Cayambe es uno de los pocos cantones del país que aún no está dentro de las estadísticas de los contagiados con la covid-19. Su alcalde, Guillermo Churuchumbi, dijo que su población acata en un 95% las disposiciones durante esta emergencia.

El burgomaestre y demás autoridades que conforman el COE decidieron suspender cualquier tipo de actividad, tales como ferias de frutas y hortalizas, venta de ganado, concentraciones religiosas; todo vehículo que ingrese al cantón tiene que ser revisado y fumigado. “Hemos puesto restricciones en los mercados y solo pueden ingresar a realizar sus compras de acuerdo al último dígito”, indicó Churuchumbi.

Según el alcalde, hay cinco sitios de control y seguridad, los cuales están bajo la coordinación de la Policía Nacional, Municipio, equipo de fumigación y de la Junta Parroquial. “Todos son controlados, tanto carros como personas, para evitar que el virus nos contagie”.

El burgomaestre agregó que los controles son estrictos y las personas que no tienen el salvoconducto o han falsificado el mismo, son regresadas a su lugar de procedencia. “Si vienen a visitar a las familias de otras partes del país, son chequeados para evitar contagios”, recalcó.

Según el Alcalde, también existen los controles comunitarios, indicando que los accesos a las comunidades están bajo estrictos cuidados. “Las personas que incumplan pueden ser juzgadas bajo la justicia indígena”, indicó.

Según Churuchumbi, de forma organizada se están acopiando los productos de la zona para venderlos fuera de Cayambe. Señaló que la semana anterior salieron más de 5 mil atados de cebolla hasta Guayaquil.

En cuanto a la ayuda a grupos vulnerables, son más de 5.200 personas que están en ellos. Por lo tanto se ha puesto en marcha una campaña para atenderlos con alimentos, dijo el alcalde. “Ellos forman parte de la “primera línea de atención y se trabaja junto al MIES”, acotó. (I)