Pasadas las 18:30 una doble hilera de faroles ilumina una vía que deja ver la reconstrucción de Manta. Es el Par Vial (avenidas 113 y 4 de Noviembre), obra regenerada que, oficialmente, aún no es entregada, pero que se convirtió en seductora para los emprendedores.  

En el primer lunes de julio Vicenta Tuárez, vecina de la zona, inauguró uno de los locales en el sector cercano al barrio Cristo Rey. Se trata de una cafetería. Comenzó la atención con alegría, base del buen comercio. 

Ideó el negocio tras observar que en la vía aumenta el movimiento. Ella recuerda que después del terremoto del 16 de abril de 2016 la avenida no era igual que antes con respecto a la afluencia de público, circulación y con locales que se radicaron hace años. Posteriormente, con la regeneración, que arrancó en septiembre de 2017, comenzó a despertar su interés, más cuando se implementó la ciclovía.

En realidad esta ruta alternativa de movilidad da mayor dinamismo al sector. Ciclistas, caminantes y trotadores la usan a diario.

Vicenta, al mirar la vía, dice que las paradas de buses permiten que los usuarios observen que en el trayecto hay locales que expenden, además de gastronomía, repuestos de vehículos. Hay comisariatos, centro comercial, farmacias y tiendas de abarrotes.

“Con el transcurso de los años   seguirá creciendo la actividad”.  La 4 de Noviembre donde funciona su local será unidireccional de salida de Manta, mientras que la 113 será de ingreso a la ciudad.

A más de un kilómetro del local de Vicenta, funciona la pizzería Nina desde marzo pasado. Es administrada por una joven pareja de novios. Wellington Pico explica que esta fue la solución para mejorar su economía, porque hace dos años estaba desempleado. Vio en la vía la oportunidad de emprender.

Al principio no había espacio para el estacionamiento, lo que dificultaba a los comensales detenerse. Hace tres semanas, sin embargo, se instaló señalética y los vehículos pueden parquearse sin afectar la ciclovía.

“Nosotros atendemos desde las 17:00 hasta las 23:00; observamos que el mayor movimiento es  a partir de las 20:00 cuando los deportistas aprovechan para salir, señala Wellington.

El Par Vial tiene una longitud de 6,25 kilómetros y la ciclovía de 5,6 km.

La 4 de Noviembre colinda con los sectores Miraflores, Jocay, La Paz, Picapiedra, La Gulf e ingreso a Cuba, mientras que la 113 con el centro de Tarqui, barrio Ursa, San José, La Victoria, Altamira y La Campiña.

El gerente de obra de la Unidad de Gerenciamiento de Proyectos del Banco Mundial, Raúl Arboleda, destaca que se activó la economía por el Par Vial. La situación del sentido unidireccional depende exclusivamente de la Dirección de Tránsito. No obstante, Arboleda destaca que la vía está construida en base de todos los diseños.

La ciclorruta del Par Vial es utilizada por un grupo de ciclistas que ha establecido paseos nocturnos los martes y jueves, explica Luis Parrales.

“Es importante el uso de la bicicleta; es amigable con el medio ambiente; lo mantiene”, insiste.

Destaca que, no obstante, en el lugar faltan semáforos. Sobre este detalle, Arboleda comenta que “ahora se efectúa como una adenda y se implementa  una semaforización nueva, con todos los estándares: semáforos más grandes e inteligentes.

La documentación  fue enviada al Barco Mundial (que financia la obra) y están a la espera de la aprobación  y eso sería de forma inmediata.

El funcionario estima que cuando esté lista esta parte la Dirección de Tránsito ejecutará el sentido unidireccional.

En la avenida 4 de Noviembre se colocarían 14 semáforos y 5 en la 113, pero la Dirección de Tránsito debe implementar otros adicionales, destaca. “Esa no es la totalidad en ambas vías”. 

Parrales comenta que cuando el Par Vial sea unidireccional tanto ciclistas como conductores se sentirán más seguros.

El grupo que realiza los paseos tiene como ruta  el antiguo cuartel de la Policía desde donde inician el trayecto, avanzan por la 4 de Noviembre hasta llegar a la Campiña, pasan a la 113 y de ahí la recorren,  retornando al punto de partida.

Parrales estima que en Manta hay unos 1.000 ciclistas, entre aficionados y profesionales. (I)