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El Telégrafo
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Las enfermedades respiratorias aumentan el 20% en la capital azuaya

Los cambios bruscos del clima dañan las legumbres

Los productos agrícolas son los primeros afectados con las llamadas “heladas” que caen en la madrugada.
Los productos agrícolas son los primeros afectados con las llamadas “heladas” que caen en la madrugada.
Foto: Fernando Machado / EL TELÉGRAFO
30 de mayo de 2017 - 00:00 - Redacción Ciudadanía

Cuenca / Ambato / Machala.-

Las lluvias se ausentaron y regresó el clima frío al centro y sur del país. En la madrugada de ayer la temperatura en Cuenca bajó a 5 grados centígrados y la sensación térmica fue de 2 grados. Al mediodía el calor, sin embargo, era sofocante.

Por el cambio brusco los departamentos médicos tienen más pacientes, especialmente con problemas respiratorios.

Fernando Figueroa, del departamento de Emergencia del hospital Vicente Corral Moscoso, explicó que los problemas respiratorios aumentan el 20% en la ciudad, sobre todo entre los niños y los ancianos.

“Lo que se recomienda es tomar mucha vitamina C y comer mucha fruta para disminuir los impactos”, aconsejó Figueroa.

Por otro lado, los pequeños agricultores de legumbres advirtieron la presencia de un problema en las cosechas. “Comienza a caer la helada y se quema todo el producto”, sostuvo Mariana Cáceres en el mercado El Arenal de Cuenca.

En Machala, la capital de la provincia de El Oro, en cambio, el clima se mantiene caluroso y húmedo, pese a que es tiempo de que la temperatura baje, pues debió empezar la transición de invierno a verano.

Al mediodía y en horas de la tarde el sol es intenso. La temperatura llega a 33 grados centígrados, sin que falte la humedad.

La última lluvia fuerte en la capital orense cayó hace 9 días e inundó  parte de la ciudad, por lo que el fuerte sol origina malos olores de las aguas estancadas y del lodo que se formó. Además, las calles céntricas de la ciudad, pese a estar asfaltadas o adoquinadas, generan malestar por la gran cantidad de polvo.

El clima que se siente en Machala afecta a los habitantes, pues aumentaron las enfermedades estacionarias. Por ejemplo, ayer unas 25 personas esperaban ser atendidas, en los centros de salud locales, con problemas de resfriados y tos.

Magaly Sotomayor, quien habita en el norte de Machala, acudió al hospital Teófilo Dávila, porque en la madrugada sentía fiebre, dolor de cabeza, producto de una fuerte gripe. “El médico que me atendió me dijo que es un virus que está en el ambiente hace algunos días por el cambio de clima”, contó la mujer. La temperatura en Machala varía entre los 28 y 34 grados.  

Hasta el momento no se ha establecido del todo la llegada del verano, que se caracteriza por temperaturas frescas a diferencia del invierno cuando el calor y la humedad prevalecen.

Situación en el centro del país

Las precipitaciones estuvieron ausentes el fin de semana en los cantones de las provincias de Tungurahua, Chimborazo y Cotopaxi. En cambio, en la vecina provincia de Pastaza, en las ciudades de Mera y norte del Puyo, llovió fuerte el sábado y en la tarde se produjo el desbordamiento de dos acequias.

En Ambato pese a la presencia de nubosidad en las tardes, ayer no hubo chubascos, lo cual dio paso a las tradicionales ferias de granos y tubérculos de mediados de año, en las parroquias Izamba y Pilahuín, en el norte y sur de la urbe.

Al parecer el invierno ha dado  tregua en la región, pero es muy pronto para asegurar que las precipitaciones estarán ausentes en los próximos días, según Pablo Morillo, coordinador zonal 3 de la Secretaría de Gestión de Riesgos.

“Si bien es alentador que luego de un invierno tan destructivo los aguaceros nos den un respiro, no se puede aún afirmar que el temporal se ha suavizado del todo. La naturaleza es impredecible y si analizamos el historial climático en Tungurahua es probable que las lluvias retornen dentro de dos semanas”, explicó Morillo.

Precisamente, por lo impredecible del clima en la región, en Patate, comunidad Puñapí, donde la presencia de dos grandes quebradas vulnera las viviendas, cultivos y criaderos de animales del poblado, aún toman precauciones. (I)

Pese a que las nubes no han desaparecido del todo, la presencia del sol se sintió ayer con fuerza en Ambato. La temperatura al mediodía llegó a 29 grados. Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO

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