Chávez advierte sobre una nueva “guarimba”
Una extenuante jornada electoral cumplió Hugo Chávez el pasado viernes en su cierre de campaña en el estado de Monagas. El término “marea roja” ha sido acuñado por las huestes del oficialismo, y es en efecto el más adecuado para lo que se vio en las calles de Maturín, capital de esa jurisdicción venezolana.
Más de 3 kilómetros de simpatizantes con sus remeras rojas acompañaron al presidente-candidato que en estos últimos días de proselitismo está culminando su campaña en los distintos estados del país. Informaciones reveladas en las horas recientes dan cuenta de que el gran cierre será el próximo jueves 4 de octubre, por la tarde y noche, en la avenida Bolívar, en el corazón de Caracas.
Jorge Rodríguez, jefe del Comando de campaña Carabobo (grupos ciudadanos-militares chavistas bautizados así por el comandante), afirmó en rueda de prensa en Caracas que el próximo jueves “un huracán bolivariano” se tomará las calles de la capital. Mientras ese día llega, el Mandatario recorrerá más estados cerrando campaña.
Los datos sobre la agenda del líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) son reservados y se manejan con un sigilo propio de la intensa campaña. La única fuente oficial que informa, con poco tiempo de anticipación, del gobernante, es el ministro de Comunicación, Andrés Izarra, quien señaló que este sábado Chávez estaría en Guarenas y Guatire, del estado Miranda, la jurisdicción en la que Henrique Capriles, postulante de la oposición, fue gobernador desde 2008 hasta el pasado 6 de junio.
En su alocución en Maturín, Chávez reiteró sus acusaciones en contra de la candidatura de Capriles, pero en esta ocasión fue más específico y hasta delineó el plan que, presuntamente, estaría diseñando la oposición si es que el oficialismo vuelve a triunfar. “Están asustados, porque lo que va a ocurrir el próximo 7 de octubre será otra victoria del pueblo. Ya se escucha que desconocerán los resultados del Consejo Nacional Electoral, pero yo lo único que les aconsejo es que no se atrevan a desestabilizar el país. No lo van a lograr”, manifestó el gobernante.
Inclusive, Chávez advirtió que la oposición estaría fraguando una nueva “guarimba”, un episodio de la historia republicana en la que el oficialismo, en 2004, denunció que sectores opositores intentaron provocar “anarquía” en las calles para derivar en una respuesta represiva del Estado y, con esa excusa, llamar a una acción cívico-militar para derrocar al Gobierno”.
“Están preparando una nueva guarimba, pues les digo: no se atrevan a robarle el triunfo al pueblo”, dijo Chávez en su discurso en donde solicitó “ojo pelado” a sus comandos Carabobo en los 26 estados para defender “su victoria”, que deberá ser “aplastante” como una “vacuna contra la desestabilización”.
Esta no ha sido la única ocasión en la que en plena campaña electoral se escucha de un “plan secreto” para horas después de conocidos los resultados del 7 de octubre. Y ni siquiera es algo “exclusivo” del oficialismo.
Capriles, en un acto realizado en la noche del viernes anterior en Valera, del estado Trujillo, afirmó que la administración Chavista está alistando un ambiente de convulsión ante la “innegable victoria de la oposición”. El líder del partido Primero Justicia, que aglutina a todas las agrupaciones de oposición, aseguró que el chavismo está adoctrinando a las Fuerzas Armadas para desconocer los resultados que, según él, ya se pueden ir avizorando con el resultado de las últimas encuestas.
“Las encuestas han cambiado, porque en todos los rincones de nuestra Venezuela dicen que nuestro pueblo busca algo mejor. Hay un camino y ustedes son ese camino hacia el progreso (...) Faltan 9 días para definir el futuro de la Patria. Después de recorrer tantos pueblos, no tengo ninguna duda de que el pueblo sabe que podemos estar mejor, porque el pueblo se cansó de la cháchara”, afirmó Capriles.