El MAE aclara que no hubo combustible en barco
El conato de hundimiento en Galápagos no afectó a especies
Un conato de hundimiento del bote pesquero ‘Niño Ricky’ se registró el lunes pasado en Puerto Baquerizo Moreno, isla San Cristóbal. La embarcación, sin embargo, salió a flote.
La Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) del Ministerio del Ambiente (MAE) determinó que el impacto ambiental es mínimo y no se relaciona con derrame de combustible, sino con vertidos provenientes de averías en el casco de la nave.
El bote pesquero ‘Niño Ricky’, con matrícula del puerto de Manta, provincia de Manabí, fue retenido dentro de la Reserva Marina de Galápagos en 2014.
Según se conoció, sus ocupantes habrían incurrido en un presunto delito de pesca ilícita. En sus bodegas fueron hallados 63 tiburones.
El MAE explicó que desde entonces la embarcación estuvo retenida en Puerto Baquerizo Moreno, como parte del proceso penal que se sigue por la supuesta pesca ilegal.
Aclara que mientras la embarcación permanecía fondeada bajo custodia, se ha deteriorado progresivamente, por lo que -como una acción preventiva- la Dirección del Parque Nacional Galápagos, a inicios de 2016 retiró el combustible almacenado en los tanques.
La explicación del Ministerio del Ambiente destaca que, al momento del hundimiento, el barco no contaba con combustible, sino solo con restos de aguas de sentina de las máquinas y aceite hidráulico, lo que generó una película iridiscente en el agua.
La Dirección del Parque Nacional Galápagos realizó un primer sondeo ecológico de la zona costera y no reportó afectaciones en la fauna, especialmente en lobos marinos.
La embarcación fue varada en la playa Los Marinos, donde será reparada.
El MAE informó que ayer nuevamente se efectuó una nueva evaluación ecológica en la zona costera para monitorizar posibles afectaciones ambientales, sin reportar perjuicio sobre la flora y fauna del lugar. (I)