Solo una persona está en condición crítica en el hospital Eugenio Espejo
Los pacientes manabitas se encuentran estables
Aún su semblante luce taciturno. En su memoria están presentes los instantes que vivió en Portoviejo cuando la infraestructura de su vivienda se vino abajo.
Sus ojos se llenan de lágrimas al recordar esos momentos y su voz se quiebra; prefiere tratar de olvidar esos sucesos. Jimmy Madrid apenas avanza a articular algunas palabras para relatar lo que vivió en suelo manabita y que le provocó serias lesiones a su padre, quien al momento está hospitalizado en Novaclínica, en el centro norte de Quito.
Jimmy Madrid Cárdenas, de 53 años, está en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica privada, bajo el cuidado de médicos especialistas.
Según Luis Delgado, director médico de Novaclínica, el paciente que llegó a este hospital se encuentra estable y consciente. Recibe visitas esporádicas de sus pocos familiares e incluso puede alimentarse. “Él llegó con un traumatismo torácico del lado izquierdo que le produjo un cúmulo de sangre en el pulmón, que ya fue drenado con un tratamiento clínico. Además, tiene fractura en la pelvis y de la tibia de la pierna derecha, por lo que se someterá a una cirugía hoy; posiblemente necesite otra intervención quirúrgica”.
En la tarde de ayer estaba prevista una limpieza quirúrgica de la herida expuesta de la tibia y posteriormente se efectuaría la cirugía. “Ha evolucionado muy bien con el problema del pulmón que tuvo y sobre todo está consciente en todo momento”, reiteró Delgado.
Ayer, en los pasillos de la clínica, los galenos buscaban a Jimmy Jr. para que firmara la autorización que permitiría proceder con la intervención quirúrgica a su padre.
En esos momentos llegó desde Portoviejo su primo David Cantos, quien gestionó toda la adquisición de medicamentos que requería don Jimmy. “Es terrible la situación que estamos viviendo en Portoviejo. El olor a descomposición es inaguantable. Necesitamos que nos ayuden”, manifestó Cantos.
Además, dio a conocer que su primo que está hospitalizado perdió en el terremoto a 2 de sus hijos y que la esposa también está internada en terapia intensiva. “Es realmente terrible la situación que atraviesa nuestra familia, y todo Portoviejo; porque es una gran desgracia la que se vive aún con mucha gente enterrada bajo los escombros”, reiteró Cantos, quien conversó con su primo y pudo constatar su estado de salud.
“Compartí algunas palabras con él, está consciente y puede alimentarse con cierta dificultad, pero creemos que saldrá adelante. Le van a operar esta tarde en la pierna derecha y Dios quiera que todo salga bien y se recupere”.
Según se conoció, en el momento del terremoto, Madrid estuvo en su casa en la capital manabita con su familia y no alcanzó a salir porque las paredes se precipitaron sobre él. “Todo ocurrió tan rápido; Jimmy quedó atrapado entre las paredes de la vivienda, pero pudo salir con vida cuando comenzaron a remover los escombros con una pala mecánica, el domingo por la noche. Enseguida fue trasladado a Quito en una ambulancia aérea”, dijo Cantos.
Tres pacientes regresaron
Tres heridos que llegaron desde la provincia de Manabí y fueron internados en el hospital San Francisco del IESS, al norte de la capital, ya regresaron a sus domicilios.
Según el director médico de esa casa de salud, Pablo Sabay, todos presentaban politraumatismos; incluso uno de ellos necesitaba intervención quirúrgica, pero pudo más su angustia por conocer información de sus familias en Manabí y decidió irse.
“Fue más la desesperación de los heridos por conocer de sus familias, que el dolor que tenían en sus cuerpos”. Sabay indicó que el paciente que requería intervención aseguró que regresaría en 15 días.
Por otra parte, en el hospital Eugenio Espejo continúa internado Uber Guerrero Guerrero, de 54 años, quien presenta un accidente cerebrovascular y se encuentra grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con pronóstico reservado.
Otro herido que continúa internado en esta casa asistencial es Erwin José Carreño Ponce, quien tiene un trauma craneoencefálico moderado y se encuentra al momento en el área de neurología.
El gerente hospitalario de esta casa de salud, Lenin Mantilla, indicó que en el hospital existen 80 camas disponibles, 7 de ellas en UCI, 4 en cuidados críticos y 12 en el servicio de emergencias.
Mantilla aseguró que el hospital cuenta con suficientes medicinas para suministrar a sus pacientes regulares y para los que lleguen a causa de la emergencia. Se tiene previsto que lleguen brigadas médicas integradas por un cirujano general, un traumatólogo, un anestesiólogo, enfermeras y equipos de pronta respuesta. (I).
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Lo recomendable es cavar fosas
El manejo óptimo de cadáveres es clave
Frente a la actualización de la cifra oficial de personas fallecidas por el terremoto del pasado 16 abril que afectó -principalmente- la zona costera de Ecuador, el manejo adecuado de cadáveres es indispensable para evitar focos de infección. Así lo informa el galeno Pablo Martínez, quien preside la Asociación de Médicos Familiares de Ecuador. El experto explicó que transcurridas 72 horas desde la muerte de una persona inicia el proceso de putrefacción, el cual puede tardar entre 15 y 30 días. Sin embargo, las condiciones actuales (alta temperatura y humedad) que se viven en las zonas afectadas aceleran el proceso de descomposición.
Martínez, quien también se enlistó en las oficinas del Ministerio de Salud como médico voluntario, indica que lo más óptimo es cavar fosas con el objetivo de tapar bajo tierra los cuerpos con el fin de evitar exposiciones al aire libre que expandan infecciones y malos olores.
Otra de las opciones es resguardar los cuerpos en bolsas individuales para que el cuerpo se descomponga con menor rapidez. “Se debe disponer espacios exclusivos para colocar los cadáveres”.
En cuanto a las enfermedades que se podrían expandir, Martínez explica que hay que enfatizar en los males que ya existen en la zona, como el dengue, el chikungunya o el zika, los cuales son transmitidos por el mismo mosquito. Según el galeno, estos se podrían emancipar por las condiciones de las zonas. “Estos mosquitos se desarrollan en lugares en los que existe acumulación de líquidos. En algunos casos, la descomposición de un cuerpo también genera acumulación de líquidos”.
El objetivo es que en todos los sitios en los que exista un alto número de personas muertas se activen los protocolos de manejo de cadáveres en zonas de crisis y desastres de la Organización Panamericana de la Salud. El MSP informó que se ha dispuesto puntos de acopio de los cadáveres para identificarlos en las primeras 24 horas y posteriormente serán almacenados temporalmente en contenedores refrigerados hasta que se logre su identificación. Martínez agregó que la refrigeración de los cuerpos es indispensable hasta que se logre su identificación.
Por las condiciones de los sitios, no se puede guardar tantos cuerpos en compartimentos fríos. (I)