“Esta emergencia incidió bastante en mi plan de vincularme a Boca Juniors. A mediados de marzo debía abrirse el libro de pases acá en Argentina y ahora se tuvo que cancelar todo por la pandemia del coronavirus.

La Asociación del Fútbol Argentino suspendió todos los torneos nacionales y entonces quedó en stand by la firma del contrato con el equipo. Desde la temporada pasada tenía el visto bueno del entrenador principal, Cristian Meloni. Y por eso a inicios de febrero vinimos con mi esposo, Juan Buñay, y mi hijo, Benjamín, a radicarnos acá, a esperar que se abriera el período de inscripciones.

Estuvimos entrenando normalmente con el resto de chicas pero ahora estamos como quien dice en el limbo, sin saber qué va a pasar y muy preocupada. Mi objetivo era quedarme en Boca hasta comienzos de agosto, por el trabajo de mi esposo y otras razones personales, pero nos toca ver cómo se van dando las cosas.

Así que hay que esperar, porque en este momento nadie está trabajando y no hay nada, todos están en sus casas, entonces no se puede hacer mayor cosa.

Con el club estaba todo bien, se venía la temporada de fichajes con la apertura del libro de pases. Tenía todo listo para sellar mi vinculación al club. Ya me había contactado con la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) para que me ayuden agilitando el tema de la documentación y hubo toda la predisposición de la FEF para ello, pero justo se cortó todo.

El contrato no lo firmé porque Boca Juniors quería asegurarse, lógicamente, teniendo mi carta pase, pero todo quedó suspendido.
Hasta que eso suceda estaba poniéndome en forma y a punto para poder ganarme un puesto entre las titulares y disputar el torneo, pero así se dieron las cosas y por lo pronto hay que precautelar la salud de uno, la de mi familia y el bienestar de todos.

Por eso estoy un poco contrariada porque capaz no llego a cumplir mi sueño, porque si aplazan el campeonato femenino, como hay rumores de que sea hasta septiembre, yo ya no estaría aquí y hubo mucho esfuerzo personal y económico de por medio para que pueda cumplir este anhelo. Además, estoy contrariada por las circunstancias y no tengo otra palabra para explicar el momento que estoy pasando.

Esta estancia en Boca me hace rescatar cosas como haber conocido a grandes compañeras, a un cuerpo técnico de primer nivel y haber pisado la Bombonera, porque es un estadio histórico y tiembla de verdad en cada partido que el equipo hace de local.

Antes de la paralización tuve cerca de un mes o un mes y medio de entrenamientos. De no darse la vinculación a Boca Juniors, manejo otras opciones en el país y afuera.

Hace poco tuve una llamada de un equipo español para poder seguir mi carrera allá, pero eso debo analizarlo con mi esposo. Otra opción es quedarnos en Ecuador y jugar la Superliga con el campeón, Deportivo Cuenca”. (I)