La semana pasada en una conferencia en Guayaquil, el ministro de Trabajo, Carlos Marx Carrasco, dijo ante un auditorio lleno de estudiantes de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UESS), que los ecuatorianos deberían ver en los emprendimientos una oportunidad de desarrollo y no tanto un empleo. “Puede ser que la vía del emprendimiento sea una alternativa poco explorada y que una persona no necesite conseguir un empleo, sino emprender un negocio”, apuntó el ministro Carrasco.

Para él, este tema no madura lo suficiente en el país, por lo que se debería asumir un compromiso entre distintos actores, principalmente el sistema educativo para que los universitarios no se “pregunten si van a ser empleados privados o públicos, sino cuál es el negocio que piensan emprender”.

Édgar Izquierdo, profesor de la   Escuela de Posgrado en Administración de Empresas de la Espol (Espae) y experto en el tema, señaló que la sugerencia hecha por el titular de Trabajo es esencial, simplemente porque el mercado laboral de Ecuador es pequeño y no “hay trabajo para todos”, por muy capacitados que estén.

Según el último estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM), presentado por la Espae en 2013, Ecuador es uno de los países de América Latina con la tasa más alta de emprendimientos: el 36%. Preocupa que estos se generan en mayor medida por necesidad, no por oportunidad (ver infografía). Esta última categoría casi siempre va de la mano con la innovación.

El mayor inconveniente que los expertos encuentran en los negocios por necesidad es que no generan mayor valor ni crecimiento. Izquierdo destacó que la mayoría de emprendedores no está lo suficientemente entrenado para poner su propio negocio.

Saber hacer

En noviembre del año pasado, la facultad de Economía de la UESS decidió “emprender” un observatorio especial para Pymes como parte de un proyecto de vinculación empresarial.

Hasta ahora se monitoreó el desempeño de 5 pequeñas empresas recicladoras asociadas a la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas (Capig), pero el resultado fue desalentador: la mayoría de los negocios tiene problemas similares asociados a la falta de preparación de los dueños.

Las carteras vencidas son frecuentes debido a que los emprendedores desconocen como realizar una gestión de cobro efectiva. Por el contrario, al verse sin capacidad de cubrir gastos, como pagar los salarios, en algunos casos acuden a nuevos financiamientos que no solucionan el problema, sino que incrementan las deudas. “Analizando los balances, vemos que los activos son buenos a corto plazo, pero a largo plazo empiezan las dificultades que nos llevan a preguntarnos si son rentables en realidad”, apuntó Izquierdo.

Los emprendedores tampoco conocen sistemas alternativos de financiamiento como el mercado de valores. En referencia a lo dicho por el ministro Carrasco, Izquierdo opinó que no solo es necesario dictar un curso de emprendimiento, sino formar a los más jóvenes de manera transversal.

Desde el colegio cada asignatura debe apuntar a un contenido que desarrolle un espíritu emprendedor en los jóvenes, indicó. “Si bien estamos entre los primeros en la región estoy convencido de que los centros educativos en donde se promueve el desarrollo científico y tecnológico deben buscar la manera como esa producción estudiantil se ponga a la disposición del mercado”, agregó el catedrático.

Durante el discurso del presidente de la República, Rafael Correa, en la universidad Yachay, al cumplirse 8 años de Gobierno, aseguró que los pilares de la innovación son el conocimiento y el talento humano, y que este año se consolidará a través de la ciencia y la tecnología articuladas con el sistema de educación.

DATOS

El puntal para desarrollar la innovación es incrementar la creatividad, por ello para Édgar Izquierdo es imprescindible desarrollarla desde la educación.

El emprendedor por necesidad se caracteriza por ser mayor de edad, en promedio 36 años, y con menor nivel de educación, según un estudio que midió la actividad en 2013.

Una mayor proporción de emprendedores por necesidad se encuentra desempleado o se dedica a labores de casa, lo que los hace una población más vulnerable, asegura el informe.

Según el Índice de Competitividad Global 2013- 2014 del Foro Económico Mundial, Ecuador ascendió 38 lugares en el índice de innovación y 20 en calidad de educación superior y capacitación.