Un tercer permiso ambiental abreviado se viene en camino
Un tercer permiso o categorización creará el Ministerio de Ambiente a las actividades que provoquen o supongan riesgo ambiental, el mismo que será dirigido a las obras consideradas como de “mediano impacto”.
La nueva normativa fue revelada por la ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga Vallejo, durante un encuentro con empresarios, quienes despejaron inquietudes de la forma como funciona la cartera de Estado.
En la reunión la Ministra expuso las razones de la modificación y expresó que hay un cambio a partir de la Constitución del 2008, y que la Ley de Gestión Ambiental, lamentablemente, está desactualizada frente al marco constitucional.
Esto ha provocado -dijo- que se cree un nuevo proyecto de Ley que está concluido y que es un código ambiental.
Agregó que el documento recopilará la dispersión de la normativa ambiental que hay en varios cuerpos legales. Este proyecto ha sido aprobado en primera instancia por el Presidente de la República y se espera que él lo envíe a la Asamblea Nacional para su tramitación.
Dijo que la Ley de Gestión Ambiental vigente y creada en 1998 ya establece, entre otros puntos, que era necesario evaluar los impactos ambientales que generaba cualquier tipo de proyecto u obra, tanto del sector público como del privado.
En este documento aún vigente se establece el Sistema Único de Manejo Ambiental, que no es otra cosa que la determinación de la acción para reducir los impactos que genere una obra. Así que este sistema, desde 1999, cuando se constituye, también determina que toda actividad que suponga un riesgo ambiental debe contar con una licencia, aunque no expresa qué tipo de licencia es la adecuada.
También menciona la Ley, que el Estado debe promover y establecer incentivos económicos para la protección del ambiente y el manejo sustentable de los recursos naturales. Es decir, en aquella época se veía la necesidad de que no solamente la norma ambiental tiene que ser coexistiva, sino que debía alinearse a algún tipo de incentivo.
Hay, además, un texto único de la legislación ambiental que ha venido siendo articulado y actualizado por las actividades que se desarrollan de su aplicación, tanto geográficas como situacionales.
Es por ello que se vio la necesidad de fortalecer al sector productivo. Y es por eso que a través del Código Orgánico de la Producción también se estableció un capítulo que lo denominamos “capítulo verde”, que lo que busca básicamente es establecer y fomentar la producción nacional con responsabilidad social y ambiental.
Adicionalmente se ha emitido un Acuerdo Ministerial que permite dar el paso adelante para el reconocimiento que lo hemos denominado Certificado Ecuatoriano Ambiental.
Al referirse a los permisos ambientales, dijo que esto ha generado un debate al interior del Ministerio del Ambiente. Con la Ley vigente se habla de una licencia que establece una tipología de permiso ambiental. Pero de ahí nació la necesidad de hacer una diferenciación de actividades y proyectos.
“Y empezamos a realizar una categorización de dos tipos de ambiente previos: la primera es ficha ambiental; y la segunda denominada licencia ambiental.
En el caso de las fichas ambientales, son lo que denominamos proyectos de bajo impacto; y licencia ambiental son los proyectos de alto impacto.
Tercer permiso
“No creo que podemos quedarnos ahí y esperamos crear otra categorización e ir a aquellas a las que se denomine de mediano impacto. Es decir, el Ministerio del Ambiente, después de haber categorizado, determina qué tipo de permiso debe sacar con mayor facilidad. Estamos trabajando en esto y será socializado entre los sectores productivos a finales de año, en otras reuniones de trabajo, reduciendo costos y tiempos. La ficha es una aprobación con permiso administrativo emitido por autoridad competente.
Dijo que las autoridades ambientales son altamente descentralizadas, es decir, que las autoridades territoriales tengan competencia, pero para ir hacia allá no vale solo descentralizar, sino que vale que el ente rector que rige la política tenga reglas claras que se cumplan desde el Carchi al Macará, desde Galápagos hasta la Amazonía ecuatoriana. Eso es lo que hemos querido fortalecer.
Entonces, el permiso es más abreviado y otorgado a obras de menor impacto.
Stéfano Rubira, empresario, dijo que el otorgamiento de los permisos es muy demorado y engorroso, por lo que pidió que en la Ley haya una simplificación de procesos y agilitación en la entrega de los permisos.
En cambio Leonor Quezada, asistente de gerencia, presente en el encuentro, indicó que en la normativa actual es complicado conocer cuando pueden acceder a los incentivos y que, pese a sus acciones, siempre encuentran situaciones adversas.
“Este es el cambio que debe ejecutarse y comparto la decisión de que haya un solo código ambiental”.
Entre los empresarios presentes los reclamos por el retraso en la entrega de fichas también fueron analizados por la Secretaria de Estado, quien mencionó que “sacar una licencia ambiental no debe ser un viacrucis”.