El exfuncionario aceptó manejos dolosos de los contratos por los derechos de TV de las Copas Libertadores y Sudamericana
Figueredo daría información para que se indague a otros directivos sudamericanos
Eugenio Figueredo, expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CMB), será el primer testigo extranjero en brindar su testimonio ante la justicia ecuatoriana dentro de la investigación por supuesto lavado de activos que se les sigue a Luis Ch., Francisco A. y Vinicio L., funcionarios de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Galo Chiriboga, fiscal general del Estado, calificó de muy importante el testimonio del directivo uruguayo, quien guarda prisión en su país luego de ser procesado por estafa y lavado de activos, delitos derivados de sus maniobras como miembro de la Conmebol.
En sus declaraciones a las cortes uruguayas, Figueredo aseguró conocer quiénes fueron los directivos de las federaciones nacionales de la región que habrían recibido coimas. “En sus declaraciones no se ha medido en palabras con Luis Ch., pero no podemos procesar lo que sale en los medios, debemos ir a la fuente y en este caso es Figueredo”, respondió la autoridad ecuatoriana al portal Ecuadorinmediato.
La participación del expresidente de la Conmebol se consiguió gracias a la cooperación de la justicia uruguaya, y será receptada a partir de las 09:00 del 29 de este mes en la Unidad Judicial Penal de Pichincha ante la jueza Ana Lucía Cevallos, correspondiendo al pedido de Diana Salazar, fiscal de la Unidad de Antilavado de Activos, presentado el 5 de enero. Antes de ser procesado, el ex hombre duro del balompié sudamericano, mencionó que no era un “buchón” (delator, soplón), pero no estaba dispuesto a caer solo, ya que “en algún momento hay que empezar a decir la verdad”.
En su dictamen Juan B. Gómez, fiscal letrado nacional en lo penal especializado en crimen organizado, establece que Figueredo reconoce los manejos indebidos de dinero en la Conmebol, asegurando que al asumir la presidencia procuró “legalizar la plata dulce”, que se repartían quienes participaban de “una red de corrupción que, lamentablemente, azotó al fútbol sudamericano en impunidad que se ha mantenido durante décadas”.
Sobre estas y otras afirmaciones, Galo Chiriboga mencionó: “Esas declaraciones nos llevan a la conclusión de que en el proceso debemos incorporarlas y la incorporación de eso será a través de esta videoconferencia como testimonio anticipado”, detalló.
Descartó la posición de Juan Carlos Machuca, abogado defensor de Luis Ch. y Vinicio L., quien desdeñó el testimonio de Figueredo, añadiendo que aceptar declarar para la justicia ecuatoriana es potestad del uruguayo. Tampoco incide que su condición de imputado por la justicia de su país le reste validez a su declaración, porque Figueredo no es enjuiciado ni procesado por el caso de lavado de activos que se les sigue a los funcionarios de la FEF.
Perjuicios millonarios
En medio del ambiente navideño que reinaba en la época, el pasado 24 de diciembre, Eugenio Figueredo arribó a Montevideo, extraditado desde Zúrich (Suiza), donde fue detenido el 27 de mayo de 2015, junto a otros directivos de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA), en el estallido del escándalo de corrupción conocido como ‘FIFA Gate’, abierto por una indagación del Buró Federal de Investigación de los EE.UU. (FBI).
Ese día rindió declaraciones ante la jueza especializada en crimen organizado, Adriana de los Santos, y el fiscal Juan Gómez, quienes resolvieron procesarlo bajo prisión preventiva, instrucción que cumple en el Centro de Diagnóstico y Derivación del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), que funciona en el edificio de la ex Cárcel Central.
El investigado, que fue vicepresidente de la Conmebol entre 1993 y 2013, y presidente desde 2013 a 2014, y que cumplirá 84 años el próximo 10 de marzo, admitió los manejos indebidos del dinero del ente, desde que integró su comité ejecutivo. Entre esas maniobras constan ocultar ofertas y aceptar contratos en condiciones perjudiciales para las federaciones, clubes y jugadores. Y la presentación y aprobación de balances falsos.
