El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) publicó su informe sobre la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Mediante un seguimiento a 359 bienes y servicios, la investigación arrojó datos que permiten, entre otras cosas, apreciar los efectos a corto plazo de las decisiones de política económica que fueron viabilizadas a través de la Ley Orgánica de Solidaridad y de Corresponsabilidad Ciudadana para la Reconstrucción y Reactivación de las Zonas Afectadas por el Terremoto, aprobada en mayo pasado.

Entre los resultados más significativos del comportamiento de los precios en junio, se observa que la inflación aumentó en 0,36% con respecto al valor alcanzado en mayo.  En cambio, la inflación anual disminuyó a 1,59%, siendo este el valor más bajo de la inflación anual registrado desde mediados de 2007. Se consolidó así una tendencia que se perfiló durante el último año: la inflación anual ha disminuido permanentemente desde que alcanzó un máximo de 4,87% en junio de 2015.

Tres categorías explican el comportamiento de la inflación

En junio, en su mayor parte, el incremento del IPC estuvo asociado a la variación positiva experimentada en tres categorías de bienes: bebidas alcohólicas, tabaco y estupefacientes (3,74%); bienes y servicios diversos (0,95%); y prendas de vestir y calzado (0,78%). En cambio, las categorías restaurantes y hoteles (-0,36%) y transporte (-0,19%) contribuyeron en un sentido contrario a la cifra de la inflación pues sus precios experimentaron variaciones negativas.

Para apreciar las razones del cambio en el IPC nacional, se puede desagregar también la información según determinados productos. Así, por ejemplo, en alimentos y bebidas no alcohólicas, los mayores valores de inflación sucedieron en: ajo (18,96%), gaseosas (12,67%)  limón (15,99%); galletas (6,72%), jugo de fruta (5,48%), camarón (4,23%), cebolla paiteña (2,93%), agua embotellada (1,77%), queso (1,68%) y leche (0,95%).

En bienes y servicios diversos, las mayores presiones inflacionarias emanaron de: pasta dental (5,91%), papel higiénico (4,21%), acondicionador para cabello (4,13%), protector solar (2,15%), cepillo de dientes (2,13%), pañales desechables (1,87%), cremas para piel (1,85%) y toallas sanitarias (1,82%).

En prendas de vestir y calzado para hombres, los incrementos más importantes del IPC sucedieron en: zapatos deportivos (1,97%), ropa interior (1,52%), camisetas (0,99%), camisas (0,85%) y pantalones (0,81%). En el caso de las prendas femeninas, los mayores cambios ocurrieron en: ropa para dormir (9,26%), calzado (1,54%), blusa (1,11%), pantalón y licra (0,91%) y ropa interior (0,68%).

La variación de precios fue mayor en la Costa ecuatoriana

La canasta utilizada para el cálculo del IPC está compuesta en un 77,7% por bienes y en un 22,3% por servicios. En junio, la variación mensual de los precios llegó al 0,45% en bienes y al 0,24% en servicios.

Dentro de esa canasta, a su vez, se puede diferenciar entre bienes según incluyan o excluyan el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Efectuando esa distinción, se observa que el IPC de los bienes con IVA varió en 0,76%. Los precios de los bienes sin IVA, en cambio, tuvieron una contracción de -0,04%.

En lo relativo al comportamiento espacial de los precios, se observó que las mayores variaciones mensuales del IPC sucedieron en la Costa (0,47%) y en la Sierra (0,24%). Los mayores cambios del IPC se dieron en Guayaquil (0,65%), Quito (0,35%), Santo Domingo (0,30%), Loja (0,27%), Manta (0,27%) y Machala (0,10%). Simultáneamente se registró una contracción de precios en Cuenca (-0,02%) y Ambato (-0,13%).

En el índice de precios para aquellas ciudades, sin embargo, se reflejan distintas preferencias de consumo y condiciones de oferta. Por ejemplo, la variación mensual del IPC en gaseosas fue: 22,97% en Guayaquil; 14,18% en Loja; 10,38% en Machala; 7,7% en Esmeraldas; 7,29% en Quito; 5,81% en Ambato;  5,25% en Santo Domingo; 2,58% en Cuenca; y 1,14% en Manta.

El ingreso familiar cubrió el 99,23% de la canasta básica

La Canasta Familiar Básica (CFB) comprende los bienes y servicios que son imprescindibles para satisfacer las necesidades de un ‘hogar tipo’ que está compuesto por 4 miembros con 1,6 perceptores de ingresos que ganan la remuneración básica unificada. En junio, el costo de la CFB aumentó a $ 688,5 y el ingreso familiar a $ 683,2.

Apreciada según ciudades, la canasta básica llegó a: $ 708 en Loja; $ 706 en Cuenca; $ 706 en Quito; $ 702 en Esmeraldas; $ 700 en Manta; $ 685 en Guayaquil; $ 678 en Ambato; $ 662 en Machala; y $ 639 en Santo Domingo. (I)