Para muchas familias ecuatorianas el período de confinamiento obligatorio, ha sido muy duro por la dificultad de satisfacer sus necesidades básicas, debido a las restricciones de movilidad.

Para la comunidad migrante, que vive en mayor medida de las actividades de comercio informal, la realidad es aún más compleja.

Ecuador, acoge a 119.000 migrantes y refugiados de nacionalidad venezolana, a los que se suman personas provenientes de países como: Colombia, Haití, entre otros.

Poco o ningún alimento

Según el muestreo presentado en la Evaluación Rápida de Necesidades ante el covid-19, publicado el 25 de mayo de 2020, la preocupación del 94% de hogares  venezolanos y el 92% de colombianos, es el acceso a alimentos.

Este resultado coincide con la percepción la Coordinadora Nacional de Movilidad Humana de la Cruz Roja Ecuatoriana (CRE), Anaité Vargas, quien explica que en muchos casos las familias debieron reducir raciones o el número de ingestas diarias.

En el muestreo de Acnur, el 88% de familias migrantes colombianas y el 87% de venezolanas, en la misma situación, tienen acceso parcial a alimentos o no lo tienen.

Dificultades de empleo

Las familias colombianas tienen el nivel más alto de desempleo con un 81.4%, mientras las familias de integrantes venezolanos tienen el porcentaje más alto de trabajo a cambio de comida, arriendo u otros: 2.7%.

Pese a las directrices emitidas desde el Gobierno, la falta de empleo conduce a dificultades de vivienda.

El perder su fuente de ingresos (comercio informal), no les permite pagar los arriendos y hay muchas familias que fueron desalojadas, lo que a su vez, provocó un aumento considerable de la población migrante en condición de calle, cuenta Vargas.

La incertidumbre del futuro

Al no saber lo que se espera en un futuro, respecto a la situación del país, muchos migrantes decidieron regresar a sus países de origen.

“En una época pandémica, el hambre, sumada a la separación emocional de las familias, convierte al momento en algo más difícil de sobrellevar”, cuenta Vargas en función de la experiencia en territorio de la CRE.

Durante esta emergencia, la población migrante fue objeto de actos de rechazo.

Vargas cuenta que en El Oro, la presencia de muchos migrantes en situación de calle, despertó temor en los habitantes, quienes pedían su deportación o encarcelamiento, para “eliminar” ese “riesgo de contagio”. (I)

Más de $ 500 millones para migración necesita Ecuador

No menos de 400.000 ciudadanos venezolanos llegaron a territorio ecuatoriano hasta el 2020.

Frente a esta realidad, el canciller ecuatoriano José Valencia, que participó de la Conferencia Internacional de Donantes en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos, desarrollada en Bruselas, expresó la preocupación de la actual administración respecto a los fondos necesarios para atender a la creciente población venezolana que llega al país.

“Los costos de la crisis migratoria venezolana supondrán necesidades presupuestarias adicionales de alrededor de 550 millones de dólares, para el periodo 2019 – 2021”, explicó el canciller Valencia.

Para ello mencionó que Ecuador requiere de financiamiento no reembolsable ya que, de acuerdo con la Cepal se prevé una severa contracción económica después de la pandemia”. (I)