra en Sudamérica de la mano de Jorge Almirón, el DT más ganador del club con tres títulos, todos conseguidos en 2016. En esa temporada ganó el campeonato de primera división -el segundo de su palmarés-, también la Copa Bicentenario y la Supercopa Argentina.
“Después del partido, cuando llegué a casa lo volví a ver. La verdad es que fue algo épico, histórico. Fue un partido rarísimo, porque arrancamos bien, pero nos sacaron ventaja y parecía que se venía todo abajo. En el segundo tiempo volvimos a meternos al partido, más allá del resultado, el equipo debía terminar con grandeza, siempre peleando. Hacer cuatro goles en un partido así no es nada fácil”, dijo el entrenador, con algo más de calma, tras asumir una victoria que parecía imposible.
La clasificación a su primera final de la Libertadores tuvo una mezcla de alegría y también tristeza. Ayer falleció uno de los símbolos del equipo, Ramón Cabrero, el entrenador que logró el primer título de Lanús en 2007. Se mantuvo como secretario técnico en la actualidad y siempre era consultado por la directiva. Sin embargo, sufrió un accidente cerebrovascular en marzo y no pudo recuperarse.
En ese plantel de 2007, Cabrero contó con dos elementos que hoy son los estandartes del finalista: José Sand y Lautaro Acosta. El primero de ellos es uno de los goleadores de la Copa con ocho tantos, gracias a los dos que le marcó a River.
El ‘Pepe’ Sand es ya un ícono para los ‘granates’. A sus 37 años y cuando se pensaba que ya dio lo mejor de su fútbol, apareció para comandar a Lanús en la Libertadores. En su extensa carrera como delantero, que arrancó a finales de los 90, nunca rindió tan bien como cuando se puso la camiseta de Lanús.
Entre 2007 y 2009 marcó 59 goles con el equipo, lo que le valió para ir hasta Emiratos Árabes Unidos, luego a España y México. Su vuelta a su país no fue productiva, a pesar de que jugó en equipos importantes como Tigre o Racing.
Sin embargo, pudo demostrar que aún tenía goles que marcar y en la Primera B de Argentina se mantuvo vigente con Boca Unidos y Aldosivi. A finales de 2015 volvió a Lanús y el día de su presentación no pudo evitar las lágrimas.
“En muchos clubes hice goles, pero Lanús me dio todo. La gente me decía que esperaba mi vuelta; yo voy a dar el máximo y quiero retirarme acá. Quiero demostrar que puedo seguir jugando y apostar por el club”, dijo en diciembre de hace dos años.
Con su apuesta se ganó el premio mayor. Los tres títulos de 2016 y ahora la final de la Libertadores lo dicen todo, pero evidentemente que el veterano delantero querrá terminar el año con el trofeo más importante de esta parte del continente.
El club argentino tiene su boleto para las finales del 22 y 29 de noviembre, pero más allá de pensar en eso, el DT asegura que solo planificarán ahora el partido del sábado contra Olimpo por el torneo local.
La hinchada continúa de fiesta y no dejan de celebrar la gesta de dejar en el camino a uno de los candidatos firmes al título, por la forma en la que lo consiguieron.
En el torneo actual, Lanús logró una campaña destacada, tras ganar el grupo 7 que compartió con Chapecoense de Brasil, Nacional de Uruguay y Zulia de Venezuela.
En octavos dejó en el camino a The Strongest de Bolivia, mientras que en los cuartos lo hizo contra otro argentino: el San Lorenzo. La escuadra ‘granate’ pretende que la hazaña se consume con el trofeo de la Copa. (I)
River Plate se queja del VAR, pero no presentará un reclamo ante la Conmebol
La derrota del martes pasado dejó a River Plate con un sabor amargo, luego de que la clasificación a la final se les escapó. Con el 3-0 global el partido parecía sentenciado, pero no contaba con la respuesta de su rival.
Sin embargo, tras el partido hubo quejas en torno al videoarbitraje, pues el equipo dirigido por Marcelo Gallardo se sintió perjudicado porque el réferi Wilmar Roldán no habría aplicado la tecnología en una jugada específica, cuando Iván Marcone tocó el balón con la mano en el área.
Los directivos ‘millonarios’ evaluaron hacer un reclamo a la Conmebol, porque en un inicio se sintieron aludidos. Ayer, el presidente del equipo, Rodolfo D’Onofrio, desmintió aquello en su cuenta de Twitter.
“River no va a hacer una presentación (ante la Conmebol). Es una enorme mentira. La tecnología se usó para un solo lado; eso fue claro”.
El directivo se refirió a la jugada en el área de su equipo, en la que un jugador de Lanús fue derribado y Roldán verificó en el VAR para luego dictaminar que en efecto hubo una falta.
“Fallamos en el uso de la tecnología y fuimos perjudicados. Hubo muchos errores y no se pudieron poner de acuerdo. Claramente no sirvió para nada. Sirvió para un solo equipo y eso es desalentador. El sistema debe usarse para los dos equipos”, dijo Gallardo en la rueda de prensa tras el partido. (I)