El presidente Lenín Moreno pisa el acelerador de las reformas que arrancaron con la consulta popular.

El martes por la noche anunció un nuevo esquema de medidas económicas centradas en la austeridad, la cual se profundiza más; la lucha contra la corrupción; la ampliación de los servicios sociales y el análisis de los subsidios a los combustibles. En este punto revisó el precio de la gasolina súper.

El gobernante cifró la deuda externa en $ 60.000 millones, muy lejos del límite que estipula la ley del 40% del producto interno bruto (PIB). Moreno puso un ejemplo dramático: “Cada niño que nació en los últimos diez años vino al mundo con una deuda de $18.000”.

“El momento es ahora”, reza el eslogan de su gobierno lanzado este miércoles 22 de agosto con motivo de las medidas económicas. Explicó por qué ha elegido este momento. Dijo que la prioridad en su primer año de gobierno fue la reconciliación nacional, dejar atrás la polarización y la división.

Para él esa meta está cumplida, de modo que ahora centra su mirada en la economía. Primero remodeló su equipo económico en búsqueda de una visión más aperturista.

Además, envió a la Asamblea una ley de fomento productivo que entró en vigencia el mismo día que anunciaba sus medidas. El Gobierno quiere devolver al sector privado su rol en la economía. (I)