Habían pasado solo un par de minutos desde que Nancy Brito, de 51 años, ingresó a un comisariato frente al mercado central de Bucay cuando de pronto se fue la luz. “Otra vez, qué tontería”, se quejó.

Los problemas comenzaron hace un mes, aseguran los habitantes del sector Paquisha (llamado así por la avenida principal homónima). Los cortes de fluido eléctrico se presentan regularmente durante la reciente temporada invernal sin que haya una advertencia por parte de la regional de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).

Pero los inconvenientes no terminan ahí para el cantón ubicado al este de la provincia de Guayas, en el límite con Chimborazo y Bolívar. También enfrentan restricción de agua potable, deslaves y destrucción de vías.

Doña Nancy, propietaria de un restaurante, comentó que en las oficinas de CNEL le han dicho que los cortes se deben a una sobrecarga en la red. “Podrá ser por lo que sea, pero esto nos perjudica. ¿Quién responderá por los daños de nuestra mercancía?”, cuestionó.

La avenida Paquisha se caracteriza por una enorme actividad comercial, donde los negocios son variados: Restaurantes, artículos al por mayor, centros de abastos, tercenas, entre otros.

Jorge Salvador tiene tres décadas viviendo en el sector, al pie del cerro Bellavista, aunque actualmente reside con un familiar en la cooperativa Valle Alto, pues su casa quedó parcialmente destruida por un deslave.

En el vecindario hay otras tres propiedades con el mismo problema. “No hemos recibido ayuda de nadie”, afirma. La mayoría de consultados critica la gestión Municipal como la responsable de la falta de infraestructura y servicios básicos. Un grupo de habitantes se acercó hasta el centro de salud del cantón para exponer sus requerimientos al gobernador de Guayas, José Francisco Cevallos, quien recorrió ayer las zonas afectadas.

“No hay colaboración por parte de las autoridades locales; esa es la problemática, no hay una solución definitiva y permanente para la protección de nuestras vidas”, aseguró Liseth Espinosa, parte de la comitiva que dialogó con Cevallos. Para la ciudadana, el tema más urgente es el estudio de la topología de la zona para prevenir deslaves e inundaciones.

También hace falta infraestructura para albergar a los damnificados, manifiesta Espinosa. Por el momento, se busca casas de familiares y amigos que estén lejos de zonas de riesgo.

Los constantes deslizamientos provocaron la muerte de 5 personas en el invierno del año pasado. “Hemos enviado oficios al Municipio y a la Prefectura, pero no hemos tenido el apoyo necesario”, indicó Álex Rodríguez, habitante del cantón.

El gobernador Cevallos dialogó con representantes del Cabildo y de dependencias como Secretaría de Gestión de Riesgos y Secretaría del Agua para conocer las acciones implementadas desde hace una semana cuando las crecidas de afluentes como Chagüe y Limón afectaron asentamientos aledaños y servicios básicos. Sobre el agua potable, Pablo Santos, director del área en el cantón, comentó que se trabajó en la fuente de captación con maquinaria de la Prefectura. Se construyó un sitio de desfogue del exceso del líquido “y hemos recuperado el 100% del servicio desde el lunes anterior”.

Tras el recorrido, Cevallos instaló una mesa técnica para definir medidas que garanticen la seguridad y el acceso a servicios básicos.

Babahoyo se mueve en canoa
El Salto, parroquia rural de Babahoyo, provincia de Los Ríos, sufre los estragos del temporal. Los moradores creen que las lluvias han sido más intensas que otros años. “Cuando llueve, el río (Babahoyo) crece y las corrientes no solo que arrastran palizadas sino todo tipo de basura que inunda las casas”, explica una residente del sector.

Una docena de casas, al pie del río, están bajo el agua, por lo que sus habitantes han optado por usar canoas para movilizarse. La cancha, punto de concentración de los jóvenes, es hoy una gran laguna que apenas deja ver el travesaño superior del arco.

4 barrios afectados en Ambato
Santa Rosa, Avenida Manuelita Sáenz y la Vía Ecológica, son los sectores más afectados por las recientes precipitaciones en Ambato. Si bien el descenso de lodo, material pétreo y hasta vegetación se han producido en lluvias anteriores, con los aguaceros de la anterior semana los taludes de estos sectores se han debilitado y ponen en riesgo a varias viviendas.

“El Alcalde y representantes de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de Ambato recorrieron el lugar el miércoles y constataron los daños. Aquí hay más de 10 viviendas pequeñas cuyos cimientos han sido debilitados por la fuerte correntada que baja desde Santa Rosa. Las autoridades anunciaron que iniciarán los estudios para la construcción de un colector que recoja el agua lluvia”, dijo Norma Jerez, del barrio Los Eucaliptos, ubicado a un costado de la Vía Ecológica.

Este lugar, junto con el ingreso a Santa Rosa, fue declarado en emergencia hace dos semanas por peligro de deslaves en época invernal. Mientras se inician los estudios, maquinaria y personal municipal recorren la ciudad para limpiar las vías y sumideros. (I)