El puente internacional de Rumichaca se convierte cada semana en el escenario de sufrimiento de los miles de venezolanos que escapan de su país para cambiar su futuro. A pocas horas de que se inicie el requisito de presentar su pasaporte para ingresar a Ecuador hay incertidumbre de qué harán en los próximos días.

Si bien el número de migrantes se redujo en comparación con la semana pasada, cuando entraban hasta 4.000 venezolanos cada día, su presencia aún es masiva. Esto ocurre especialmente en las oficinas de Migración de Colombia, donde sus autoridades debieron organizar dos filas para atender a los viajeros. Una era para quienes tenían pasaporte y otra para los que no llevaban ese documento y necesitaban cruzar urgentemente la frontera y evitar la medida ecuatoriana antes de la medianoche.

Tener el pasaporte para los venezolanos es un vía crucis. Marian, una joven migrante, cuenta que conseguir ese documento puede demorar un año y se debe contar con dinero, especialmente dólares, para poder saltar las trabas en las instituciones de su país.

El observatorio de la migración venezolana, una fundación académica que analiza el éxodo de los ciudadanos de ese país, relata que el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería de Venezuela (Saime) comenzó a demorar el proceso para obtener el pasaporte.

Por eso, muchos deciden emigrar ilegalmente. La fundación calcula que dos de cada tres venezolanos cruzan las fronteras sin ese documento.

Como una alternativa, el Saime ofreció la opción de “pasaporte exprés electrónico” a sus ciudadanos, pero funciona solamente para quienes piden el documento de viaje desde Venezuela. Pero, según Marian esa página y sus medios de pagos electrónicos casi nunca funcionan.

En el lado ecuatoriano del puente de Rumichaca la atención de Migración era permanente. Los funcionarios del Ministerio de Interior aseguraron que no pueden dar información sobre cómo fue su trabajo a la víspera de exigir el nuevo requisito de entrada a los venezolanos. Sin embargo, se organizaron filas para atender a familias que llegan con niños y a las personas de grupos vulnerables.

También se mantienen los puestos de atención médica donde son atendidas miles de personas. De acuerdo con el Ministerio de Salud en lo que va del año han atendido a más de 7.000 ciudadanos venezolanos y en el mes de agosto es el de más trabajo con 1.615 atenciones en los primeros 15 días. (I)