La medición de la huella de carbono para los productos exportados es un requisito de la Unión Europea (UE), circunstancia que genera interés en la industria ecuatoriana por conocer el proceso.  

El programa Huella de Carbono busca reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) que puede generar un bien durante toda su cadena de producción. La semana anterior, 30 empresas exportadoras de Manta y 35 de Guayaquil conocieron los estándares del plan de definición de huella ambiental de productos de la UE.

El evento fue realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ProEcuador), la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei) y el  Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

Al respecto de este tema, en 2015, la Cepal publicó un estudio realizado a 5 empresas ecuatorianas de aceite de palma en el cual se estimó que casi el 85% de las emisiones de GEI fueron generadas en la etapa de extracción y apenas 1% en la etapa de distribución.

El análisis, realizado también a 5 empresas de camarón, indicó que el 82% de sus emisiones GEI se produjeron en la etapa de cultivo, 12% en el procesado, 4% en la producción de larvas y 2% en la distribución. 133 industrias, desde 2012, han visto los avances regulatorios y no regulatorios sobre etiquetaje y medición de la huella de carbono. A la fecha, solo 27 exportadoras de aceite vegetal, camarón, banano, cacao, atún y chocolate tienen el indicador que sirve para contabilizar el efecto de este componente dentro de sus procesos productivos.

Alicia Frohmann, consultora de la División de Comercio Internacional e Integración de la Cepal, destaca el rol pionero del país en términos de preocupación por la sostenibilidad. No obstante, agrega que lo peor que le puede pasar a un exportador es no tener esos registros. “Eso es una debilidad de las empresas en Ecuador y otros países”, dijo.

Explica que la medición de la huella de carbono de una empresa presupone tener claro cuáles son sus procesos. “Esto es, saber cuál es el uso de electricidad, de combustible, la gestión de los residuos asociada a cada una de las etapas de producción, sea de cultivo, procesado o distribución. Medir la huella ambiental es, en buena parte, tener buenos registros”.

Frohmann destaca que la eficiencia empresarial no solo se aprecia a través de las utilidades a fin de año sino también de su capacidad para detectar y enmendar problemas en los procesos productivos.

Estima que, hasta 2017, se habrá medido la huella de carbono de los diez productos de exportación no petroleros más importantes de Ecuador. “Esta medición permitirá conocer los problemas que tienen las empresas, los sectores económicos y el país”.

En tanto, Silvana Vallejo, directora de ProEcuador, advierte que Francia, Canadá y Estados Unidos han emitido regulaciones sobre la huella de carbono. “Todas nuestras exportaciones a la Unión Europea son del 24% y por eso hay que hacer esta medición”, expresa. Inclusive menciona la posibilidad de una alianza con la UE para crear nuevos exportadores.

Para Ricardo Estrada, presidente Ejecutivo de Corpei, la reducción de gases con efecto invernadero puede ser una oportunidad para hacer más competitivas las exportaciones de la región. “Lo que ahora puede ser una certificación es un valor agregado y puede convertirse en mercado”.

El ejecutivo destaca la importancia de medir la huella de carbono y, además, conocer cómo esto afecta a todos los eslabones de la cadena del exportador. “Con este seminario se busca concienciar a los productores. Deben tener presente el impacto que dejan en el mundo”.  

Mauricio Velásquez, ejecutivo de Ambiente y Cambio Climático de la CAF, reiteró su apoyo al proceso que se realiza en Ecuador y expresó que lo que se busca en toda la región latinoamericana es una economía más baja en emisiones de carbono.

Según datos actualizados hasta fines de 2015, la cooperación técnica de la entidad para ejecutar esta iniciativa ambiental en Ecuador llegó a casi $ 250.000. En promedio, el costo del proceso de medición de huella de carbono en una empresa es de $ 9.000, de los cuales $ 5.000 los financia la CAF. (I)