Nueva red de ciclovía se abre en Ecuador
A lo largo de Ecuador (283.560 km²) están habilitados 885 km de vías exclusivas para la circulación de quienes se transportan habitualmente en bicicleta. A esa cifra se suman los km de ciclovías construidas por los cabildos.
En 2017, el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) publicó que la “bici” era el cuarto medio de transporte más usado en el país. Al momento de movilizarse, el 50,68% de los ecuatorianos usa transporte público, el 25,33% camina, un 21,68% prefiere el vehículo particular y el 1,9% pedalea.
La cifra es baja, al igual que el porcentaje de la población de más de 5 años que usó bicicleta (14%). Esta última incluso decreció comparada con 2016 (16,42%).
Los datos actuales aún no se publican, pero entre los ciclistas hay la percepción de que, con la infraestructura y la cultura víal adecuada, la cifra de usuarios aumentará. “Este año otra urbe abrió su sistema de ‘bici’ pública y la ciclovía de Quito se ampliará”, indica el biciusuario, Ernesto Carvajal.
En la actualidad, la capital es la tercera ciudad del país con más km de ciclovías (46), según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop). En los próximos días esa cifra se incrementará con la señalización e implementación del mobiliario víal (separadores y bolardos) de la nueva ciclovía que ocupará parte de la repavimentada av. 10 de Agosto.
Fernando de la Torre, director de Modos de Transporte Sostenible de la Secretaría de Movilidad, indica que el circuito conectará el centro y el norte de la urbe a través de una vía que, al ser plana, es apta para los ciclistas.
La ruta que será univial de cada lado de la calzada iniciará en El Ejido y concluirá en El Ladrador. El 80% será exclusivo para los ciclistas y el 20% restante será compartido con los automotores.
Jaime Erazo, gerente de Operaciones de la Epmmop, agrega que el Cabildo tiene planificado ampliar la actual ciclovía que empezó a funcionar en 2008 y desde entonces no ha crecido. 261 km se habilitarán para quienes pedalean. En el sur, la ciclovía que llegará hasta Quitumbe tendrá 67 km, mientras que la del norte ocupará 137 km y la de Cumbayá, 57.
Con la dotación de infraestructura se espera que más personas opten por usar un transporte sostenible. Según la Secretaría de Ambiente, el 56% de las emisiones de carbono en la capital provienen del sector transporte.
Para De la Torre, la poca aceptación de la “bici” responde a la inseguridad que sienten los usuarios. “Motocicletas y autos invaden la ciclovía. “En las calles y autopistas compartidas no nos respetan”, señala la activista Ana Llanos. Precisamente, el ganador del Giro de Italia, el ciclista Richard Carapaz, en su regreso a Ecuador pidió respeto para quienes se movilizan en dos ruedas.
En lo que va de 2019, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) ha sancionado a 21 conductores por invadir la ciclovía. En abril de 2017 esa institución asumió el manejo del servicio Bici Q. Desde entonces, 613 bicicletas (296 eléctricas y 317 manuales, distribuidas en las 24 estaciones del sistema) están habilitadas para quienes cuentan con un carnet que les permite usar de forma gratuita ese transporte.
Diego Naranjo, director de Seguridad Vial de la AMT, indica que más de 6.000 personas están registradas en BiciQ. Al mes se realizan 11.000 préstamos, esto es un promedio de 85 personas que realizan 4,5 viajes diarios.
Este año, la actual administración espera ejecutar una deuda pendiente del proyecto Bici Q: la automatización del sistema que suplirá el registro manual. En Cuenca, el proyecto de la bicicleta pública funciona con una tarjeta y los usuarios cuentan con una app.
Cuenca registra 350 biciusuarios permanentes
En marzo de este año, en la capital azuaya se inauguró el proyecto BiciCuenca. 200 bicicletas están al servicio de los ciudadanos y otras 40 son la reserva en caso de que alguna sufra algún daño.
Pablo Sánchez, gerente técnico de movilidad del Municipio de esa urbe, informa que en los tres meses de operación, algo más de mil usuarios se han registrado para pedalear por los 47 km de ciclovías que hay en Cuenca. En mayo se realizaron 2.168 viajes en bicicleta, mientras que hasta el 20 de junio se registraron 1.800. Actualmente hay 350 biciusuarios permanentes.
A diferencia de Quito, el sistema de “bici” pública no es gratuito y ofrece tres planes: anuales, mensuales y diarios. Para contratar el primero, el usuario debe cancelar $ 30; para el segundo, $ 15; y para el último, $ 10; este plan está dirigido a los turistas. En 2015, según datos del Cabildo, el 0,76% de la población se movilizaba en bicicleta, en 2017 la cifra aumentó a 1,36%.
Gabriel Capón es docente universitario y pedalea para desplazarse por Cuenca. Para él, el principal problema de la ciclovía es la falta de conectividad en algunos tramos. Este inconveniente también se siente en Quito, así como en otras capitales de la región.
Guayaquil, a la espera de un sistema público de bicicletas
En el puerto principal hay 60 km de ciclovías, señala Luis Núñez, de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM); Alberto Hidalgo, del colectivo Libre Actividad, asegura que esa cifra está en papeles porque la realidad es otra: en el centro y en la zona urbana y comercial de la urbe no hay ciclovías y las existentes no son funcionales, pues la falta de conectividad, las obstrucciones y los problemas de inseguridad impiden su uso.
La Agencia Nacional de Tránsito registra que menos del 1% de los guayaquileños usan bicicleta para movilizarse, y, al igual que en las otras ciudades del país, la intención es que esa cifra aumente.
Aunque Guayaquil registra mayor número de ciclovías, a diferencia de Quito y Cuenca, no cuenta con un sistema de bicicleta pública ni ciclopaseos fijos semanales. Hidalgo indica que está previsto que los paseos para pedalear por la urbe porteña sean mensuales y que en enero de 2020 el Municipio sacará a concurso el proyecto de movilidad sostenible (“bici” pública).
Un estudio realizado por ese gobierno local señala que el parque automotor de Guayaquil (500.00 vehículos) es responsable del 60% de la contaminación de su aire.
Núñez e Hidalgo coinciden en que, además de invertir en infraestructura ciclista, hay que educar e incentivar una cultura vial. (I)