Egas anuncia una reestructuración en la FEF y en la Tricolor
Hablar de reestructuración no es un tema nuevo en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). El ente que regula a las selecciones nacionales atraviesa una crisis económica, ética y de valores, según reseñó el presidente de la entidad, Francisco Egas.
Tras el “terremoto” que provocó en Sudamérica el FIFAGate y la salida de Luis Chiriboga, tras 17 años en el cargo, su sucesor, Carlos Villacís, ofreció una reestructuración total de la FEF.
En un comunicado emitido a mediados de 2016 se indicó que la Ecuafútbol comenzó “un agresivo y silencioso proceso de cambio organizacional”, con el afán de reestructurar y mejorar la imagen del máximo organismo que rige el balompié de Ecuador.
Se contrató a una empresa auditora, que indicó que se realizaron transacciones sospechosas provenientes de la Conmebol, pero no se conocieron detalles a fondo. Villacís dijo que existía “una cláusula de confidencialidad”.
Dos años después, Egas anunció que el fútbol nacional necesita un plan a mediano y largo plazo que permita conseguir los objetivos que se pretenden.
“Heredamos un sistema de costumbres que ha funcionado durante décadas y que hoy genera un ambiente de desorden, incertidumbre y preocupación”, dijo ayer durante una extensa comparecencia ante los medios.
Para el directivo, el cambio no tiene que ver con los nombres, sino con el sistema con el que funciona la FEF. “Será un tratamiento largo, duro y doloroso”.
Egas se refirió en varias ocasiones al tema disciplinario y de conducta a la interna, sobre todo de la selección mayor. Dejó entrever que en las recientes concentraciones, el comportamiento de los futbolistas no ha sido el correcto.
“Se han revelado comportamientos que no van de acuerdo con la exigencia del deporte de alto rendimiento. Sancionaremos de forma ejemplar a quienes hayan incumplido las normas de conducta en concentración”, expresó en Quito.
Egas no ahondó más en el tema ni se refirió a los actos de indisciplina de los jugadores. Sin embargo, el periodista Reinaldo Romero, de radio La Red -que cubre en Brasil el certamen-, reveló lo que habría sucedido.
“Luego de medirse con Japón, seis jugadores de Ecuador armaron la fiesta en el piso 17 del (hotel) Hilton Garden, en Belo Horizonte”, publicó en su cuenta de Twitter, dos horas después de la rueda de prensa del presidente de la FEF en la Casa de la Selección en Quito.
Hasta el cierre de esta edición no se conocían los nombres de los involucrados que mencionó Romero. “Hay normas de respeto y convivencia. Es la ausencia de ellas lo que más nos alarma, en la convivencia reciente de nuestros grupos de seleccionados y colaboradores”, amplió Egas.
Los balances y reportes financieros, auditados a diciembre de 2018, revelan cifras negativas para la Ecuafútbol. En el ejercicio 2018 el ente presenta una pérdida de $ 5,8 millones y un déficit de capital de trabajo de $ 7,9 millones, por lo que el acceso a un crédito es prácticamente nulo.
También se rediseñará el modelo remunerativo y de premios que actualmente mantiene la selección. “La motivación de integrar el equipo de todos tiene que estar sobre todo en lo trascendente, no en lo económico”, añadió el presidente.
Carlos Sevilla, DT ecuatoriano, señaló a EL TELÉGRAFO que el fútbol ecuatoriano “estaba enfermo, por su estructura”. Aquello fue confirmado por las declaraciones de Egas, que analizará con el cuerpo directivo las acciones a tomar por la FEF. (I)