China es diferente. Como muchos otros países, incluidos Estados Unidos y Rusia, tuvo un mal 2009, pero en términos chinos ‘un mal año’ aún significa un crecimiento económico superior al 6%, seguido de un repunte de hasta el 12%.

En el imaginario geopolítico, la salud del gigante asiático atraviesa problemas y ha sido internada varias veces. Una muestra de ello sería la devaluación del yuan y hace poco la flexibilización de su política monetaria: las tasas de interés de créditos bajaron 0,25 puntos porcentuales hasta el 4,35%, y se disminuyó el ratio de requerimientos de reservas de los bancos en 50 puntos.

En efecto China ha experimentado algunos contratiempos, desaceleración en términos económicos, pero “es una candidata poco probable para entrar en recesión. El Banco Mundial estima que el PIB de China llega a los $ 10,3 trillones, el segundo mejor de Estados Unidos”, explica Harold Sirkin, en un análisis publicado en la revista Forbes.

Sirkin relata una anécdota del presidente chino, Xi Jinping, en su última visita a EE.UU., como una muestra del poderío económico de ese país. El mandatario, antes de reunirse con Barack Obama, paró en Seatle para ejecutar una orden de aviones Boeing por $ 38 billones.

Según el analista, el mundo se preocupa por la caída del imperio chino por cuestiones geopolíticas, porque en realidad el PIB sí creció en 2014 a un ritmo de 7,4%.

Mientras algunos especialistas encienden alarmas por China, otros se alegran porque EE.UU. creció el 2,4% en el segundo trimestre del año, “demostrando el rol sobrevalorado de los círculos de inversionistas”, dice Sirkin.

Lo cierto es que la llamada desaceleración de China tiene sus implicaciones, tanto positivas como negativas, en el resto de países. Esto abarca Estados Unidos, cuya moneda se ha apreciado desde enero hasta marzo, con una pausa en el segundo trimestre de 2015.

¿Cómo afecta la situación china a la primera potencia del mundo? Desde el inicio de la desaceleración, el Banco Central chino ha devaluado el yuan en dos ocasiones, en un promedio del 4% con respecto al dólar.

La estrategia no es nueva. Cuando se lo hizo en 2008 los exportadores y el sector comercial chino en general ganaron competitividad, pero los negocios en EE.UU. se afectaron.

A medida que el yuan se devalúa desde la perspectiva del consumidor norteamericano, el dólar se aprecia más o es más costoso para el consumidor en China.

Esto significa que es más costoso para el comprador (empresas, corporaciones y personas) chino importar bienes de EE.UU.

Una menor demanda de las importaciones o productos estadounidenses implica a su vez un menor crecimiento del PIB para el gobierno de Obama. Datos del FMI ya hablan de un descenso del 14,3% en las importaciones de China hasta agosto.

Mientras que el informe del Departamento del Tesoro de EE.UU. indica de una caída del 5% en las importaciones registradas en 2015 con respecto al mismo período de tiempo en 2014.

“La implementación de una agenda de reformas económicas, para abrir los mercados chinos a una mejor competición y permitir que los mercados determinen los precios, es crucial para equilibrar el crecimiento en China y el resto del mundo”, aconseja el documento del Tesoro entregado a las autoridades norteamericanas.

Esto demuestra que las entidades de ese país siguen de cerca lo que ocurre en el país de Xi Jinping.

Los principales destinos de las exportaciones de EE.UU. son Canadá con $ 230 billones al año, México con $ 180 billones anualmente y China en tercer lugar con una balanza de $ 130 billones cada año.

DATOS

Las previsiones de la economía mundial indican que China superará a Estados Unidos como primera potencia en 2027, gracias a sus exportaciones.

En China, la agricultura ocupa al 35% de la población y por la variedad de climas tiene una producción diversa.

Entre los principales productos agrícolas están el arroz, algodón, patatas y té. La industria manufacturera y de construcción aporta casi la mitad del PIB de China.  

La decisión del Banco de China, de disminuir las tasas de interés, permite que más compañías presten dinero a intereses bajos. De esta manera las empresas tienen más dinero extra para invertir en infraestructura y en bonos, dinamizando la economía.

En 2014, según un reporte de BCG Analysis, las corporaciones chinas hicieron transacciones por $ 26,1 billones con empresas de EE.UUEstados Unidos en julio exportó $ 9.500 millones a China y en agosto ya se observó un leve decrecimiento, pues las ventas externas llegaron a $ 9.166 millones. Estos son datos del Departamento de Comercio de Washington.

“La actividad económica china es más débil, incluyendo las importaciones de carros y hasta de cervezas. He seguido los récords de la oficina de comercio y si bien la demanda china es menor tampoco está fuera de los pronósticos internos”, escribió Bill Conerly, un Ph.D de la Universidad de Duke, en su columna de la revista Forbes.

Al margen de las exportaciones, otra consecuencia de un yuan más barato es que la Reserva Federal aplace su decisión de incrementar las tasas de interés en EE.UU.

El organismo, encargado de la política monetaria, desde 2009 ha recortado las tasas para reformar la economía y darle liquidez. En ese año el yuan también estaba debilitado con respecto al dólar.

Si bien hoy la economía norteamericana está robusta comparada con 5 o 6 años atrás, la FED podría considerar que un yuan devaluado afecta las exportaciones por lo que retrasaría su decisión de subir las tasas.

Joseph Gagnon, un experto del Instituto Peterson en EE.UU. (entrevistado por el portal Vox) así lo explicó: “Dada la situación de la moneda china, quizás la FED lo tome en consideración para retrasar el incremento de las tasas”.

Movimientos necesarios

Para Genaro Pinos, presidente de la Cámara de Comercio China en Ecuador, la forma más eficiente de crecer es como un acordeón y no como un globo.

El acordeón es flexible, se estira o repliega, según la necesidad, pero el globo no.  Pinos considera que la economía de China de 1.364 millones de habitantes, es precisamente como ese instrumento musical, crece con elasticidad, de modo que su ralentización actual es solo un movimiento que busca equilibrios, sin estallar.

Más allá de las dificultades actuales, Pinos considera que lo logrado por China en 30 años es, de por sí, un mérito, considerando su realidad hasta mediados del 70.

Para entonces vivía niveles de pobreza que rozaban la miseria, y no fue sino hasta 1977, cuando tras la muerte de Mao Zedon, se inicia la etapa de apertura comercial, con la llegada al poder de Deng Xiaoping.

Este gobernante resumió la política exterior de su país en una frase: un país, 2 sistemas. En términos generales, esto no es más que un equilibrio entre el pragmatismo económico y la ideología revolucionaria.

En el plano comercial, Pekín inició su reapertura al capital creando las llamadas zonas económicas de desarrollo cuya finalidad era atraer inversión extranjera. “Entonces a este país pobre llegan empresas de todo el mundo, la gente empieza a trabajar, a consumir, mientras la economía crecía. Allí están los resultados”, apunta el principal de la Cámara china.

En 2008, un artículo de la Universidad Autónoma de México apuntó que China fue el país que recibió mayor monto de inversión extranjera directa (IED), con alrededor de $ 71 mil millones procedentes de 192 naciones.

Estos antecedentes sin duda la han mantenido viva ante cualquier coyuntura. (I)