Las mipymes generan ventas por $ 20.000 millones en Ecuador
Mipymes generan el 18% de los ingresos (Infografía)
Al menos 1.000 instituciones proporcionan financiamiento al sector de la microempresa con un volumen de crédito de $ 40.000 millones y a un promedio de 22 millones de clientes en Latinoamérica y el Caribe, según un informe del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), perteneciente al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estos resultados fueron presentados en Guayaquil la semana pasada, en el marco del Foro Interamericano de la Microempresa (Foromic).
El documento Inclusión Financiera en América Latina y el Caribe: datos y tendencias, toma en cuenta una serie de indicadores sobre servicios financieros que, a decir de la gerenta del organismo, Nancy Lee, demuestran un importante crecimiento del sector de las microfinanzas, particularmente en Ecuador.
“Es un país que está desempeñándose en un nivel mayor al promedio y en donde el microcrédito representa al menos un 10% del portafolio general”, destacó Lee.
Las cifras de inclusión financiera de Latinoamérica de 2013 contrastan con las de 2005, cuando la cartera de microcrédito era de 5,5 mil millones y llegaban a 6 millones de clientes.
Durante la inauguración del Foromic, el presidente Rafael Correa destacó la importancia que tienen las Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas), en la economía del país. Este segmento genera ventas por $ 20.000 millones y representa el 18% de los ingresos nacionales.
Correa expresó que para aportar al financiamiento de este sector se ha recuperado a la banca pública y puso como ejemplo a la Corporación Financiera Nacional (CFN), que, de un volumen total de $ 346 millones, destinó el 15% a Mypimes.
A criterio de Lee, el sector de las microfinanzas se ha vuelto muy competitivo en Ecuador y mejor regulado. Según la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), en el país operan 3.260 cooperativas, de las cuales 946 son financieras, es decir que captan recursos y entregan créditos.
Un sector prioritario
Las microfinanzas tienen un importante impacto social por su capacidad de mejorar la calidad de vida de las personas, a decir de los expertos.
Luis Zambrano, gerente de negocios del banco D-Miro, institución con un volumen de créditos de $ 80 millones en 2013, cree que la importancia del acceso a un capital, por pequeño que sea, es que se genera un autoempleo y hace que las iniciativas de los emprendedores se ponga en práctica, con lo que se beneficia también la comunidad.
“La persona no solo invierte en su negocio sino que consume más en la tienda, compra en la farmacia, en general gasta más, entonces hay que entender que el dinero circula mejor”, indicó.
Claro, hay retos pendientes todavía. Según el Fomin, falta llegar con mayor efectividad a las personas.
El acceso al microcrédito sigue presentándose como un reto, dado que se observan todavía bajos niveles de penetración en algunos países.
Jorge Tanquina, un productor de adornos de madera de El Puyo, tiene como meta obtener un préstamo de $20.000 para maquinaria, sin embargo, no se anima a hacerlo.
“Es difícil porque cuando uno dice que es artesano se piensa que no va a poder vender”, dijo el artesano que participó en el Foromic.
Viven de su negocio
De acuerdo con el estudio del Fomin, los usuarios típicos a los que se dirige el microcrédito continúan representando una proporción importante de la población de la región, aproximadamente el 21%, considerando que quienes se dedican al trabajo informal constituyen aproximadamente la tercera parte de la Población Económicamente Activa (PEA) de la región, el 35%.
Sergio Navajas, especialista senior del BID, y uno de los autores del informe, indicó que el único instrumento para llegar a la mayoría de las personas es el de los microcréditos, de modo que urge comenzar a “entregarlos masivamente”.
En tal sentido cada institución busca formas de llegar.
Zambrano comentó que D-Miro tiene su matriz en la isla Trinitaria (sureste de Guayaquil) y despliega 100 asesores para visitar a los clientes con el objetivo de conocer sus necesidades “e incentivarlos a crecer”.
Los países donde mayor nivel de penetración hay son Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, México y Chile, contrario a Argentina y Uruguay.