El Parque Nacional Galápagos, en conjunto con la Fundación Charles Darwin y la Universidad San Francisco de Quito, concluyó la primera etapa del monitoreo en el archipiélago, especialmente importante porque se logró obtener datos de la flora y fauna, durante el tiempo que no hubo visita de turistas.

Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos (PNG), explicó que entre lo más destacado que se pudo observar está la recuperación de los ecosistemas. También se verificó que varias especies -sobre todo de aves- utilizaron los senderos destinados para los visitantes, como sitios de anidación.

Estos parámetros evidenciarían que la dinámica ecológica de los sitios es activa, y que la biodiversidad de flora y fauna ocupa inmediatamente los espacios, una vez que la presencia del ser humano se interrumpe.

Rueda aseguró que dentro de los datos recolectados, se pudo revisar la eficacia de los programas de erradicación de especies introducidas, en las áreas protegidas.

“Las especies invasoras no logran colonizar los espacios protegidos gracias al trabajo permanente. Esto permite que las especies de aves, reptiles y mamíferos tengan poblaciones saludables”, puntualizó el director del PNG.

Control de la vida marina
En cuanto a la vida marina, los monitoreos fueron aéreos y submarinos.

Las poblaciones de tortugas marinas se controlaron con vigilancia por aire, en diferentes playas, para conocer la abundancia y distribución de estos animales en diferentes sitios de anidación. 

Además se hizo vigilancia ecológica en cuatro sitios de buceo. Allí se colocaron transectos de 50 metros de largo, a una profundidad de entre 15 y 16 metros.

Este método permite verificar la diversidad, tamaño y distribución de las especies de peces y macroinvertebrados censados en años anteriores.

Rueda destacó que este tipo de controles se realizan cada año, pero que en esta ocasión se pudo obtener datos comparativos de biodiversidad sin la presencia de seres humanos.

De igual manera, resaltó que el trabajo realizado en las Islas Encantadas está encaminado a encontrar el equilibrio entre la presencia del ser humano y la conservación del Patrimonio Natural.

“Las áreas protegidas de Galápagos ya tienen un modelo ejemplar de manejo turístico, lo que ha permitido mantener de la mejor manera este Patrimonio Natural de la Humanidad”, finalizó el director del Parque Nacional Galápagos. (I)

Primeros turistas están listos para arribar
El turismo en las Galápagos se reactivó formalmente con la implementación de protocolos de bioseguridad. Desde el Parque Nacional Galápagos se confirmó que algunas embarcaciones turísticas ya disponen de los permisos requeridos y se encuentran en la reserva marina. Además, se informó que reiniciarán sus operaciones a partir de la última semana de julio.

También se conoció que en agosto se activarán otros cruceros, cada uno de ellos con los protocolos aprobados por el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional y que los 85 sitios de visita del Parque Nacional y los 98 de la Reserva Marina, podrán reanudar las actividades turísticas.

Los horarios sufrieron cambios y ahora los sitios cercanos a puertos poblados estarán habilitados de martes a domingo, de 06:00 a 17:00, con un máximo de permanencia de tres horas. Estos espacios incluyen balnearios, centros de crianza, minas, volcanes, senderos,  entre otros.

En los lugares que tienen la clasificación de recreacionales, se mantendrán las restricciones según lo dictado por el semáforo epidemiológico. (I)