Las políticas ortodoxas no han cumplido con los objetivos prometidos décadas atrás
Unctad alerta sobre los riesgos de un crecimiento que no fomenta la producción
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) presentó el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo (ICD) correspondiente a 2016. Este estudio conmina a quienes gobiernan a considerar que la recuperación de la economía global requiere políticas macroeconómicas “más audaces” y dirigidas a regular las finanzas y fomentar la industria.
“Quienes formulan políticas enfrentan el difícil problema resultante de la atonía de la inversión, la desaceleración de la productividad, el estancamiento del comercio, el aumento de la desigualdad y el crecimiento de los niveles de deuda (...) las soluciones pasan por un replanteamiento valiente y no en la habitual tibieza de la respuesta”, señaló Mukhisa Kituyi, secretario general de la Unctad.
El promedio de crecimiento bajará en los países en desarrollo
Al momento de referirse a las razones más inmediatas por las cuales la economía mundial podría tener un mal desempeño por sexto año consecutivo, la Unctad destaca que, en muchos países desarrollados, “la intransigencia de las posturas de política fiscal, cuando la austeridad es pura y dura, únicamente ha propiciado una de las más débiles recuperaciones de una crisis económica de las que se tiene constancia.”
A ello, se suma el hecho de que, durante los últimos años, el lento crecimiento de los salarios ha provocado que la demanda de los hogares tienda a ser insuficiente y el gasto en inversiones productivas sea débil. Para 2016, la Unctad prevé que la tasa de crecimiento de la economía estadounidense se reduzca al 1,6%, una cifra similar a aquella que se esperaba para los países de la eurozona. En Reino Unido e Irlanda del Norte, por otra parte, la reactivación del crecimiento “se parará en seco” debido a la decisión de abandonar la Unión Europea, aunque es aún difícil predecir el impacto del Brexit y sus eventuales efectos de contagio.
Cual consecuencia indirecta de la pérdida del impulso en las economías avanzadas, el promedio de crecimiento de los países en desarrollo será menor al 4%, es decir, unos 2,5 puntos porcentuales por debajo del promedio logrado antes de la crisis.
En la expansión de la producción, sin embargo, existen diferencias regionales. Por ejemplo, mientras que la recesión está ya instalada en América Latina, el crecimiento asiático será lento pero consistente.
La desregulación generó dinero barato pero no inversión
Apreciada desde una perspectiva más amplia, la actual situación económica global está relacionada con los efectos a largo plazo de las políticas ortodoxas aplicadas. Contrariamente a las promesas efectuadas por los “entusiastas de los mercados eficientes”, señala el ICD 2016, la desregulación financiera no ha impulsado la inversión productiva .
“El aumento de los beneficios coincide con el incremento de los dividendos, las recompras de títulos y las fusiones y adquisiciones; pero no con la compra de nuevo equipo y, ni siquiera, con la incorporación de los resultados de la investigación”, dijo Richard Kozul-Wright, jefe de la División de Globalización y Estrategias de Desarrollo de la Unctad.
El ICD 2016 alerta que las empresas no reinvierten sus beneficios en las proporciones requeridas para aumentar su capacidad productiva, crear más empleo o crecer sin endeudarse. A esto acompañan tendencias a la disminución de la productividad laboral industrial y a la reducción de participación de la manufactura en la generación de valor agregado (ver infografía). (I)