Para esta entrevista Rosa Matilde Guerrero accedió a hablar con EL TELÉGRAFO a título personal, no como vocera del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Aportó detalles que dan luces sobre el futuro de la economía ecuatoriana a partir del financiamiento que el Gobierno consiguió con siete multilaterales, incluido el BID, por $ 10.279 millones.

¿Cómo ha sido la relación del  país con los multilaterales para que hayan concedido el crédito?
La relación con los multilaterales y con el sistema financiero ha mejorado de manera importante. Abre las puertas a la inversión y crédito internacional.

El Ministerio de Finanzas presentó un Plan de Prosperidad con cuatro pilares clave que son la consolidación fiscal, igualdad de oportunidades y protección social, empleo y reactivación, y manejo eficiente y transparente. Eso es positivo. El BID apoya en especial la protección social.

Desde el año pasado el BID trabaja con el Gobierno en algunos frentes, ¿qué temas han avanzado?
A finales de año se consolidó y se aprobó en el Directorio del banco la garantía de $ 300 millones para vivienda. Este año se implementará. El Gobierno saldrá a los mercados internacionales seguramente a mediados (del año) para emitir ese bono respaldado por el BID, que provee de más recursos.

Los fondos ingresarán a un fideicomiso, cuyo único objetivo es que sean entregados en créditos para los sectores de ingresos medios y bajos. Además de eso, el BID complementará con un crédito de $ 100 millones exclusivamente para gente de menores ingresos, quienes recibirán un bono para su casa. Son parte de los $ 1.700 millones que otorgará el banco al país.

El BID también acompaña la evaluación de los activos del Estado. ¿Cuándo estarán los resultados?
Está en proceso de finalización. Será llevado al Directorio durante el primer trimestre del año. Lo importante es hacer una gama de concesiones y alianzas con el sector privado, pero siempre en beneficio de los intereses del país.

¿Hay ajustes fuertes a cambio del financiamiento?
Hoy (el país) habla (con los multilaterales) cuando tiene un programa económico serio. No es que el país se tiene que ajustar porque los organismos lo dicen, no es así. El país tiene que hacer el programa porque sino estará peor. (Ecuador) tiene un problema fiscal, externo y de competitividad que afecta el crecimiento.

Hay que reconfigurar al Banco Central; reducir el tamaño del Estado, proceso que se hace desde 2018 (...) será doloroso, es un tema complejo, pero es hacia donde hay que ir; reactivar el empleo desde el sector privado.

La optimización del Estado abona a los objetivos, pero hay gente que se queda en el desempleo. ¿Cómo observa eso?
Cuando existe un Estado que ya no posee los recursos, que está obeso por una mala administración, hay que hacerlo eficiente. Si algunas personas tienen que salir por un problema de eficiencia, deben trasladarse al sector privado.

Para atraer a inversionistas, nacionales y extranjeros, se necesita de un sistema de atracción y facilitación de inversiones. Para eso, el BID aprobó (a inicios de marzo) una operación de $ 12 millones, que también tiene un componente de promoción de inversiones dentro y fuera del país.

¿Conoce si se van a eliminar o modificar ciertos impuestos?
No conozco, pero la línea es ser más eficientes, no tener miles de impuestos.

¿Cómo describiría el momento que atravesará el país, habrá recesión económica?
Un Acuerdo Extendido permite ir de manera más pausada, haciendo las reformas estructurales, lo cual es diferente a un Acuerdo Stand By. No es un ajuste de shock, las reformas se harán al ritmo que el país lo requiera. (I)