Las bolsas chinas cayeron ayer en más del 7%
Por segunda vez en esta semana, una nueva depreciación del yuan incitó a la suspensión de las actividades en las bolsas de Shanghái y Shenzhen, generando un efecto de arrastre para la mayoría de las plazas financieras mundiales. El cierre sucedió menos de media hora después de que empezó la sesión, cuando el índice de Shanghái cayó 7,32% y el de Shenzhen 8,35%.
En Asia, cayeron las bolsas de Tokio (-2,33%) y Hong Kong (-3%). En Europa, a media sesión, las plazas registraban fuertes pérdidas: Londres (-2%), París (-3%), Fráncfort (-3,1%) y Madrid (-2,65%).
La caída de las bolsas chinas coincide con la preocupación sobre el freno del crecimiento de la segunda economía mundial y con el debilitamiento de su moneda. La situación económica china preocupa en todo el mundo a pesar de que los grandes bancos centrales del planeta inundaron los mercados de liquidez con sus políticas monetarias ultraflexibles.
Las bolsas chinas cayeron después de que las autoridades volvieran a bajar la cotización de referencia del yuan frente al dólar en 0,51%, hasta 6,5646 yuanes por dólar, la tasa más baja desde marzo de 2011. Se trata de la octava devaluación monetaria, una medida que preocupa a los inversores porque el yuan débil mejora la competitividad de las exportaciones chinas y, al mismo tiempo, desalienta las compras de Pekín en el exterior.
En los últimos meses, China intervino para sostener su moneda mediante grandes ventas de dólares. Como consecuencia, sus reservas cayeron a 3,3 billones de dólares a finales de diciembre, su menor nivel en los últimos 3 años. Para crear confianza entre inversores, la ‘Comisión de Regulación de los Mercados Financieros’ (CSRC) anunció la prórroga de la restricción de ventas a los accionistas que tengan más del 5% en una empresa cotizada. (I)
En 2015, el PIB chino creció apenas en 6,9%
Según las estimaciones de su Banco Central, China habría registrado el nivel más bajo de crecimiento en los últimos 25 años. Esta situación generaría preocupación sobre la posible evolución de otras economías. El multimillonario estadounidense George Soros afirmó que “China tiene un gran problema de ajuste (...) se trata de una crisis real. Cuando observo los mercados financieros, veo una situación grave que recuerda la crisis que tuvimos en 2008”. (I)