Según el ranking empresarial 2013, publicado el martes por la Superintendencia de Compañías y Valores (SC), varias de las mejores empresas del país están dedicadas al comercio.

En este sector se encuentran la Corporación Favorita, dueña de la cadena de supermercados Supermaxi y Aki; y la Corporación El Rosado, propietaria de la cadena Mi Comisariato y de los centros comerciales Riocentro. Entre las 2 sumaron ingresos por $ 2.808 millones y ocupan el primer y tercer lugar en el top 20 general.

En el período analizado por la SC, las compañías del sector comercial acumularon activos por $ 14.262 millones, frente a los $ 14.067 que corresponden al sector industrial, lo que, según analistas consultados, no define una supremacía del comercio en el quehacer económico del país, pero tampoco libera a la industria local.

Para el presidente del Colegio de Economistas del Guayas, Harry Yumibanda, detrás del despunte de las empresas comerciales se ha incrementado el consumo, lo que no es desconocido. “El problema es que se acentúa la compra y venta de artículos”, dice, pues el retorno de la inversión es más rápido.

“Resulta más fácil importar un producto que producir uno nuevo”, señala Yumibanda.

En esa línea, a criterio del analista económico Hugo Pérez de la Puente, lo que también se reflejaría es el incremento paulatino del PIB per cápita en el país, el cual -según cifras del Banco Mundial (BM)-, pasó de $ 4.237 en 2009 a $ 5.730 en 2013.

Una postura similar tiene el analista Luis Rosero. “Estamos creciendo en alrededor del 4% y 5%, y en las estadísticas vemos también el crecimiento de la clase media con potencialidad de compra”, anota.

La inversión extranjera fue de $ 700 millones en 2013 -recuerda Yumibanda-, de los cuales el 30% fue destinado a la apertura de franquicias, “que también es comercio”.

Pero debido a que el ranking empresarial se realizó en 2013, este aún no refleja resultados de iniciativas gubernamentales como el impulso a la industria para apalancar el cambio de la matriz productiva. “Recién queremos promover la industria nacional y eso toma su tiempo”, indica Yumibanda.

Ahora, considerando que no es lo mismo producir bienes de capital, que productos de uso común, como jabones, el desarrollo de la industria es variable y a mediano plazo, no a corto, asegura Hugo Pérez.

Entre los factores que se toman en cuenta para el desarrollo están la inversión, el acuerdo con la Unión Europea, que promoverá nuevos negocios, y líneas de crédito orientadas a la reconversión industrial.

En el caso particular de la inversión, Pérez observa que el marco jurídico ecuatoriano es “dinámico” y podría ser causante de la desaceleración de la inversión, porque se contrapone a una planificación a mediano y largo plazo.