10 datos que debe conocer sobre los volcanes de Ecuador
Ecuador es un país de volcanes. Aunque algunos parecen gigantes dormidos, de vez en cuando despiertan y ponen en alerta a las poblaciones locales. Muestra de ello son las recientes erupciones del Sierra Negra (Galápagos) y Reventador (entre Napo y Sucumbíos).
Benjamín Bernard, vulcanólogo del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, habla de las características de los volcanes ecuatorianos y desvirtúa algunos de los mitos:
1. Volcanes activos y en erupción
Los volcanes activos son aquellos que erupcionaron en los últimos 500 años. En Ecuador hay ocho volcanes activos: Cotopaxi, Tungurahua, El Reventador, Cayambe, Guagua Pichincha, Chacana, Sumaco y Sangay. De estos, El Reventador está en erupción.
En Galápagos, los cráteres activos son los de las islas de occidente. Es decir, Fernandina e Isabela. En Isabela hay seis volcanes; cinco han tenido erupciones en los últimos 250 años. Estos son: Wolf, Darwin, Alcedo, Cerro Azul y Sierra Negra (actualmente en erupción).
En Fernandina está el volcán Cumbre que ha tenido muchas erupciones históricas, la última el 16 de junio último.
Los volcanes activos se diferencian de los cráteres "potencialmente activos" que son los que tuvieron erupciones en un lapso de 10 mil años; 24 se encuentran en esta categoría.
Además, hay las elevaciones denominadas "en reposo o extintos". Son aquellas que no tuvieron actividad en los últimos 12 mil años. De estos hay alrededor de 55.
2. Riesgo y amenaza
El Instituto Geofísico (IG) se encarga de analizar el peligro o amenaza que representan las erupciones. De acuerdo a los estudios realizados por el organismo, entre los que representan amenaza están: Cotopaxi, Tungurahua y Guagua Pichincha.
También se encuentra el Cayambe, por la presencia de la población y los cultivos de flores en la zona. Además, El Reventador, ya que la zona atraviesa el Oleoducto y la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.
La información que levanta el IG se entrega a la Secretaría de Gestión y Riesgos y la compara con información censal y de infraestructura.
3. ¿Los volcanes están conectados?
No se ha comprobado que las erupciones de volcanes tengan relación entre sí. No existe registro completo de todos los volcanes, la mayoría de ellos está bajo el mar, a través de la dorsal oceánica, que es una cadena de 64 mil kilómetros de largo de volcanes, de los cuales hay pocos avistamientos de erupción.
4.- ¿Erupciones predecibles?
No se puede predecir cuándo habrá la erupción, pero sí se pueden realizar pronósticos de cuándo y dónde ocurrirá una erupción. Así se hizo en 2015 con la erupción del Cotopaxi. El IG informó que el volcán estaba en agitación.
Además, hay expulsiones que varían con cada elevación. Por ejemplo, en la erupción de Fernandina (La Cumbre) hubo alrededor de 5 horas de actividad sísmica antes de la erupción, lo que permitió poner al tanto a las autoridades y sacar los informes lo más rápido posible.
En el caso del volcán Sierra Negra vamos más de un año reportando que hay actividad en el volcán, que eso podría llevar a una erupción. Se demoró un año en calentarse hasta llegar a la erupción.
5.- Las temperaturas de la lava
La lava es una roca fundida que se compone de elementos como silicio, oxígeno, magnesio y hierro, que están en forma de óxidos en el magma fundido. El magma es la sustancia que se encuentra dentro de la tierra.
El tiempo que demora en enfriarse la lava depende de la temperatura inicial. Las lavas de los volcanes en Galápagos alcanzan entre 1.150 y 1.200 grados celsius.
En los volcanes del continente hay otros niveles de calor. Cotopaxi y Tungurahua, por ejemplo, emiten lava compuesta por andesita (roca volcánica de textura hipocristalina) que alcanza una textura de 1.000 grados celsius. Mientras que las rocas dacitas (con alto contenido de hierro) se emiten desde el Guagua Pichincha.
6.- Promedios de erupción por año
El monitoreo de los volcanes que están sobre los continentes o las islas se realiza gracias a los satélites. Existe un registro constante de erupción, pero no varía. Hay entre 60 y 80 erupciones por año en el mundo.
7. Ceniza
El IG utiliza cenizómetros, que son recipientes hechos con material de reciclaje. Estos permiten medir o calcular diferentes parámetros como el espesor de ceniza acumulada (desde 0,3 hasta 20 mm), la carga de ceniza (desde 1 g/m²) y la densidad de la ceniza (en kg/m³). También permiten colectar muestras sin contaminación para realizar diferentes tipos de análisis.
8. Las erupciones que más daños han causado
De acuerdo a los registros se estima que las que causaron más daño fueron las erupciones del Cotopaxi (1742-1744, 1766-1768, 1877) y Tungurahua (1640, 1886).
9. Diferencias entre los volcanes de Ecuador con los de otros países
El Reventador es muy similar al Volcán de Fuego (Guatemala), pero cada erupción es diferente. Las erupciones pasadas del Tungurahua (2006) y El Reventador (2002) fueron más grandes que la erupción del Volcán de Fuego.
El Reventador no tiene población a su pie y, gracias al aviso del IG, las personas del flanco occidental del Tungurahua pudieron evacuar con horas de anticipación.
10. Estar informado es la mejor alerta
Ante situaciones de erupción, la educación es lo más importante. No se puede prevenir si no hay previamente una buena educación.
Además, es importante prepararse para los fenómenos que pueden afectar a su ubicación, es decir, hay personas que viven en zonas propensas a la caída de ceniza y cerca de las faldas de los colosos por donde descienden los lahares.
Hay que poner su preparación en práctica, en particular participando en los simulacros. Aunque no es exactamente lo mismo que durante una crisis, la práctica es la respuesta al evento.
Finalmente, buscar la información de las fuentes oficiales (IGEPN para todo lo que corresponde a la actividad volcánica y sísmica) y no propagar rumores. (I)
.https://t.co/nUEBwq1G4tpic.twitter.com/6xZqEvAEwL
— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) July 5, 2018