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El Telégrafo
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IG desmiente cuatro mitos generados tras terremoto en México

Mario Ruiz Romero, investigador y técnico del Instituto Geofísico, durante su explicación.
Mario Ruiz Romero, investigador y técnico del Instituto Geofísico, durante su explicación.
Foto: Gabriela Castillo / EL TELÉGRAFO
26 de septiembre de 2017 - 10:53 - Redacción Web Quito

Los últimos movimientos telúricos registrados en México han generado rumores que circulan a través de las redes sociales. Muchas de estas falsas versiones advierten, incluso, de fechas en las que se suscitarían sismos y hasta terremotos en el territorio ecuatoriano.

Mario Ruiz Romero, investigador y técnico del Instituto Geofísico (IG), detalló qué es lo que se debe conocer ante las rumores que circulan y que pueden generar pánico en la ciudadanía.

Mito 1: México vive una etapa de terremotos en cadena

En las últimas semanas, el territorio azteca sufrió una serie de sismos que se relacionan con la subducción. Es decir, se encuentra en un proceso por el cual, una placa litosférica oceánica se hunde bajo otra, debajo de ese país.

La subducción se produce por el choque y hundimiento de la placa tectónica Los Cocos, que se encuentra debajo del borde sur de la placa de América del Norte.

Ruiz explicó que este choque y este hundimiento provocó dos sismos: el primero, registrado el 7 de septiembre, que se localizó en la parte inferior de la placa oceánica Los Cocos y estuvo ligado a una ruptura frente a las costas del sur de México.

El segundo -registrado el 19 de septiembre- se localizó en la parte superior de esta misma placa, pero se dio a 500 kilómetros de distancia, debajo de la placa continental.

El investigador aseguró que se concluyó que el primer terremoto no se relaciona con el segundo, por lo que se descartó un enjambre de temblores. "No se pudo demostrar de que el primero se relaciona con el otro. Aunque los dos son parte del mismo proceso", reiteró.

El técnico advirtió, además, que la actividad sísmica que vive en la actualidad ese país es normal. "Se trata de un proceso que ha ocurrido en el pasado".

Mito 2: El terremoto de México provocará otro similar en Ecuador

El investigador asegura que la influencia sísmica de México no es significativa en el Ecuador.

A decir del experto, los sismos de ese país son parte de un proceso de subducción dentro de la placa de Los Cocos. En cambio, en el Ecuador, la subducción se produce dentro de la placa de Nazca, por lo que no hay una relación directa o indirecta de los terremotos de México sobre los del Ecuador.

Mito 3: Un fuerte sismo se producirá en Ecuador, en las próximas semanas

El técnico fue enfático. "No se pueden predecir los terremotos". Detalló que Estados Unidos, Japón y China contaban con programas de predicción de terremotos. Sin embargo, los tres países abandonaron como meta científica esa tarea porque reconocieron que necesitan determinar el proceso, la mecánica y las fuerzas para que se produzcan los sismos que llegan a convertirse en terremotos.

"Una predicción implica decir dónde va a ocurrir un terremoto, cuándo va a ocurrir y qué magnitud, y esto tiene que realizarse con base a un respaldo científico", sostuvo.

Ecuador, dijo, se mantiene en contacto con centros especializados como el Instituto Geofísico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que maneja el Servicio Sismológico Nacional de México, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, que pertenece a la Universidad Nacional de Costa Rica y el Servicio Geológico de Colombia. Todas estas instituciones emitieron un mensaje -a través de su página web y sus redes sociales- con el cual advierten a la ciudadanía que no se pueden predecir los terremotos.

Mito 4: Los tornados y huracanes están relacionados con los terremotos

No hay una relación directa entre estos dos procesos. Los terremotos se generan por movimientos de las placas que tienen espesores de entre 50 y 70 kilómetros. Son procesos que ocurren desde hace millones de años y actúan bajo sus propias fuerzas. En cambio, la influencia de los huracanes llega a la parte más superficial de las placas. (I)

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