Las empresas pequeñas son el futuro del mañana
Si uno quiere desarrollar un país integralmente no podemos dejar de lado las compañías grandes, es cierto, pero debemos impulsar para que haya compañías pequeñas eficientes que vayan creciendo y supliendo a esas empresas que por su tamaño en algún momento entran en declive. Son como elefantes y no pueden maniobrar ante la crisis y desaparecen.
Entonces, dentro del proceso natural de desarrollo de evolución y de fusión, inclusive, de empresas es importante que como sociedad creamos empresas de relevo. Y la única manera es teniendo administradores más capacitados en técnicas y en metodologías de vanguardia.
Siempre y cuando esas metodologías no dejen de lado que el centro de estudio de toda ciencia es el ser humano.
Entonces, debemos pensar en una empresa eficiente, pero que cuide al ser humano como individuo y le permita su realización integral, tanto profesional como personal.
El 95 por ciento de las empresas en el país son pequeñas y medianas, aun cuando cada una parece que tuviera un aporte pequeño para generar empleo.
En primer lugar las personas que administren estas pequeñas empresas nacionales deben conocer adecuadamente sus responsabilidades con el medio ambiente, con la sociedad, con sus trabajadores y ante el fisco.
Administrar un negocio significa una responsabilidad y un compromiso grande al interior de la sociedad. Si va a emprender un negocio debe cuidar todos los esquemas que conllevan a la actividad para que la operación de hoy se pueda hacer mañana
y en el futuro.