Con apuro Carlos Lindao, del recinto Pueblo Viejo (provincia de Los Ríos),  reparte instrucciones a los jornaleros para llevar los granos de maíz que ha logrado apilar en una pequeña explanada de cemento que hace también la función de secadora del grano. “El tiempo apremia”,   les reitera en varias ocasiones: “Debemos empezar con el cultivo, las lluvias han terminado”, comenta, ya un poco más calmado.

El agricultor debe obtener recursos de inmediato para financiar el nuevo cultivo de ciclo corto. Y, para ello, desde hace tres semanas inició la venta de su producción, que tiene un precio oficial por quintal de $ 16,50, muy atractivo y motivador para los agricultores. Sin embargo, debe enfrentar los exigentes requerimientos de la industria de balanceados, principal demandante de maíz amarillo.

Los industriales exigen apenas el 1% de impureza en el quintal de maíz y un 13% de humedad. Lindao afirma  que esto provoca que un agricultor luego de secar el grano, como lo hacen tradicionalmente bajo el  sol,   su quintal de 100 libras, solo le pagan por 78 libras. La razón: al secarlo en los centro de acopio, con tecnología de punta y retirarle las impurezas,  el peso se reduce en un promedio de 22 libras, explica el productor.

El gerente general de la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) -entidad adscrita al Ministerio de Agricultura-,   Mao Lam Palacios, puntualiza que los requerimientos en la calidad es similar a las que hay en otros productos como el arroz, soya y papa.

“El pago de los $ 16,50 se lo hace en base a un producto que tenga el 1% de impurezas y 13 por ciento de humedad”, señala.

Agrega que el Gobierno está proporcionando  de forma gratuita en los centros de acopio autorizados por la UNA, el servicio de secado e eliminación de impurezas. Solo en los centros propios de la UNA  el servicio tiene un costo de  40 centavos de dólar por quintal, que se deduce al momento de cancelar por el producto.

Gustavo Aguirre Méndez, administrador del centro de acopio de la Asociación de Montubios Los Ángeles, del cantón Ventanas, precisa que ellos son los que más alto precio pagan por el quintal de maíz, que está en alrededor de 13 dólares. “Ese precio se lo fija porque hay que deducir  las 22 libras que se reduce el quintal que entregan una vez que se baja al 13% su humedad y las impurezas al uno por ciento”.

Asegura que la asociación cuenta con  42 socios agricultores y no tienen fines de lucro. El grano lo llevan vender a la UNA, “en donde nos pagan el precio oficial con una reducción ínfima por una evaluación que ellos le hacen al maíz que llevamos”

El precio de sustentación fijado por el Ministerio de Agricultura, para la temporada del  2009, fue de $ 12,60. En la actualidad el precio oficial es de $ 16,50.

La mayor producción de maíz amarillo se da en los meses de mayo, junio y julio de cada año, por lo que la sobreoferta produce que  el precio baje. Es justo contra esta anomalía  y es parte de la estrategia que enfrenta la UNA para  mantener estable el valor en el mercado. Con ello se logra  defender a los pequeños  y mediados agricultores con precios justos, señala el gerente general de la UNA.

Intermediarios

Carlos Murillo Ruíz, presidente de la Federación Nacional de Maiceros (Fenamaiz), señala que  la cadena de intermediarios, que hay a lo largo de la carretera, la que propicia la caída del precio, porque ellos pagan hasta 9 dólares el quintal. “A ellos es a quienes debe combatir el Gobierno, porque por más que el grano de maíz este quebrado, con impurezas o humedad el valor no debe bajar casi el 50 por ciento del precio oficial de sustentación”, explicó.

El productor dijo que son ellos quienes se aprovechan de la situación del  maicero, que en esta fecha del año sale con el grueso de su producción y recibe como pago precios bajísimos.

El dirigente agricultor explica que  ahora se planta un híbrido de alta calidad, es la razón para que en una hectárea de cultivo, donde normalmente se sacaba 80 o 90 quintales, ahora se logre cosechar hasta 220 quintales, dependiendo del suelo y su tratamiento. Aquello es el atractivo que hay ahora y que causa que muchas personas cambien de cultivos de soya a maíz amarillo.

“Estamos seguros que en los próximos años el Ecuador ya no será deficitario del maíz amarillo, gracias a los cambios que se han hecho en la cadena de comercialización, que  asegura el precio justo al agricultor. Solo hay que modificar los tiempos para el pago del maíz que se vende, porque  hemos recibido reclamos de varios productores a quienes se les han retrasado hasta un mes para  cancelarles por su producto”, anota.

Hay un estimado de 211 mil hectáreas de maíz cultivadas.