Los guardaparques vigilan ruta del flujo
Lava de La Cumbre llegó al mar y continúa el monitoreo
Un monitoreo visual, realizado por los guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), evidenció que el flujo de lava del volcán La Cumbre llegó al mar, varios kilómetros al sur de Cabo Douglas, sitio de buceo de la isla Fernandina.
Guías del Parque Nacional, que navegan por la zona durante la noche, indicaron que la lava desciende hasta determinado punto por la ladera suroccidental y luego parece desviarse por túneles subterráneos.
En horas de la tarde, los guardaparques que realizan actividades de control en Canal Bolívar (entre Isabela y Fernandina) se trasladarán al suroeste de la isla para una nueva inspección visual de la situación del volcán, indica el comunicado.
En el 2009, La Cumbre erupcionó por un periodo de 27 días consecutivos. Las erupciones volcánicas son procesos de regulación natural, considerando que las islas Galápagos son de origen volcánico.
Según la DPNG, la actividad eruptiva del volcán ha disminuido notablemente.
Los volcanes de las islas son distintos a los del continente
El monitoreo en la cadena de volcanes del archipiélago de Galápagos es permanente para los especialista del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica. De ahí que se estima que la actividad de La Cumbre podría durar alrededor de un mes, según el comportamiento que se observó con la erupción de 2009, indicó Patricio Ramón, vulcanólogo del IG.
El técnico indicó que el pasado lunes se registraron señales sísmicas de una erupción. Esta información se contrastó con una red de monitoreo que se concentra en las islas Isabela, Fernandina y Santa Cruz.
El técnico reiteró que no se pueden hacer predicciones del comportamiento del volcán, pero con base a las anteriores erupciones, se pueden determinar que duran en promedio cuatro semanas. "Generalmente son erupciones no muy grandes y no representan afectaciones a las personas", dijo.
Ramón indicó que en estas erupciones se emiten flujos de lava que descienden por los flancos, como está ocurriendo con el volcán en la Isla Fernandina e incluso hay emisiones con poco contenido de ceniza volcánica y con más presencia de gases.
Eso se observó en las imágenes que se difundieron el pasado lunes, a través de las redes sociales, permitieron observar la presencia de vapor de agua.
Ramón indicó que no se puede hablar de daños a los habitantes ya que los vientos empujan las emisiones hacia el lado occidental, sector que no se encuentra habitado. No obstante, reconoció que la emisión de flujos de lava son masas de material volcánico que puedan afectar a la fauna y flora por donde descienden estos flujos. Esa situación se observó en 2009, cuando varias iguanas resultaron afectadas, ya que murieron intoxicadas.
El vulcanólogo advirtió que los cráteres del archipiélago tienen una conducta distinta a los del continente como son por ejemplo el Cotopaxi y El Reventador.
"Los del archipiélagos no son tan explosivos ni generan emisiones piroplásticas como ocurre en El Reventador", dijo y comparó a estas elevaciones con el comportamiento de las montañas de Hawai, que son conocidas como "volcanes basálticos", que se originan por el basalto, una roca que se produce a raíz de la lava. (I)