88.000 agricultores del país se dedican a cultivar este tubérculo
Los papicultores sufren por la sobreproducción
Los papicultores de Carchi están preocupados por la sobreproducción de papa, especialmente de la variedad superchola, que ocupa el 80% de la producción nacional.
En dicha provincia, las 100 libras del tubérculo se entregan a los intermediarios a un precio de entre $ 6 y $ 8, y ellos las ofertan al consumidor a un precio de entre $ 12 y $ 14. Sin embargo, los papicultores explican que producir un quintal cuesta de $ 11 a $ 14.
“Los intermediarios son los grandes ganadores de esta cadena de negocio. Es difícil para un papicultor entregar directamente el producto”, aclaró Milton Bolaños, vicepresidente de la Corporación de Paperos del Carchi.
Él, así como otros papicultores, manifestaron que la sobreproducción que provoca que los precios se desplomen tiene como causante, de manera indirecta, la entrega de semilla certificada de manera estacionaria por parte del Gobierno.
El Consorcio de Productores de Papa (Conpapa) indicó que hasta agosto, tan solo en Carchi, están registradas 300 hectáreas del tubérculo que saldrán a la venta. Eso representa 200.000 quintales de papa certificada. Su dirigente lamentó que ese cultivo, en un principio destinado para la preparación de la semilla, se venda.
En un recorrido que este diario realizó por la provincia del norte, los productores explicaron que otro motivo del bajo costo es “el mal prestigio” que se le ha dado para la salud el consumo de la papa. Ellos puntualizan que el tubérculo “no engorda, sino que nutre”.
Eso se refleja en las cifras que arrojó el Centro Internacional de la Papa, en las que se establece que Ecuador tiene el menor consumo de la región, en comparación con países vecinos. En el país cada persona consume 24 kilos de papas por año, en Perú 90 kilos; en Colombia, entre 50 y 55 kilos; y Bolivia, 60 kilos por año.
Otro factor que afecta a los productores del Carchi es estar junto a la frontera con Colombia. A su criterio es “muy permeable y apta para el contrabando”. Bolaños se mostró preocupado al señalar que la papa de Colombia llega hasta la Sierra centro de Ecuador.
“La carga (dos quintales) del tubérculo en el vecino país está en 25.000 pesos (alrededor de $ 10), mientras que aquí (en la provincia), un quintal se vende entre los $ 6 y los $ 8”, dijo.
A Cecilia Salazar, del Sistema de Información Nacional del Ministerio de Agricultura, le preocupa el tema fronterizo. Puntualizó que en Carchi existe “gran producción” de la papa capiro y única, que son variedades de Colombia, pero que tienen “demanda nacional”.
Por eso los agricultores insisten en que las autoridades realicen operativos de control.
A pesar de esos inconvenientes, Édison Egas, subsecretario de Agricultura, durante el Congreso de la Papa, destacó que el tubérculo es el tercer cultivo transitorio más importante de Ecuador, el octavo con mayor producción, con 421.000 toneladas métricas al año. Además, según Conpapa, 88.000 agricultores se dedican a esta actividad a nivel nacional.
El prefecto de Carchi, Guillermo Herrera, afirmó que solo en esa provincia se cultivan alrededor de 7.000 hectáreas. Al mismo tiempo resaltó el apoyo que el Gobierno ha dado al agro, sin embargo, cree que no es suficiente. Por eso hizo varias solicitudes, algunas de ellas, dijo, ya las conocen las autoridades.
Entre estas están el fortalecimiento de la política pública para que los papicultores puedan ser parte del seguro campesino; potenciar el seguro agrícola para reducir las pérdidas económicas e incrementar las líneas de crédito para el sector.
Estas propuestas están contempladas en el plan de la Gran Minga Agropecuaria anunciada por el presidente Lenín Moreno y la ministra de Agricultura, Vanessa Cordero. Su lanzamiento está previsto para el próximo mes.
Situación de los jornaleros
Los agricultores puntualizan que se necesitan 120 personas para cultivar una hectárea de papa, incluida la poscosecha. Los jornaleros reciben $ 12,50 por día laboral, que inicia a las 07:00 y concluye a las 16:00.
A pesar de las condiciones, ellos también tienen competencia. A esas tierras han llegado en los últimos años ciudadanos colombianos, quienes por $ 10 laboran en las mismas condiciones. (I)