Por ejemplo, acepta una pérdida de $ 68 millones en derechos de televisión de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana de 2011 a 2014, entre lo ofertado por Global Sport y lo contratado con la empresa T & T Sports, a lo que debería sumarse la pérdida por la venta de televisación, del período 2015-2020.
El mecanismo utilizado consistiría en que T & T Global, representada por Alejandro Burzaco y Eladio Rodríguez, se encargaría de comprar los derechos a un precio inferior al correspondiente y después comercializarlos a Fox Sports y Red de Globo a un valor muy superior, beneficiándose ilegítimamente, entre otros, él y Julio Grondona (+), presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y vicepresidente de la FIFA.
Figueredo confesó, además, que recibía $ 50.000 mensuales por coimas que le pagaban las empresas beneficiarias de los contratos y estaría dispuesto a ampliar las investigaciones hacia otras personas y otras situaciones. (I)
DATOS
El 24 de septiembre de 2015 el fiscal Juan Gómez solicitó a la jueza Adriana de los Santos la extradición de Eugenio Figueredo desde Suiza.
El 18 de diciembre la justicia suiza aceptó extraditar al expresidente de la Conmebol a Uruguay, pese a que la justicia de los Estados Unidos lo había requerido con anterioridad.
El 25 de diciembre Figueredo sufrió una descompensación cardíaca, de la que salió airoso. El 1 de febrero su abogada, Karen Pintos, solicitará la reclusión domiciliaria, que ya pidió antes y le fue negada.
Conmebol hostigó a clubes que la denunciaron
Los primeros en pedir un proceso judicial para Eugenio Figueredo por la mala administración de fondos fueron los jugadores agremiados a la Mutual de Futbolistas de Uruguay y los clubes Peñarol, Club C. y Deportivo El Tanque Sisley, Cerro Largo, Club Atlético Cerro, Atlético Rentista, Atlético Juventud y Racing Club de Montevideo, que presentaron la denuncia el 24 de diciembre de 2013.
Para iniciar la querella argumentaron irregularidades en los contratos televisivos de la Conmebol. En la denuncia planteaban que el organismo aceptó una oferta de T&T Sports de $ 381 millones por los derechos de transmisión de las copas Libertadores y Sudamericana de 2015 a 2020, rechazando una propuesta de Global Sports, propiedad de Francisco Casal, que ofreció $ 805 millones.
Para defenderse de esta denuncia, Figueredo recurría al español Gorka Villar, quien fue contratado como director general de la Conmebol. Gorka es hijo de Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol desde 1988, vicepresidente de la FIFA y vicepresidente primero de la UEFA. Según el funcionario uruguayo, gracias a su influencia, Gorka ‘extorsionaba’ a los clubes denunciantes y a sus presidentes, enviando a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) notas intimidatorias que luego eran ratificadas por la FIFA. A estos clubes y a la AUF se les amenazaba con el castigo de ser suspendidos. (I)
Los escándalos no son ajenos para Figueredo
Eugenio Figueredo nació el 10 de marzo de 1932 en Tala, una pequeña ciudad de Uruguay, que en 2011 registró una población compuesta por apenas 5.089 habitantes.
En su juventud se desempeñó como jugador del club Huracán Buceo de Montevideo, que en la actualidad está desafiliado del balompié profesional. Presidió dicha institución entre 1971 y 1972. De 1997 a 2006 ejerció la presidencia de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), cuando ya estaba en el Comité Ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), de la que se desenvolvió como vicepresidente de 1993 a 2013; llegando ese año a la presidencia y terminándola en 2014. Fue vicepresidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA), hasta el 27 de mayo de 2015, cuando fue detenido por la justicia norteamericana en Zúrich.
No obstante, su relación con los escándalos y vínculos poco transparentes no es nueva. Mientras se mantuvo como titular de la AUF cultivó una estrecha relación con la productora de TV Tenfield. En 2006 obtuvo la ciudadanía estadounidense de manera fraudulenta, ya que declaró ser comerciante de piedras decorativas y para no dar el examen de inglés requerido, respaldado por documentos falsos, alegó tener discapacidad mental. Su principal fuente de ingresos, según aseguraba, era una concesionaria de autos. Como titular de la Conmebol recibía $ 40.000 cada mes. (I)