En Manta y otras ciudades elevan oraciones en memoria de fallecidos
En las mejillas de Gloria Rivas caían lágrimas. En sus manos cargaba la foto del amor de su vida, su esposo Darwin Giler, quien es una de las 211 víctimas mantense del terremoto del 16 de abril. Ella acudió con sus dos hijos y familiares esta tarde y noche a la misa campal que realizó el Municipio de Manta junto la Arquidiócesis en la plaza cívica Eloy Alfaro, al recordarse un mes de aquel fatídico día.
El hombre falleció mientras laboraba en una librería en el centro comercial Felipe Navarrete, edificación que colapsó y en donde perecieron 93 personas.
A pocos metros de Gloria estaba María Orrala, que llevaba una vela encendida en memoria de una de las parientes de sus hijos que pereció en Portoviejo. No podía contener las lágrimas del dolor que dejó aquella fecha.
El servicio religioso lo ofició Lorenzo Voltolini, arzobispo de Portoviejo para Manabí, junto a sacerdotes de varios puntos de la provincia.
Voltolini destacó a los presentes que aparte de escuchar la misa “hemos venido también para tomar compromisos con nuestra comunidad, el compromiso de resucitar con Cristo, de resurgir hacia la construcción de una ciudad mejor”.
Durante el evento, al que las personas llegaron en su mayoría vestidos de blanco, hubo la bendición de 211 crucifijos, que fueron entregadas a los familiares de los igual número de fallecidos; además se lanzaron globos blancos al cielo. El alcalde Jorge Zambrano se dirigió a los presentes señalando que las pérdidas y el dolor invaden, pero la vida continúa. "Juntos vamos a salir adelante", destacó.
Al tiempo que el burgomaestre hablaba, en el malecón se encendía la frase "Manta se levanta", la que había sido formada con velas.
En diversos sectores de la ciudad donde murieron personas, familiares y vecinos elevaron también oraciones y rezos, como en el barrio 4 de Noviembre, y en la calle 8 y avenida 21.
Damaris Soledispa, Carmen Pin y Glenda Macías son tres mantenses que esta noche también elevaron oraciones. Aunque Damaris no estuvo ese día en la ciudad, sintió el movimiento con tal intensidad en El Carmen, cantón donde estaba de visita.
Al venir a Manta se afligió de ver tanta destrucción. Ella acudió a la misa de su amiga Patricia Acebo, quien murió junto a sus tres hijos aquel día. “Aspiro que con la ayuda de Dios vamos a salir poco a poco de estos momentos, pero vamos a salir”.
Carmen acudió a la misa en la iglesia de la ciudadela Santa Ana a darle gracias a Dios “porque esa noche volvimos a nacer con mi hijo y familia”, mientras que Glenda fue hasta la plaza cívica para recordar a las víctimas del fatídico 16 de abril.
En Guayaquil y Quito también hubo actividades
También en Guayaquil y Quito se realizaron actos al cumplirse el primer mes del terremoto. A las 18:58, hora en que ocurrió el sismo, una multitud se reunió en la Plazoleta de San Francisco, en la 9 de Octubre y Pedro Carbo, centro de Guayaquil, y encendió velas para recordar a las víctimas del movimiento telúrico.
Por otra parte, en la urbanización Terranostra, situada en el kilómetro 13 de la vía a la costa, los vecinos oraron por los fallecidos y los damnificados.
Mientras tanto, en Quito el parque Bicentenario fue el escenario de una misa especial por el primer mes de la tragedia. Autoridades civiles, miembros de los diferentes organismos de socorro, así como cientos de ciudadanos, llegaron para participar en la ceremonia y encendieron velas blancas. (I)