Eugenio Figueredo declaró ante justicia uruguaya por denuncias contra él
El vicepresidente de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo, se presentó este miércoles ante la justicia de su país, que investiga una denuncia sobre presuntas irregularidades en los balances de la Conmebol, organismo del fútbol sudamericano que presidió hasta agosto pasado.
"Vine a la citación que correspondía y analizamos lo que entendían que tenía que analizar y terminó. Estaré a la espera de lo que pase en el futuro y cada vez que me citen vendré", declaró Figueredo a periodistas a la salida del juzgado en Montevideo.
Figueredo confirmó que presentó a su abogado ante la jueza del Crimen Organizado, Adriana de los Santos, pero declinó contestar sobre el caso que es investigado.
"Estamos en un juzgado, contra una denuncia y tiene que ser uno reservado en lo que tiene que decir", indicó. Al ser consultado sobre si la denuncia responde a intereses empresariales, respondió: "No voy a contestar".
La denuncia fue presentada el 24 de diciembre de 2013 por los clubes Peñarol, Cerro, Cerro Largo, Rentistas, Miramar Misiones, El Tanque Sisley, Racing y Fénix, además de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, gremial de los jugadores locales. Pero luego solamente la Mutual la ratificó ante la jueza en el mes de abril.
La denuncia sostiene que hubo presuntas irregularidades en el rechazo de la Conmebol a una oferta de compra de derechos televisivos que había puesto sobre la mesa el empresario local, Francisco Paco Casal.
Casal, el principal agente de jugadores de Uruguay, es dueño de Tenfield, la firma propietaria de los derechos de televisión e imagen del fútbol uruguayo.
A través de la empresa Global Sports y el canal Gol TV, el contratista había ofrecido 170 millones de dólares -según la prensa local- para transmitir todos los partidos entre 2015 y 2018, una cifra supuestamente superior a la que pagó la cadena internacional Fox Sports.
Los clubes uruguayos acusaron además a la Conmebol, que organiza las copas Libertadores y Sudamericana, de no repartir sus ingresos equitativamente y de irregularidades en sus balances.
En marzo la unidad disciplinaria de la Conmebol abrió expedientes por indisciplina a 7 de los clubes por amenaza, coacción y extorsión a la entidad matriz del fútbol regional.