El sistema de salud gestionó albergues para los familiares
225 heridos en el terremoto se recuperan en los hospitales de Quito
En las habitaciones de los distintos hospitales públicos de Quito aún se encuentran pacientes que llegaron desde las provincias de Esmeraldas y Manabí. Son heridos del terremoto de 7.8 grados del 16 de abril.
Alrededor de 225 pacientes ha recibido el sistema de salud público en la capital, que además gestionó la ubicación de 10 albergues para que los familiares de los pacientes tengan hospedaje.
Los hospitales Eugenio Espejo, Enrique Garcés, pediátrico Baca Ortiz y la Unidad Multiuso de la Policía Metropolitana de Quitumbe han sido los lugares destinados para el tratamiento de estos pacientes.
Traumas leves, moderados de extremidades y cráneo han sido las principales razones de la hospitalización y referencia a estos centros especializados. En cada uno de ellos además se ha procedido con una asistencia sicológica al paciente y a los familiares que lo acompañan.
En el hospital Eugenio Espejo, hasta el viernes último fueron atendidos 41 pacientes. Según el gerente del hospital, Lenin Mantilla, todos están en condiciones estables.
Mantilla -en días pasados- aseveró que este hospital del centro de Quito tiene la infraestructura necesaria para atender la demanda diaria de pacientes agendados en las distintas especialidades; y “también para aquellos que llegan producto de la emergencia”.
Existen 80 camas disponibles, 7 en UCI, 4 en cuidados críticos, 12 camas en el servicio de emergencia.
Igual situación ocurre en el hospital pediátrico Baca Ortiz, donde la gerenta, Catalina Vásquez, confirmó anteriormente a este diario, que han llegado cerca de 41 pacientes producto de la emergencia y también de grupos que se movilizaron a Quito que requieren consultas por problemas de neumonía o gastrointestinales.
Vásquez además indicó que desde el primer día que llegaron los niños al hospital recibieron apoyo sicológico junto al familiar que les acompaña, ya que los infantes constituyen la población más vulnerable en todo momento; y más en una catástrofe natural. “Tenemos un plan de contingencia diferente, porque estos niños son víctimas de una catástrofe y necesitan un procedimiento específico que incorpora actividades y terapia que se les está brindando en conjunto con su familia”.
Los pequeños que acoge esta casa de salud comprenden edades entre los 2 y 14 años.
El hospital Baca Ortiz tiene al momento disponibilidad en todos sus espacios para recibir a niños que requieren atención producto de la emergencia que se presenta, sobre todo en las zonas de Esmeraldas y Manabí. Vásquez recordó que de momento no necesitan ningún tipo de ayuda externa; pero agradeció las muestras de solidaridad que las personas extendieron hacia los afectados que se encuentran hospitalizados en esta casa de salud.
También en el hospital Enrique Garcés, del sur de Quito, se brinda atención especializada que incluye el apoyo psicoemocional, ya que las historias de cada paciente y familiar relatan momentos dramáticos experimentados el 16 de abril.
Hasta el sur de Quito llegó Diaqueline León, de 46 años, oriunda de Muisne, quien vivió el desastre muy de cerca. Perdió a sus hermanos en Pedernales y ahora acompaña a sus hijos Andrés y Samuel, de 12 y 6 años, respectivamente, que son atendidos en pediatría en el hospital del sur.
Diaqueline tiene que recorrer más de 10 kilómetros diarios para visitar a sus hijos. Ella reside en casa de una amiga en el norte de la ciudad, pero sus hijos están atendidos en el otro extremo.
Cuenta que al principio sus hijos estuvieron hospitalizados en el norte de Quito, pero que posteriormente fueron trasladados en ambulancia hasta el hospital del sur, donde se siente más tranquila. “Agradezco por la atención que hemos recibido, tanto de la parte médica, psicológica y la provisión de ropa y alimentos. Es una gran ayuda en estos momentos de tanta desolación que estamos viviendo en mi familia y sobre todo en la provincia que vivo”, contó.
Todos estos hospitales enviaron personal especializado para apoyar en las tareas de emergencia en las zonas del desastre. (I)
DATOS
Desde esta semana comenzó en la capital una capacitación sobre derechos humanos, género y violencia a los voluntarios inscritos de trabajo social y sicólogos.
Hasta el momento se registraron 56.585 voluntarios inscritos a nivel nacional; 1.786 colaboran en actividades como carga y descarga de donaciones y armado de kits con destino a Manta, Portoviejo, Jama, etc.
Hacia la zona de desastre continúa la movilización de especialistas de demolición y maquinaria, ingenieros civiles y estructurales, arquitectos y técnicos de evaluación de desastres.
Los pacientes con algún tipo de complicación y que requieren observación se tratan en la unidad de cuidados intensivos. El galeno a cargo entrega informes diarios de la situación de cada uno a sus respectivos familiares.