El desbordamiento de un río provocó la caída de puente en Portoviejo
Samanes volvió a inundarse pese a ducto cajón
Guayas, Manabí y Esmeraldas.-
Eran las 10:00 de ayer y Omar Rey, de la manzana 141, de Samanes 1, limpiaba las rejillas de las alcantarillas para que desfogue el agua que se acumuló en la calle 20A N-E, tras la prolongada lluvia que comenzó en la noche del jueves y terminó ayer en la mañana.
Las inundaciones son continuas para los habitantes de Samanes 1 y 2, desde hace casi tres décadas, pese a los trabajos de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag).
Rey tiene 17 años en el sector y afirma que los problemas de esas ciudadelas del norte de Guayaquil, durante la temporada invernal, ocurren “desde siempre”.
A pocos metros de su vivienda, Interagua efectuó arreglos a la red de alcantarillado y construyó un ducto cajón, pero el problema del lento desfogue se mantiene. En Samanes 2, donde aún se realizan trabajos, el nivel del agua llegó hasta un metro de altura cuando las precipitaciones fueron de mayor intensidad.
Problemas en Manabí
En Naranjal, parroquia rural de Portoviejo, las lluvias de las últimas horas provocaron la crecida del río y los pasos provisionales peatonales fueron destruidos por la corriente.
El percance obligó a los habitantes a usar pangas para cruzar y llegar hasta Calderón.
Juan Farías, presidente de la Junta Parroquial de Naranjal, indicó que “se está definiendo todo para que empiecen los trabajos del puente. La comunidad está dispuesta a poner la mano de obra”.
Por su parte, el contratista de la obra, Marcos Castillo, informó que el viaducto será de 40 metros de largo por 8 de ancho. El costo será de $ 330.000, con inversión del Gobierno Provincial de Manabí.
La crecida del río también preocupa en el sector de Chirijos y en Portoviejo. El alto nivel del agua ha provocado que la base del puente se vea vulnerable, a decir de moradores como Rosy Pisco. “El puente se mueve más. El río crece y eso nos preocupa porque nos podemos quedar sin puente”.
Desde el jueves, maquinaria retiró sedimento para redireccionar el cauce del río.
En Montecristi se detectaron cerca de 30 afectaciones, principalmente en las localidades de Aníbal San Andrés, Colorado, Leonidas Proaño, Tierra Santa, Los Bajos.
La Cruz Roja hace un sondeo de las familias vulnerables tras las lluvias; el deber es llegar rápido con ayuda y con la maquinaria necesaria para que haga la limpieza.
En Atacames, en cambio, no se reportan nuevos daños, como los ocurridos hace dos días por el desbordamiento del río.
Hasta ayer al mediodía, las rutas de ingreso estaban habilitadas. El Municipio local, por su parte, continuó con las labores de relleno y compactación en el barrio 1 de Diciembre para la construcción de casas. La tarea se retrasó por las constantes lluvias. En sectores como Vista al Mar, diez casas fueron afectadas por las inundaciones.
También se conoció de daños en 5 casas del sector Santa Rosa por el desbordamiento del río Cocoroco.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología advirtió que las lluvias serán más intensas. (I)