Este lunes 13 de enero inician las negociaciones con la Unión Europea (UE) para lograr un acuerdo comercial. Para el sector empresarial, la falta de conocimiento que tienen de los textos que el Ejecutivo envió a la UE en materia de propiedad intelectual demuestra que será el tema más sensible en el proceso de negociación, según el presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, Henry Kronfle.

El dirigente, a nombre de todo el sector empresarial del país, manifestó que respaldan el proceso de negociación con la UE que llevará adelante el Gobierno Nacional desde la próxima semana. Reconoció que fue la mesa de propiedad intelectual una de las que no entregó la documentación al bloque europeo, dentro del plazo establecido, para poder iniciar las negociaciones.

Informó que había un término, hasta el 15 de noviembre, para entregar la propuesta sobre propiedad intelectual a la UE para llevar a cabo esta ronda de negociaciones el 13 de enero, sin embargo, indicó que esos textos no fueron entregados porque se estaba trabajando en una nueva Ley de Propiedad Intelectual y mientras no fuera presentada al presidente de la República, Rafael Correa, esta no podía ser mostrada.

Kronfle dijo que ante esta situación se dieron algunos pedidos de parte del Ministerio de Comercio Exterior al Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), para que entregue esos textos, los cuales fueron presentados, inicialmente, al Jefe de Estado, quien habría ordenado “que se envíe ese proyecto de ley al equipo negociador para revisar si esa nueva normativa podría o no tener algún tipo de conflicto con lo establecido dentro del capítulo de propiedad intelectual”.

“En ese sentido supe que tampoco fluyó la información de manera expedita y que finalmente el Ministerio de Comercio Exterior envió una propuesta de propiedad intelectual a Europa para poder sentarse en la mesa de negociaciones”, dijo.

Al respecto, el titular del Comité Empresarial Ecuatoriano, Roberto Aspiazu, explicó que en este tema el acuerdo es “bien light” porque no se profundizan normas de propiedad intelectual; hay la intención de proteger los datos de prueba y en el caso de la UE existe el interés en lo que se denomina indicaciones geográficas. Ellos tienen muchas y buscan protegerlas en el marco del acuerdo.

“Esto no reviste ninguna sensibilidad para Ecuador, y por el contrario termina siendo una moneda de cambio para el manejo del conjunto de la negociación en sí, no solo en el capítulo de propiedad intelectual”, aseveró el empresario.

Kronfle insistió en que todo se puede resolver; es por eso que están optimistas ya que existe la voluntad política del Presidente de la República, que es el primer paso.

Grupos en contra
El representante de los empresarios lamentó la existencia de grupos al interior del Gobierno que estarían en contra de que se firme el acuerdo con la Unión Europea, lo que a criterio de Kronfle sería perjudicial para Ecuador, en su afán de llevar adelante su desarrollo.

“Cuidado este grupo interno del Gobierno que siempre ha estado en contra de la negociación obstaculice este proceso; ese es el llamado que estamos haciendo, y como sector empresarial vamos a estar vigilantes y vamos a estar en contacto con el Gobierno para que esto se cumpla”, aseveró.

Criterio similar esgrimió el presidente de la Federación de Exportadores (Fedexport), Felipe Rivadeneira, quien tras ratificar el momento histórico que está viviendo Ecuador, dijo que no se puede perder esta oportunidad.

“Ecuador es otro, no podemos seguir haciendo caso a voces que están queriendo seguir en el pasado, que no quieren que nos desarrollemos, que el país crezca”, manifestó Rivadeneira.

Sostuvo que el acuerdo comercial es una oportunidad única y la alternativa que tiene el país para sostenerse en ese mercado, puesto que el Sistema General de Preferencias (SGPPlus) vence a finales de año, por lo que insistió en que no se puede caer en discursos demagógicos y sin sustento técnico.

Roberto Aspiazu resaltó que el mercado Europeo es irreemplazable, al señalar que Europa importa el 35% de bienes y servicios: “de manera tal que la cifra habla por sí sola de la implicación que puede tener en Ecuador como país pequeño en vías de desarrollo”.

Señaló que en lo que tiene que ver con compras publicas, saben perfectamente que hay maneras de proteger a la pequeña y mediana industria a través de una medida que ya ha sido aceptada por la Unión Europea.

“En lo que tiene que ver con Ecuador y Perú se establecerá un período de transición para efectos de darle a la empresa europea, más adelante, un trato nacional, pero sobre todo a las empresas que están fuera del umbral”, subrayó Aspiazu.

El dirigente empresarial reiteró que todo depende de la negociación, pero que en principio se establecería de plazo 10 años y probablemente con una cifra que estaría en el orden de los 10 millones de dólares, para proteger, dentro del umbral, a las pequeñas y medianas empresas del país y evitar perjuicios.