Dentro de los ejes que prevé profundizar el Gobierno en los próximos 4 años, está la transformación del campo por medio de la denominada Revolución Agraria, que consiste en una búsqueda de la recuperación de un sector que hace muchos años fue el principal motor de la oferta exportable nacional.

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Para ello se buscará el aprovechamiento y optimización de los medios de producción, la asistencia técnica, investigación, la innovación tecnológica y su relación con los productores agrícolas y pecuarios, lo que, según indicó la subsecretaria de Ganadería, Margoth Hernández, “servirá como el motor para que los encadenamientos productivos alcancen resultados positivos”.

Hernández explicó que para ello se han desarrollado proyectos, como la implementación de ambulancias veterinarias móviles, inversiones en investigación científica y tecnológica para elaborar alimentos eficientes para los animales.

Ello tiene relación, adicionalmente, con la promulgación de cuerpos legales que promuevan la distribución y libre acceso a la tierra y a los recursos hídricos, proyectos de ley que se encuentran en la Asamblea Nacional para su futuro debate.

Históricamente el Ecuador ha buscado garantizar la seguridad alimentaria, pero en años pasados el sector agropecuario perdió su potencialidad como el motor de la economía, según el libro “Agricultura eficiente y rentable para el desarrollo”, publicado por la Universidad Tecnológica de Ambato.

El ingeniero agrónomo Mauricio Rodríguez, dijo que el sector ha evidenciado un crecimiento muy alto en los últimos años, pero el verdadero problema que enfrenta es que terrenos aptos para la agricultura aún se encuentran inutilizados por el sector privado.

Ante la situación, el Gobierno reelecto continuará con su trabajo en la recuperación de estas tierras en beneficio del sector, como ya lo ha realizado en su período anterior.

Por otra parte, el desarrollo de estos sectores implica la construcción de  infraestructuras para la comercialización de los productos, las que se conectarán con nuevos caminos rurales para la facilitación de su transporte desde los centros de acopio hacia sus destinatarios.

Según el ministro coordinador de la Producción, Santiago León, estas líneas de acción permitirán vincular a la actividad agrícola con el cambio de la matriz productiva, pues se complementan en sus ejes. “Entra en el eje de la diversificación porque estamos mejorando la oferta exportable; además se podría generar valor agregado; por ejemplo, tenemos el mejor cacao del mundo y no hemos desarrollado la industria del chocolate, pues de una barra que se venda en el mundo solo el 12% corresponde al cacao, el 88% es el valor agregado”, señaló.

Otra línea de acción que la Revolución Agraria persigue es la creación de canastas solidarias entre grupos de productores y consumidores, lo que generará mecanismos directos de apoyo a los proyectos agropecuarios de los campesinos, para que puedan responder a los requerimientos de la demanda.

“Las políticas que se tomen tienen que estar orientadas a la mejora de las condiciones de distribución y comercialización y al crecimiento de las unidades productivas, solo así se podrá lograr la Revolución Agraria”, explicó Santiago Pesántez, propietario de una finca de producción de moras en Ambato.

Asimismo, pequeños agricultores, como Juan Pancho, están a la expectativa de esta revolución. “Antes era difícil conseguir las semillas y llevar el producto al mercado, pero últimamente se ha facilitado, esperemos que eso continúe”.