Entrevista / santiago garcía / DECANO DE LA ESCUELA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL IAEN
“La crisis y la economía internacional no terminan de recuperarse desde 2008”
En los últimos meses el panorama económico mundial ha enfrentado varios embates que evidencian la fragilidad de las finanzas globales sin importar el país o la región. En mayor o menor medida, las naciones sienten las consecuencias de un precipitado y constante descenso del precio del petróleo que, con la reciente caída de la Bolsa china y la apreciación del dólar, obligan a reajustar los presupuestos estatales para enfrentar la situación.
Santiago García Álvarez, Ph.D en Economía Internacional y Desarrollo, y que se desempeña como decano de la Escuela de Relaciones Internacionales del IAEN, respondió varias inquietudes para entender la coyuntura internacional.
¿Cómo se encuentra actualmente el escenario internacional?
El panorama de la economía mundial está con fuertes nubarrones que marcan la tendencia a una actividad económica en declive. Lamentablemente no hay recuperación económica, lo que hay es un proceso de corte recesivo, de ralentización de la economía internacional. En algún momento se pensó que a partir de 2008-2009, cuando la economía internacional cayó, habría una recuperación, pero lo que encontramos a 2015 es una economía de lento crecimiento. La crisis y la economía internacional no terminan de recuperarse desde los problemas que acaecieron entre 2008 y 2009.
Los precios del petróleo están vinculados al movimiento de las bolsas de valores, incluso la economía capitalista tiene ese gran problema, una presencia fuerte de la especulación de la transacción financiera y va quedando en segundo plano la parte productiva.
¿Cuál es el estado de América Latina, Europa y Norteamérica?
América Latina está sumergida en un proceso de bajo crecimiento. La Unión Europea (UE) tiene años sin salir del ambiente recesivo. El único contexto favorable sería por el momento el crecimiento económico de Estados Unidos. Otro aspecto característico es que baja considerablemente el crecimiento de China y de los países del bloque Brics.
Vemos que economías fuertes, como la de Canadá, son afectadas ¿A qué se debe?
Ninguna de las economías nacionales puede salirse del contexto internacional. Tenemos canales intervinculantes entre las economías nacionales con el ámbito mundial. La economía internacional influye en las finanzas locales. Canadá está vinculada al comportamiento de la economía estadounidense, porque hay una relación mutua. También está ligado al comercio e inversiones europeas. Entonces, el caso canadiense y, de cierta manera, de los países escandinavos están influenciados por este contexto adverso por más desarrollados que sean.
¿Y Latinoamérica?
Las cifras muestran una influencia más complicada. Según previsiones internacionales, América Latina en 2015 tendría un crecimiento de 0,7% y en 2016 habría una ligera recuperación de 1,9%. Esto contrasta con las altas tasas de crecimiento de más de 3,5% que se observaron desde 2003 hasta 2012. En 2013 empezó la desaceleración, de 2,8% bajó a 1,4% en 2014 y nos desplomamos, posiblemente, este año.
¿De dónde salen las estimaciones?
Son proyecciones de The Economist Intelligence Unit. Es una organización internacional que utiliza estadísticas y proyecciones del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
¿Qué escenario le espera a Europa y a Oriente Medio?
Exceptuando Estados Unidos, que redujo el desempleo por la mejoría antes mencionada, el resto del mundo, incluido China que venía creciendo con una tasa superior al 8% y que se estima disminuya del 7% al 6%, Japón y la Unión Europea les toca atravesar una realidad compleja porque no puede haber recuperación del empleo.
Esa es la situación: bajo crecimiento económico y, sobre todo, pérdida de oportunidades para el empleo productivo y atender necesidades sociales.
¿Cómo empezó todo esto? ¿Qué factores fueron determinantes para caer en una crisis global?
Creo que uno de los puntos centrales es que cada vez ha tomado más fuerza el capital especulativo y financiero. Recordemos la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos.
Esta nación representa, aproximadamente, una quinta parte del Producto Interno Bruto mundial. Entonces los problemas que se dieron en Estados Unidos nos acarrea a todo el mundo.
Europa no ha estado alejada de esa causa. También hubo problemas con las hipotecas y con el sistema financiero especulativo. Es así que una de las causas es esa independencia excesiva, esa autonomía excesiva del capital financiero monetario especulativo. Todo se especula. Todos los capitales buscan la máxima ganancia y eso da pauta a una inestabilidad.
Nadie se imaginaba en Estados Unidos que una desregulación de la banca de inversiones la llevaría a la quiebra. Y, con eso, arrastró a la economía estadounidense.
¿Esto se habría evitado de haber un mayor control y regulación?
En la gran crisis financiera de los subprime en Estados Unidos, y los problemas que hubo en la Unión Europea, se reunió el G20 y, entre otras cosas, decidió tomar medidas emergentes: una mayor regulación de la banca de inversiones. No puede ser autónoma. Debe haber una regulación, unos máximos que antes nunca los tuvo.
El G20 propuso que debe haber más regulación y, finalmente, la eliminación de los paraísos fiscales porque son agentes que también provocan inestabilidad.
Sin embargo, el G20 se reunió hace 15 días y se dio cuenta que la agenda emergente se cumplió poco. No es tan fácil regular el sistema financiero internacional, porque ese sistema pide más bien desregulación, pide libertad supuestamente. Falta mayor regulación, mayor transparencia de los sistemas financieros internacionales. Con respecto a los paraísos fiscales se sigue discutiendo cómo se elimina o se reduce al mínimo. (I)
Arabia Saudita no lo ve necesario
Venezuela propone una cumbre petrolera
Varios países examinan la propuesta venezolana de convocar a una cumbre de naciones productoras de petróleo para tomar medidas por la depreciación constante del precio del crudo, dijo ayer el ministro de Energía de Catar, Mohammed al Sada.
“El presidente de Venezuela (Nicolás Maduro) propuso una cumbre (...) y varios países examinan la propuesta”, indicó Mohammed al Sada, al finalizar una reunión en Doha con sus pares de otras monarquías del Golfo Pérsico.
“Queda por ver si los productores, tanto los miembros como los no miembros de la OPEP, se ponen de acuerdo sobre esa propuesta”, agregó, sin precisar si sus homólogos del Golfo habían tratado el tema.
Venezuela, que forma parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) propugna, hasta ahora sin mayores resultados, reducir la oferta para frenar la degradación constante del precio del barril que desde el año pasado perdió la mitad de su valor, cotizándose por debajo de los $ 50.
Maduro reiteró, el sábado pasado en Catar, su propuesta de convocar una cumbre de países productores de crudo “para reordenar el mercado petrolero”. Una fuente de la OPEP informó que si se celebra una reunión y no se llega a ningún resultado concreto habría un impacto negativo en el mercado. Arabia Saudita considera que no es necesaria una cumbre petrolera.
El petróleo intermedio de Texas (WTI), de referencia para Ecuador, subió ayer 4% y cerró en $ 45,92 el barril. Mientras que el barril de crudo Brent para entrega en octubre cerró en $ 48,71. (I)