1.400 familias damnificadas habrían en parroquia del cantón Daule por desbordamiento del río Pula
En 3 cantones manabitas, más de 3.200 familias están afectadas por las lluvias
Santa Ana, Manta, Portoviejo.-
Nerexi Zambrano perdió todos sus bienes con la crecida del río Portoviejo y ayer intentó ingresar a su vivienda para ver cómo había quedado. El lodo en la calle principal del barrio La Dolorosa, del cantón Santa Ana, le impedía avanzar. Tiene una herida en el pie, producto de una accidentada salida de su casa, la madrugada del sábado.
“Mi vivienda aún está con agua, eso me comentó un amigo que ingresó a sacarme algo de ropa, para lavarla y tener con qué vestirnos”, expresó con tristeza la mujer de 48 años, que ahí habita junto a un tío y su madre.
El nivel del agua comenzó a bajar ayer en la mañana. Esto permitió mayor intervención de las autoridades para la limpieza en sectores como el comercial, donde hay pérdidas cuantiosas, como lo destaca el alcalde Fernando Cedeño.
En el cantón son 1.400 las familias afectadas por las últimas lluvias y la crecida del río, tanto en el casco central y sectores aledaños, como en las zonas rurales.
Cedeño destacó que se empezó a intervenir en lo que tiene que ver a kits alimenticios, así como entrega de ayudas técnicas a personas con discapacidad, que comenzaron a llegar al cantón que fue declarado en emergencia.
En Portoviejo hay más de 1.800 familias afectadas por la inundación de la creciente del río en sectores como Pisloy, Mejía e Higuerón.
El Municipio y la Secretaría de Gestión de Riesgos instalaron carpas, tanques de reserva de agua y sanitarios portátiles para albergar a las familias que fueron evacuadas, en lugares que no han sido alcanzados por la inundación.
En tanto, en la ciudadela Briones hay familias que deben salir para ser reubicadas en el albergue del exaeropuerto, debido a que se ha generado un movimiento de tierra que pone en situación de riesgo a quienes viven en este sector de la parroquia San Pablo.
“Lo prioritario es proteger la vida de nuestra gente”, dijo el alcalde de Portoviejo, Agustín Casanova, quien dio la orden de pedir refuerzos a las Fuerzas Armadas para evacuar inicialmente a 58 de las 246 familias que deben abandonar la ciudadela.
Patricio Vélez, director cantonal de Desarrollo Territorial, explicó que ayer se tenía previsto solicitar a la Escuela Politécnica que realice un estudio integral en el sector, por cuanto desde la parte baja de la colina se produce un levantamiento de suelo que ha ocasionado grietas que están partiendo las viviendas.
En Manta hubo 56 familias afectadas por las precipitaciones del sábado. Manuel Barberán, funcionario del departamento de Gestión de Riesgos Municipal, explicó que en sectores inundados como el barrio 4 de Noviembre, hay unas aberturas en los muros de gaviones para que las aguas lluvias desemboquen en el río Manta. No obstante, cuando el nivel del torrente sube, el agua se regresa en vez de salir. “Por eso se inundó”.
Entre las medidas a tomar por parte del gobierno local constan la colocación de unas compuertas en las aberturas mencionadas. “Esto es para mitigar un poco el tema de inundaciones. Es zona baja, por eso siempre se inunda”.
Mientras que en la provincia del Guayas, en el cantón Daule, el 80% de la población de la parroquia El Laurel está afectada debido al desbordamiento del río Pula tras las precipitaciones registradas durante el fin de semana.
Las calles y casas del sector, hasta la tarde de ayer, permanecían anegadas, informó Glenda Piloso, teniente política de la parroquia.
Por su parte, el presidente de la junta parroquial, Fausto Morán, aseguró que existen recintos donde el nivel de agua alcanza el metro y medio de altura.
Siete recintos están aislados, entre ellos: La Preferida, La Candela, Palo Alto y El Playón. “Hay, por lo menos, 1.400 familias damnificadas por el invierno”. El Municipio de Daule no descartó declarar al lugar en estado de emergencia para solicitar apoyo. (I)
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Quito supera las 580 emergencias por los aguaceros
El clima soleado que se registró en Quito durante la mañana de ayer hizo pensar a sus habitantes que el buen tiempo que reinó la semana pasada había retornado.
Sin embargo, el cielo se cubrió de nubes a partir de las 12:00 y una tormenta acompañada de granizo cayó durante aproximadamente media hora al inicio de la tarde.
Como producto de esa precipitación, de acuerdo con el Sistema Integrado de Seguridad ECU-911, hubo inundaciones en los sectores de Chillogallo y Buenaventura, al sur de la ciudad, y El Batán Bajo y La Carolina, al inicio de la zona norte.
Uno de los efectos de la precipitación fue la generación de problemas de tráfico. Estos se vieron acentuados en la zona ubicada alrededor del Consejo Nacional Electoral (CNE), donde se mantiene el cerco policial establecido debido a la presencia continua de partidarios del binomio presidencial Lasso-Páez.
No obstante, el hecho más grave ocurrió en el sector del estadio Olímpico Atahualpa, donde un tramo de la calle Manuel Sánchez se hundió.
Varios vehículos que se encontraban cerca del orificio formado por filtraciones de agua en una zona urbanizada sobre rellenos fueron evacuados por cuestiones de seguridad.
Asimismo, un árbol cayó en el sector de la Jipijapa, sin el que produjera víctimas. Hasta ayer, la temporada de lluvias había provocado 580 emergencias en Quito, la mayoría de ellos, deslizamientos. (I)
La granizada caída al inicio de la tarde de ayer, en el centro-norte de Quito, complicó la circulación vehicular y peatonal en esa zona de la capital. Foto: Fernando Sandoval / EL TELÉGRAFO
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Carretera Piñas-Santa Rosa sigue con problemas
Cinco sectores de las vías que conectan a los cantones de la parte alta de la provincia de El Oro (Piñas, Portovelo y Zaruma, Balsas y Marcabelí), con Machala, siguen parcialmente habilitados debido a nuevos derrumbes y por los trabajos que se ejecutan para reparar totalmente el tramo destruido.
Las situaciones han ocasionado que el paso sea controlado, generando largas filas de vehículos.
El ECU-911 de Machala informó que en la vía Balsas-El Pindo existen deslizamientos que provocaron el cierre de un carril. Algo similar ocurrió en la carretera Saracay-Balsas, donde está habilitado un carril.
Mientras que en la vía Torata-Santa Rosa- Saracay, existen al menos 5 deslaves y, hasta ayer, había maquinaria trabajando en el sector. En la vía Salatí-Portovelo se encuentra habilitado un carril en el sector Loma Larga, donde la falta de control de taludes destruye las pequeñas fincas.
El punto considerado más crítico es la vía Saracay-Piñas, en el sector Las Bateas donde, el mes pasado, la carretera se cortó totalmente, incomunicando a 90.000 personas de la parte alta.
Los trabajos en este sector aún no concluyen y los miembros de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) se encuentran controlando el paso para todo tipo de vehículo que usa un solo carril. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas trabaja para restablecer el tránsito en la vía Saracay-Piñas E585, afectada por presencia de árboles caídos. (I)