España pide 2 años de prisión para Montero y Caicedo
Si hay un partido de fútbol en España sobre el que se ciernen todas las sospechas de corrupción ese es el que disputaron el Levante y el Zaragoza en la última jornada del campeonato liguero de 2011.
Con los levantinos matemáticamente a salvo del descenso, el triunfo logrado por los maños, obligados a ganar para evitar el infierno de la Segunda División, se entendió como algo normal. Para los asistentes no supuso ninguna sorpresa sino una simple cuestión de ardor en la pelea, de motivación deportiva, pese a que aquella temporada el Zaragoza había mostrado una desidia absoluta en su juego.
Sin embargo, en Coruña cundió el recelo. Desde la óptica del Deportivo, que con ese resultado perdió la categoría, se vio un duelo extrañamente desigual. Y así lo denunciaron ante la fiscalía anticorrupción.
Tres años han tardado en recabar las pruebas necesarias para cerrar un caso que finalmente ha involucrado a 37 personas, entre ellas dos ecuatorianos que entonces militaban en las filas del equipo levantino, Felipe Caicedo y Jefferson Montero.
Aquel día, Felipao estuvo en la banca de suplentes pero Montero jugó los 90 minutos. Además, el portero del Levante en aquel partido era el extécnico de Liga de Quito, Gustavo Munúa. Todos ellos deberán afrontar ahora el juicio por el supuesto arreglo de aquel encuentro.
Para la justicia no ha sido fácil llegar a este extremo. El proceso de instrucción ha sido eterno. La lista de interrogatorios incluyó a los jugadores de aquel plantel zaragocista que se salvó por los pelos del descenso, entre ellos Gabriel Fernández ‘Gabi’, actual centrocampista del Atlético de Madrid.
Como era de esperar, todos negaron las imputaciones pero en la cuenta bancaria de ‘Gabi’, que además fue el autor de los dos goles de la salvadora victoria de su equipo, se encontraron movimientos de varios miles de euros realizados días antes del partido. Fue la pista inicial que el fiscal necesitaba para reabrir el caso. Después solo hizo falta tirar del hilo para descubrir que las cuentas de todos los futbolistas del Zaragoza registraban trasferencias similares a las de ‘Gabi’.
Sin embargo hubo otra coincidencia aún más sospechosa. Durante las semanas posteriores al partido, aquellos ingresos se fueron retirando de las cuentas de los futbolistas de forma simultánea. Esta conducta generalizada hizo sospechar a los investigadores que ese dinero pudo ser utilizado para pagar a los integrantes del Levante. Todo muy extraño y excesivamente contradictorio.
Pese a que los futbolistas de ambas escuadras siempre han sostenido que no hubo amaño alguno, la fiscalía tiene serios indicios de que hubo un presunto pago a los jugadores del Levante para que perdieran aquel decisivo partido. Según la teoría fiscal que figura en la instrucción, el expresidente zaragocista contactó personalmente con jugadores del Levante para que se dejaran ganar. La Fiscalía apoya su tesis en un informe elaborado por la Unidad de Apoyo de la Agencia Tributaria sobre los movimientos registrados en las cuentas bancarias de los jugadores supuestamente involucrados en aquel fraude. Y su conducta podría ser constitutiva del ‘delito de corrupción’ que en España se castiga con penas de prisión de seis meses a cuatro años.
A esta pesada carga se tendrán que enfrentar próximamente, posiblemente en los próximos meses, Caicedo y Montero si no hay un arreglo para evitar el juicio.
No es la primera vez que el deporte español está bajo sospecha. Hace dos años, un informe de la Federación europea de casas de apuestas reveló supuestos arreglos fraudulentos en cuatro partidos de la Tercera División, en otros cuatro de tenis, en 15 encuentros de voleibol, 15 de baloncesto, uno de voley playa, cinco de balonmano, tres de hockey y seis de tenis de mesa. (I)