Liquidez asciende al 15,2% del PIB
Los coletazos causados por la crisis financiera de finales de la década en todo el mundo no se sintieron en Ecuador debido a una serie de procesos que neutralizaron los efectos adversos de la debacle económica de los países ricos, según el presidente del directorio del Banco Central (BCE), Diego Martínez.
En los últimos cinco años el Producto Interno Bruto (PIB) ecuatoriano registró un crecimiento promedio anual del 4,3%, cifra que se ubica por encima del promedio de América Latina y el Caribe, que fue del 3,5%.
La pobreza por ingresos se redujo del 37,6% al 27,3% de la población, y la diferencia de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre de la población disminuyó alrededor de un tercio entre 2006 y 2012.
El mejoramiento de estos indicadores ha sido la razón por la que la liquidez financiera y económica del país se encuentra en un momento positivo. Así, por ejemplo, el porcentaje de activos líquidos domésticos de las Instituciones Financieras (IFIs) aumentó del 39% en 2008 al 70% el año pasado.
Martínez indicó que “esto ha sido resultado de un conjunto de políticas públicas, entre las que destacan la repatriación de recursos que se mantenían en el extranjero con baja rentabilidad y ahora se invierten en el país a través de la banca pública con tasas de retorno mucho mayores”, entre otras.
La obligatoriedad de que los activos líquidos del sistema financiero se queden en el país, además de la reducción del costo de los servicios bancarios y de las tasas de interés han permitido el crecimiento de la liquidez.
El indicador se ha incrementado en 2,5 veces, al pasar de 4.136 millones de dólares, es decir el 12,5% del PIB, de promedio anual en el período comprendido entre 2000 y 2006 a 10.397 millones, lo que representa el 15,2% del PIB, en el lustro 2007-2012.
El año pasado la tasa de crecimiento anual de la liquidez total alcanzó el 16%; la de los depósitos, el 15%, y la de crédito, el 12%, con una tasa de morosidad del conjunto del sistema financiero privado que no superó el 3%.
Por otra parte, la reserva internacional de libre disponibilidad (RILD) ha tenido un saldo promedio de 3.308 millones de dólares, es decir el 5,1% del PIB en el período 2007-2012 versus los 1.432 millones, el 4,5% del PIB, del lapso comprendido entre 2000 y 2006, según estadísticas del BCE.
Esa cifra ha sido suficiente para cubrir la moneda circulante y los depósitos de las instituciones financieras, como establece la ley.
Martínez destacó la preocupación del Gobierno por expedir regulaciones que eviten que se produzcan crisis financieras como la de finales del siglo pasado, provocada por el salvataje y el feriado bancario.
Adicionalmente, el impulso a la inversión pública generó un escudo protector para la economía ecuatoriana en los años de recesión, según explicó el titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Fánder Falconí.
El año anterior se marcó un récord histórico, pues la cifra alcanzó los 11.118 millones de dólares, marcando así una tendencia al alza registrada desde 2009.
“La inversión pública es uno de los motores de la economía, pues atrae a la privada, y es ella la que construye las obras de infraestructura que realizamos, y esto garantiza el Buen Vivir para la ciudadanía”, puntualizó el titular de Senplades.