El reactor de procedencia austriaca, que costó más de $ 20 millones, está instalado en una de las naves industriales de la planta de reciclaje Intercia, en el norte de Guayaquil.

La empresa tiene desde ahora el compromiso, con el medio ambiente y la economía, de reusar las botellas desechadas,  que con frecuencia se encuentran en las esquinas de la ciudad, y disminuir la importación de resina plástica que requiere la industria local de bebidas.

Se trata de una inversión de alrededor de $ 30 millones entre Arca Continental y la compañía de reciclaje nacional, que pondrá en circulación un promedio de 18 millones de botellas al mes, a partir de 1.000 toneladas de plástico PET (Epolitereftalato de etileno) para uso alimenticio.

En la planta ya se fabricaron 800 envases destinados a los productos de la multinacional, estos ya pasaron la primera prueba con la Food and Drug Administration (FDA) y ahora solo se espera que en 3 semanas la Coca Cola Company, con sede en Estados Unidos, apruebe su uso para que circulen en el mercado.

“Parte de nuestra responsabilidad a nivel de grupo embotellador es usar la mayor cantidad de reciclaje PET que se pueda”, dijo José Miguel García, gerente general de Arca Continental, durante un recorrido por la planta ubicada en el km 26 de la vía a Daule.

Explicó que de las botellas transparentes es posible reciclar el 40% del material, pero el 100% de los envases de color verde o azul.

La demanda de la embotelladora en el país es de 1.000 toneladas por mes. Sin embargo, García ya avizora nuevas posibilidades para este equipo y es poder abastecer a la competencia, incluso exportar a Colombia y Perú si hubiera un excedente en la producción.

García estimó que en 2 años esta planta cubriría las necesidades de la industria local. Luego de eso y con una inversión de unos $ 14 millones se podría pensar en exportar.

Para Xavier Ycaza, gerente general de Intercia, lo importante ahora es cubrir parte de la demanda nacional que es de 50.000 toneladas al año, aunque se iniciará con 10.000.

Según el empresario, el hecho de evitar en buena medida la importación de resina ya implica un impacto positivo, no solo económico sino también medioambiental, pues alarga la vida útil de los rellenos sanitarios, del material plástico y genera fuentes de trabajo.

Reciclaje

La ministra del Ambiente, Lorena Tapia, quien estuvo en la visita a la planta de Intercia, expresó que el reciclaje es una potencialidad que  Ecuador tiene que abordar para propender el cambio de matriz producitva. “Es una enorme satisfacción que una empresa ecuatoriana esté trabajando ya con palabras mayores, de parte del Ministerio de Ambiente todo nuestro apoyo”, dijo Tapia.

Ecuador es uno de los países con más alto índice de recopilación de plástico. El proceso para la transformación  del material reciclado es de 6 horas y pasa por 3 pasos que van desde la mutación del plástico en hojuelas hasta la obtención del PET como tal, que son pequeñísimas esferas que se utilizan para elaborar una botella.

Botellas recuperadas

En 2013 la industria embotelladora colocó en el mercado ecuatoriano 1.459’266.910 botellas plásticas PET, sin embargo la cantidad recuperada en el reciclaje es casi el doble, 2.006’607.710,86 unidades, lo que demuestra que una gran parte ingresa al país a través de las fronteras.

La ministra de Ambiente indicó que esta Secretaría de Estado está consciente de lo que ocurre y que ya se trabaja con el Servicio de Rentas Internas (SRI) para tomar medidas al respecto.

“Lo que no es legal, no puede ir en desmedro de lo que sí lo es”, expresó Tapia refiriéndose a que la entrada del material buscaría el beneficio del Impuesto Redimible a las Botellas Plásticas no Retornables, puesto en vigencia en el país a través de la Ley de Fomento Ambiental y de Optimización de los Recursos del Estado, de noviembre de 2011.

“Es lógico que una normativa tenga prueba-error, pero nos estamos reuniendo con el SRI para corregir el tema”, aseguró Tapia, para quien Ecuador es un referente mundial en materia de reciclaje.